Cuba estaba asqueado, tuvo que bañarse tantas veces para que se quitará el olor, incluso tiro su camisa favorita con tal de no oler absolutamente nada. Salió del baño encontrándose a su amigo estar limpiando al inconsciente ecuador, tomo la bandeja sucia para ayudar tan siquiera un poco
—¿Oye mañana no iras con tu madre?—pregunto el cubano tirando el agua en la ventana, México respondió a la pregunta asintiendo con su cabeza, no había día en que no fuera a visitarla, posiblemente llegaba tarde pero nunca la dejaba de ver teniendo esperanzas de que algún día se despertara y lo viera
Cuba miro la hora indicando exactamente las dos de la mañana, era demasiado tarde para ir a su casa además de que la zona era muy peligrosa de noche, si es que eras un menor, serias la carnada perfecta para esos hombres que buscaban carne fresca, cuba tomó su celular para llamar a su madre, acto seguido consiguió quedarse con el latino durmiendo en otra habitación, el lugar estaba completamente oscuro, no fue tanto que duró, pues una luz comenzó a brillar por el cielo
México observaba aquella luz, era fácil verlo por su agrietada pared que dejaba ver unos huecos afuera, podía ver como las luces daban giros en el cielo como otras luces que se mezclaban con los colores morados, podía deducir que festejaban un cumpleaños o por algún evento importante, bueno, cosas de ricos, admitía sentir envidia de esas personas pero no llegaba al punto de hacer una locura o como decía su madre, una gran pendejada para tener dinero fácil, aunque si pensaba bien, los Blondie eran una nueva organización que fue exitosa por ser una categoría de mafia poderosa, eran fáciles de reconocer y complicados de ver, sus muy cabellos largos, sus extraños ojos y la gran altura que poseían los hacia una etnia preciosa, sin embargo, ellos no podían ser tocados por la ley por ser bastante poderosa, podían hacer todo lo que deseaban sin preocuparse
Esto último hizo temblar a México, le daba miedo la sensación de ser secuestrado por uno de ellos y jamás ser libre, nunca podría soportar la idea de estar lejos de su madre, esas personas tenían que ser castigadas por la ley, eran personas que debían de desaparecer en la faz del mundo. Tanto estaba centrado en sus pensamientos, que sus párpados le pesaron cerrándolos
En la mañana escucho la puerta ser tocada con cierta violencia obligando que México se despertará y fuera abrir con cierto enojo, ¿Quien se atrevía a tocar de ese modo? Nadie, y eso lo molestaba. Abrió la puerta listo para comenzar una pelea por cierta persona desconocida que tocaba de ese modo su puerta, cuando vio perfectamente, se percató de que era el dueño
_¡Hay madres!, ¿Que sucede don Mario?, ¿q-que se le ofrece en su visita?—México sonrió nerviosamente, el hombre que en su momento estaba furioso, saco un largo suspiro cansado, no podía enojarse con un niño con ciertos problemas personales pero tampoco no podía evitar el problema de las deudas que se acumulaban día a día
Cambio su expresión de preocupación tomando su nuca, era inevitable no hablar de su problema económica que se encontraba ese joven
—México, entiendo que en estos últimos meses te la has pasado trabajando duro en la escuela como en tus trabajos para pagar sus medicamentos de tu madre, pero, ya no puedo tolerar de que ya no me pagues los meses correspondientes, hay tantas deudas que tengo de tí y sinceramente tendré que correrte del departamento—México juraba que estaba por desmayarse en ese mismo lugar, no podía ni siquiera creer de lo que escuchaba, simplemente no lo creía, este departamento nació y creció, era la única cosa que recordaba a su madre
—Por favor señor, compréndeme, no puedo pagarle ahora, necesito el dinero para los medicamentos y el tratamiento, tuve que sacrificar mis comidas para hacerlo, pero se lo imploro, trabajaré y le pagaré de inmediato...—fue interrumpido por el adulto que se negaba
—Yo lo se México, pero ya no puedo seguir tolerando esto, debes más de cinco meses de renta y ya con este mes son seis, entiendo tú situación pero ya sabes, si no me pagas tendré que obligarte a sacarte y buscarte un lugar a dónde vivir...mira, te recomiendo que vayas en la iglesia, ahí te pueden ayudar, hasta luego México—Se retiró del lugar suspirando, posiblemente su esposa lo regañara por ser una persona insensible, pero era su trabajo. México cerro la puerta atónito, ¿Qué podía decir? ¿Ahora donde viviría?, ¿Cómo iba a llevar las cosas de su madre?, cada preguntaba pasaba en la cabeza del menor que se vio obligado a interrumpirse por la voz de su amigo
—¿México, te encuestas bien?...—Cuba como ecuador estaban muy preocupados por su amigo que miraba aun punto fijo, aunque era la primera vez que ellos iba a ver a su amigo llorar no podían irse y dejarlo solo, toda esa carisma era una máscara que ocultaba su triste ser, eso era lo que todos pensaban del mexicano, no lo culpaban, era normal que se sienta vulnerable y desesperado, aunque esperaban que llorara o se pusiera enojado, nada de eso sucedió, al contrario, se giro mostrando una sonrisa enorme
—Hay vamos chicos solo es una simple deuda que puedo pagar trabajando, me las puedo arreglar como siempre, pero eso no importa, ¿Quieren desayunar? Hoy voy hacer café, fruta y otra cosa que se me venga a la mente, pero estará delicioso—Ambos se miraban entre ellos, realmente México se podía ver que quería estallar a gritos y llorar hasta romperse, pero siempre lo ocultaba en todo su ser
Trajo el desayuno sentándose junto a sus amigos
—¿Y que paso? ¿No te dio resaca ese alcohol de ayer?—preguntó el tricolor que comía alegremente como si nada hubiera pasado, Ecuador le dio una sonrisa nerviosa, realmente tenia un leve dolor de cabeza pero por el momento no era la gran cosa, lo que le importaba era su amigo que estaba tan calmado y sonriente
Desvío la mirada dudosa, como quería preguntarle cómo se sentía, pero la última vez que se le pregunto, fue un completo fracaso, siempre evita decir lo que sentía, mientras que Cuba estaba bastante furioso, era testigo de ver cómo su amigo se rompía su espalda para pagar con todo; la colegiatura, los medicamentos, los tratamientos y el alquiler de dónde se quedaba su madre, ¡Era injusto! ¿ahora tenía que ver que uno de sus amigos es sacado a patadas? Como si fuera un perro
Lo que le molestaba era que ni él podía ayudarlo, era menor de edad, su madre no podía alimentar otra boca, solo era cuestión de que México tenga un trabajo más elevado, además, México es bueno en ciertas áreas de trabajo repara carros y entre demás cosas. Tanto fue que estaba concentrado que ni se percató de que ese joven recogía los platos
—¡Ya me tengo que ir!, cierren la puerta antes de que se vayan, ¡adiós!—se despidió de sus amigos dejando a los dos preocupados, definitivamente los estaba evitando
—Pobre México, ahora si ya no se como puedo ayudarle—Ecuador miro a cuba, este igual dio un gran suspiro tomando sus cosas
—Lo que podemos ayudarle, es estar con él, le daremos ánimos para que siga con nosotros—Cuba haría lo que sea necesario para ayudarlo emocionalmente, cómo ese mexicano hizo por él
***
Tuvo que detenerse para comenzar a caminar más despacio, su ánimo estaba tan derrumbado, su felicidad solo era un cascarón completamente vacío, como quería llorar en esos momentos pero no puede, no sería "fuerte" como su madre, ¿Que haría ella en su lugar? ¿Que pude hacer ahora?
Tomo la perilla de la puerta para poder entrar en esa habitación y poder desahogarse con su madre, al fin al cabo no lo iba a escuchar su madre. Abrió la puerta pero se detuvo, al ver a su madre dormida, sus pensamientos se volvían tan pesados, tan complicados que era inevitable no querer llorar, como deseaba hacerlo, como deseaba que todo estuviera como antes, que ella estuviera con él regañandolo cada vez que se portaba mal, despertarse y ver a su madre limpiar su habitación, ¿Porque Dios era tan insensible con él? ¿Que tanto hizo en su vida pasada para que fuera el objeto de las desgracias? Tan solo quiere tener un poco de amor en esos momentos, era complicado para pensar correctamente
¿Que le esperara después?
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𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐥𝐨𝐯𝐞
Romance🃊 🃋 🃌-┊𝐔𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐌é𝐱𝐢𝐜𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐲 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐡𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐦𝐚𝐝𝐫𝐞, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐜𝐫𝐞𝐲ó 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐢𝐛𝐚...