1- el inició de la mafia

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El día era soleado por estos tiempos de verano, el sol brillaba más hermoso que el cielo azul con sus nubes danzando por los cielos, era admirado por ciertas personas mayores que era acompañados por sus enfermeros, por si fuera poco, sus estados de relajación se vieron interrumpidos por un joven que corría tan apresurado como todas las mañanas. Muy pocos saludaban a ese adolescente y otros le gritaban maldiciendo al escandaloso joven, quien él se disculpaba poco después, la mayoría de los pacientes conocían a ese niño desde hace muchos años, por lo que eran un poco flexibles a la hora de encontrarse con él, ya fuese un niño energético y escandaloso muy dentro de ellos lo querían y se divertían de sus ocurrencias de día a día.

Esquivaba a las personas que se cruzaban en su camino para entrar en ese edificio blanco que salía pacientes con sus bastones o eran acompañados por enfermeras que lo llevaban caminando para estimular los músculos, algunas de las enfermeras esquivaban al menor como si ya supieran lo que ese joven trataba de hacer, aquellas dos pacientes lo saludaron dando los "buenos días" con una sonrisa enorme que fue bastante correspondida por el agitado joven que saludaba. Se dirigió hacía la habitación correspondiente deteniendo su maratón, tosió un poco relajando todo su cuerpo antes de entrar, se limpio su sudor y acomodo las flores que había ocultado dentro de su camisa blanca, igual se peino su cabello negro listo para entrar en la habitación

Abrió la puerta encontrándose con una linda mujer estar acostada en esa cama, repleta de cables pegados a todo su cuerpo,
decidió camina hasta ella, dejando las flores en un florero que dejo hace un tiempo aquí desde que la internaron. Arrojó las flores marchitadas en el sesto de basura para acomodar las nuevas flores que compro. El viento chocaba con las cortinas blancas dejando entrar los rayos de sol que iluminaba por toda la habitación blanca, tomo una toalla húmeda y paso por todo el rostro de esa mujer con bastante delicadeza,  hecho eso, prosiguió en tomar ese peine peinándola con mucho cuidado, uno que otra pasada con el peine le hacia unas trenzas muy pequeñas pero que se podían ver fácilmente

La observo viendo todos los cables estar conectadas a ella en sus brazos y con ese oxigeno que la hacia poder respirar correctamente, estaba muy profundamente dormida en ese sueño sin fin, de fondo sonaba ese aparato de pulso para verificar si todavía seguía con vida, sonrió animado entrelazando su mano con la de ella

—Hola mamá, perdón por haber llegado tarde de nuevo pero esa mendiga escuela no me dejó salir a tiempo, ¡Mira!, le traje sus flores favoritas, son tulipanes—El tricolor tomo un tulipán mostrándosela como si pudiera ver en esos momentos, después termino poniéndosela en su cabello. Volvió a mirar a su madre mientras hablaba de todo lo que hizo en estos últimos meses en la escuela. Paso por varias horas hablado que fue interrumpido por una enfermera que entro en la habitación, no hacia falta que le dijera que se tenía que ir pero era obligatoria que se retirada, sonrió triste, no quería irse y alejarse de ella, no le gustaba para nada la idea de volver a su departamento y dormir en completo silencio; suspiro profundo dando un beso en la mejilla de su madre tomando sus cosas, la enfermera lo miró con preocupación, sabía que esto era bastante duro, vivir sin una madre, estar desprotegido y expuesto a las demás personas que tuvieran malas intenciones

La mujer acaricio el cabello del menor animándolo, no le podía dar esperanzas ya que no sabía con certeza si se iba a despertar o no pero tenía que hacer tan siquiera el intento de que el joven no se desanimara, México miro a la enfermera que le sonreía tiernamente, no tardaron tanto tiempo cuando sus mejillas sacaron un color rojo poniéndolo nervioso, esa mujer era bastante bonita ante sus ojos, sonrió enorme yéndose de esa habitación despidiéndose

Caminaba muy alegre mirando todo a su alrededor, se detuvo de golpe mirando en un punto fijo, si lo pensaba bien no sabía que hacer en su casa, hoy no le tocaba trabajar en ninguno de sus empleos por lo que era difícil saber con que desperdiciar su tiempo. Camino hasta estar en una banca que podía ver perfectamente esa fuente, se dedico en sentarse mirando cada persona que caminaban, unos estaban en familia otros estaban con sus parejas y otros estaban igual de solos que él, nostálgico saca un suspiro, extrañaba a su madre y los días en que iban juntos al mercado los domingos, bebiendo licuados, helados o frutas cada que iban en ese dichoso lugar

𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐥𝐨𝐯𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora