16-Una fotografía antigua

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La semana paso tan lento que ni siquiera tuvo que saber que día se encontraba. Estaba completamente aburrido en esa mansión que comenzaba a saber sobre los horarios de cada sirviente que pasaba por su habitación o por el pasillo. El corto tiempo que llevaba encerrado en su habitación por órdenes de Urss, lo dejaba desconcertado, no sabía qué diablos sucedía para que ni siquiera lo dejara salir de ahí; lo consentían, le llevaban deliciosa comida y objetos para distraerse, pero claramente eso no era lo que deseaba, quería verlo, quería estar cercas del soviético, escuchar esa voz profunda que le gustaba sentir, hablar con él como normalmente hacía, solo quería eso

— ¿Qué estarás haciendo?—Pregunto a sí mismo mirando por la ventana, la última vez que lo vio fue cuando le estaba tarareando una linda melodía, hacer tal cosa era increíble, una emoción lo había invadido por completo, que incluso, lo emocionaba en volver a sentirlo una vez más, ver ese rostro dormido, tan relajado, ese largo cabello negro estar por todas partes de esa almohada, era fascinante, pero si era sincero...tenía ganas de besarlo.

Perfectamente sabía que Urss nunca lo mirara con otros ojos, era como si lo mirara como parte de la familia, un hijo más, era doloroso que alegré, incluso no había olvidado para nada del rechazo que tuvo con él hace unas semanas, deseaba que en algún punto Urss también sintiera lo mismo que sentía cada vez que lo miraba pero eso jamás sucederá, era mayor y él menor. Se levantó de la gran cama para poder abrir la puerta y salir de su habitación, lo primero que encontró eran dos hombres estar en cada lado de su puerta asegurando todo, rodó los ojos, salió al fin de la habitación, era incómodo en cierto modo, no podía tener un día solo porque esos dos hombre que parecían osos pardos lo seguían a todos lados sin descanso alguno

Bajó por las largas escaleras para dirigirse por otro lado, esperanzado de que Rusia estuviese en la sala como solía estar cada sábado, su gran decepción cayó como piedra, no había nadie en el lugar, solo era él y todo los trabajadores. Miro a los dos hombres comenzando hablar

— ¿Pueden darme un tiempo a solas en este lugar?—Pregunto, sabía que respuesta iba a recibir pero todo ya estaba planeado para tener una ventaja

—Lo sentimos, pero no podemos dejarlo solo, es nuestra...—Se callaron en seco al ver a ese tricolor cubrirse la cara con sus ambas manos comenzando a escuchar unos leves sollozos, asustados trataban de hablar pero ni con eso fue que los sollozos se detuvieron

—No saben cuánto me duele que no me dejen estar solo, no soy un pájaro, soy una persona que desea estar un tiempo a solas de los problemas...si Urss se entera de que me hizo llorar por culpa de su necedad en ponerme guardias...les culparía para no salir perjudicado—Limpio sus lágrimas con sus dedos, los guardias se pusieron nerviosos, dudaban en dejarlo solo, pero si no fuera por esos rumores de que si alguien se atrevía hacer alguna grosería a ese niño serían hombres muertos, así que dudaban mucho, hasta que al fin estos decidieron salir de la habitación, claro que esperarían afuera para que no pasará nada

México saco una sonrisa de victoria, sí no hacía nada para deshacerse de esos guardias sentiría que se moriría de fatiga. Rápidamente se dirigió en la gran ventana corriendo hasta donde era exactamente el lugar donde Urss frecuentaba, se la pasaba la mayor parte del tiempo jugando billar con china, eso sabía perfectamente pues siempre que caminaba en el pateó miraba a ese soviético caminar a cada lado sujetando ese taco, se veía genial cuando se concentraba directamente a su objetivo. Cuánto llegó al lugar indicado, se asomó esperando de que ese hombre estuviera por ahí, lo único que encontró era una habitación sola, decepcionado una vez más suspira girando su cabeza para irse por otro lado

No fue hasta que escuchó unos murmullos desde arriba del segundo piso que hicieron que mirara arriba, inmediatamente reconoció la única voz que le interesaba en esa mansión. Con una pequeña sonrisa de alegría corre por otro lado para poder reencontrarse con ese hombre mayor, fue complicado pasar de habitación a habitación, si quería llegar hasta su objetivo debía de ser muy precavido sin llamar la atención de nadie

𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐥𝐨𝐯𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora