𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐥𝐨𝐯𝐞

4-Visitando a una bella mujer

—Mami, realmente estoy asustado, me echaran del departamento en algunos días, no tengo nada que comer...realmente te necesito, no se que hacer—pego la mano de su madre en su frente, en silencio sollozaba apretando su mandíbula, ya no podía dejar de ser fuerte, era la gran impotencia y la desesperación de no saber que hacer, esa sensación que sientes estar acorralado; se alejo limpiando sus lagrimas con su sudadera, observo la hora de ese reloj que estaba colgado en alguna de las paredes de esa habitación, suspiro volviendo su vista a su madre, le dio un lindo beso en la frente y se retiró del lugar pensando lo que podía hacer

El día estaba nublado, amenazando en llover por toda la enorme ciudad, México avanzo más rápido poniéndose su capucha y esquivando a las personas que pasaban a un lado de él. Se refugio en uno de los callejones donde no pasaban ninguna sola gota o una pizca de luz, no le importo pasar en ese lugar en lo absoluto, de hecho, ni siquiera le importo si había un peligro que podría presentarse en ese mismo lugar, pero a pesar de que había pocas personas pasar por ahí, sentía una sensaciones extrañas que comenzaban a propagarse en el ambiente, su cuerpo se tenso después de haber cruzado una calle, sin saber como explicarse, voltea la mirada encontrándose con los ojos de otra persona mirándolo hacia él

Retiro la mirada caminando más rápido, apretando su ropa por el miedo que lo estaba persiguiendo, escucho los pasos acercándose

La adrenalina correr por su cuerpo, siendo el producto de que empezara a correr por su vida, no se atrevía ni a mirar atrás; en alguna forma de poder perder a esa persona, se metía en cualquier tipo de callejones dónde sería difícil pasar una persona adulta, hasta incluso se metió en locales para estar más seguro

Paso horas bastantes largas, eso no le importaba en lo absoluto, ni se atrevía salir del local, podía sentir las miradas desconfiadas de los mostradores que lo miraban desconfiados, no era su culpa de que empezarán con esa desconfianza, muchas veces robaban en los locales. No dijo nada y salió mirando a sus costados, una vez más el miedo se presenció cuando se alejaba del local, comenzando su corazón palpitar con fuerza, era como si estuviera en una pradera y fuera a ser disparado por los cazadores

Apresuró el paso metiendo su mano en uno de sus bolsillos, tocando aquella navaja que le fue regalada por su jefe, nuevamente escucho los pasos multiplicarse rodeándolo, México estaba temblando del miedo que tan solo se quedo parado como estatua, pues nunca fue preparado como tal este tipo de situaciones

Una mano tomó su hombro percatándolo, sin perder el coraje, se gira rápidamente sacando la navaja y apuñalándolo en alguna parte del cuerpo del hombre, con su fuerza toma el brazo de el individuo arrojándolo a hacía el suelo, lo que esos desconocidos se sorprendieron a excepción de un hombre

—Atrápenlo—Demando el hombre sacando el humo del cigarro de su boca, uno de los hombres trato de agarrarlo, pero México lo esquiva dándole una fuerte patada en el estómago yendo con los otros sujetos, cuando pudo visualizar una salida, corre a dirección hasta ahí esquivando a los hombres, después de poder salir de esta, iría en la estación de policía a decir lo que sucedió, y aunque sonaba algo fácil su plan fue de lo más lejano a cumplirse, siente un fuerte golpe en su estomago provocando que cayera y se alejara de su única salida.

Con dolor se toma del estómago recuperando el aire perdido, con dificultad mira a la persona que lo golpeo y sin prestar atención al dolor, va con el hombre dando la última patada que podía dar, aunque fue tan débil era tan fácil de ser interrumpida por esa mano

México trataba de liberarse del agarre pero era inútil, la desesperación de escapar se mantenía todavía prendida. Giró la mirada viendo que era rodeado de más hombres, por miedo, empieza a gritar tratando de llamar la atención de las personas, sin embargo, aquel hombre saco un pañuelo de su ropas poniéndoselo justo en nariz, su expresión era de alguien despreocúpate como si fuera común intoxicar a alguien en plena calle, el último movimiento del menor solo fue un rasguño en el brazo del hombre