𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐥𝐨𝐯𝐞

7-Encierrelo

Argentina trataba de gritar para que fuera escuchado por las personas que estaban por ahí pero aunque quisiera hacerlo era impedido por una de las manos de esos sujetos enormes que le cubrían su boca y piernas evitando que el no aventara patadas, para los guardias era algo innecesario podían aguantar golpes mas fuertes incluso podían aguantar un bate en su cuerpo; arrojaron al menor en un auto que era especialmente para criminales para que no se escapara, UK que miraba desde su vehículo todo saco una leve risa burlona chasqueando los dedos, y como si fuera un botón el sonido hizo que sus guardias avanzaran comenzando a manejar rumbo a su destino

ambos autos estaban en completo silencio, el jefe solo tenia el derecho de que sus guardias pudieran hablar pero independientemente no lo hacían por educación a su líder que se podía ver relajado, desde hace mucho no se podía relajar por causa de la FBI o de los paparazis que lo perseguía día y noche por hacer trafico de personas y de armas y con un error que hiciera el ingles ponía en juego sus empresas, sus ojos azules miraron la ventanilla del auto admirando las calles recordando aquellos días que era  tan solo un niño que mendigaba por un pan y que aunque robaba para conseguir algo de comer siempre recibía golpes de las personas, esas miradas de desprecio que recibía era lo que odiaba, pero hubo una vez que lo iban a matar por haber robado dinero, juraba que estaba apunto de morir pero alguien se apiado de el llamando a muchos hombres a detener a las personas que en un momento estaban golpeándolo, lo que recuerda era que ese hombre estaba vestido de un traje negro con un sombrero que le cubría el semi rostro dejando ver solamente la boca, un bastón que la empuñadura tenia un diamante siendo sujetada por la boca de una cobra, desde que ambos cruzaron miradas su destino cambiaria completamente desde ese día

Suspiro cerrando los ojos tocando con sus manos ese bastón que le fue heredado por su padre, el auto se detuvo dejando ver una mansión blanca siendo alumbrada por dentro como por fuera gracias a la piscina que tenia luces, abrieron su puerta saliendo de ella mirando el segundo auto que estaba ese niño golpeando la cajuela, al abrirla el argentino salió disparado corriendo con los pies descalzo lastimándose por las rocas blancas que estaban pegadas al piso, los guardias estaban a punto de ir tras el pero el ingles los detuvo negando 

—¡Jefe si no lo atrapamos llamara la atención de los demás!—Aunque dijera lo lógico para el de franjas no le importaba, no dijo nada sacando un suspiro mirando al guardia

 —Dame tu arma—ordeno el ingles, el guardia se sorprendió, ¿acaso le iba a disparar?, ¿¡a un menor!?, mordió su labio indeciso, de verdad no quería dársela pero si desobedecía le iba a ir mal, con esfuerzo le entrega su arma al ingles cerrando los ojos, UK toma la pistola apuntando al argentino y sin pensarlo le dispara en el muslo siendo que este cayera al suelo dejando de tener inmovilidad en su pierna, Argentina grito de dolor estremeciéndose en el suelo tocando su muslo, los guardias miraron sorprendidos la puntería de su patrón, en verdad esa persona era muy peligrosa; Reino Unido le arrojo la pistola Walther al guardia caminando hasta el menor, lo miro detenidamente como es que se retorcía del dolor, sus manos estaban ensangrentadas por tocar su muslo, sin emoción alguna en su rostro se pone en cuclillas 

  —¿Pensabas que porque nos conocemos no te haría daño?, jajajaja, que buena broma de tu parte pero tu eres mío y si no te comportas esta vez apuntare a tu cabeza—Argentina lejos de decir algo al ingles se contiene por el dolor pulsante que sentía, no tenía las palabras en su garganta por el miedo pero asintió con la cabeza provocando que reino unido sonriera, se levanto llamando a sus guardias

—Llévelo con el doctor y que le quiten la bala, cuando se recupere quiero que lo encierren en el lado oeste en la ultima habitación, quiero que le den de comer y si no come lo harán a la fuerza o yo me encargare de alimentarlo—Sin mirar atrás escucha a sus hombres decir si en coro, tal vez se sobre paso con el argentino pero no puede dejarlo libre, si lo dejaba irse seria la mirada de todos esos blondies que deseaban carne fresca de un menor, gruño con enojo, con solo pensar eso lo odiaba, estaba seguro con el aunque después de lo que hizo lo iba a odiar y esta a su derecho que lo odie ya que le DISPARO en el muslo. Entro a su mansión viendo a sus pocos  sirvientes que estaban por ahí, en silenció se retiro yendo a su habitación perdiéndose en sus pensamientos, ¿Qué pasaría si el nunca hubiera aceptado el trato con el padrino?, ¿sería un vagabundo?, ¿sería feliz?, ¿tendría una familia tan siquiera?, no, nadie quiere ayudar a alguien y si lo hacen es para su propio bien para que lo vean como un hombre bondadoso tocado por dios, ¿y que le pasaba a ese hombre después de ser ayudado?, no cambiaria en nada solo será un recuerdo cualquiera siendo olvidado una vez más

suspiro dejando su chaqueta en una parte de la habitación, se dejo caer a la gran cama viendo el techo blanco dejando caer sus parpados cayendo dormido al momento de cerrarlos, pero por si fuera poco se le fue interrumpido por unos gritos y maldiciones de alguien, reino unido tomo la almohada cubriendo sus orejas para que no escuchara sus escandalosos gritos de ese menor pero mas era los gritos, con enojo se levanta de la cama yendo a la habitación donde provenían los gritos, cuanto abre la puerta puede ver al doctor quitar la bala  y tres hombres tomando al menor que no para de moverse o maldecirles, el mencionado tomaba el cabello de uno de los guardias que rogaba con piedad de que lo soltara, argentina chillaba pero solo miro a la puerta y empezó a maldecir al ingles con un acento que ni el de franjas entendía que era lo que le estaba diciendo

—Ya casi termino, solo aguanta el dolor—dicho eso sintió la bala con las pinzas alegrándose, el menor apretó la mandíbula como sus manos y por fin siente que le es quitado la bala, aunque no tuviera la bala ahí sentía aun dolor, el doctor desinfecto la herida y empezó a cocerlo, el ingles cruzo sus brazos recargándose en el marco de la puerta

—¿tanto alboroto por un disparo?, en verdad que eres un debilucho—sonrío descaradamente, por supuesto eso hizo enojar al latino gruñendo

—¿¡DEBILUCHO!?, ¿¡VOS ERES UN ESTUPIDO O QUE!?, ¡a cualquiera hubiera gritado por un disparo de bala y mas si es un menor pedazo de mierda!, ¡en cuando tenga la oportunidad te voy a disparar en las bolas y a ver si muy hombrecito!—Amenazo frunciendo sus cejas, no estaba jugando en ningún momento y eso se podía verse en kilómetros

—Eso quiero verlo en un futuro niño—Sonrió de oreja desafiando al menor que no le paraba de mirarlo, tal vez cometió errores pero por primera vez siente que algo va a cambiar después de aceptar el desafió del menor, dio media vuelta regresando a su habitación con esa sonrisa pegada a su rostro.