En ocasiones veo pasillos, pájaros, montañas y un río

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Conmocionado no era la palabra, tampoco triste.

Tardó en darse cuenta de qué sentía. Solo notaba palmadas en la espalda, abrazos rápidos y algún apretón en su brazo enfundándole ánimo, todo unido a un constante pitido donde apenas podía diferenciar alguna voz.

Rabiando. Así estaba. Tremendamente enfadado.

Golpeó de forma repetida la puerta de la habitación de su entrenador, ignorando a algunos soldados de nivel más bajo yendo hacia su posición para alejarle. Les dio su peor mirada cuando les tuvo cerca, consiguiendo que algunos frenasen su paso dudando si ir contra él, pero el resto siguió avanzando.

-No tienes autorización para estar aquí - habló una chica, el número tres grabado en su ropa. - Tienes que marcharte.

-Intentad detenerme - les retó aunque fuese minoría. - ¡Roan! ¡Roan!

Su puño no volvió a impactar con la puerta, fue frenado al momento por el fuerte agarre de su entrenador que le miraba de forma seria. Solamente apartó la atención de Axel para pedir al grupo de guardia que les dejasen solos, todo sin soltar aún su brazo.

-Perdonaré tu osadía por las circunstancias - habló de forma pausada, soltándole. - Eres de nivel dos, únicamente el nivel uno tiene autorización para venir a esta zona, pero no el suficiente para llamar a mi puerta como un descerebrado sin modales.

-Me acabo de enterar que mi novia ha muerto - gruñó Axel, resistiendo el impulso de empujarle. - Preguntó a quien encontró su cuerpo por "alguien" - especificó recordando cómo Hunter había sido quien murmuraba en bajo todo el suceso en repetición. - Siempre nos ha hablado de peligros allá afuera, monstruos. ¿Por qué preguntó por una persona?

Una mueca dura se formó en la cara de su entrenador, apenas notable. Axel no se fijaba en los detalles, pocas veces lo hacía, si había conseguido pillar de sorpresa a su entrenador fue gracias a Hunter. Estuvo bastante tiempo en shock por la noticia, donde solo el nombre de Brenda dicho por aquel soldado se repetía en su cabeza, pero no lo suficientemente perdido como para no escuchar a su mejor amigo. Hunter no paró de repasar una y otra vez lo sucedido como si algo se le escapase, siempre tendía a sobre analizar tanto cada detalle que al final daba con la respuesta.

-Hay veces, Axel Kross, que se nos olvida que las personas también son monstruos - apartó sus ojos hacia el pasillo, comprobando a ambos lados que estaban solos. - Por eso estamos en esta situación.

-Quiero una explicación - puso su pie interfiriendo antes de que su entrenador cerrase la puerta. - ¿Quién está ahí fuera?

-Asciende, Axel Kross - posó su dedo en el número dos de su uniforme reglamentario - y tendrás las respuestas que quieres. Hasta entonces, es confidencial. Ahora, lárgate antes de que me replantee si seguir haciendo esta excepción por tu comportamiento.

Por su bien reprimió las ganas de darle una fuerte patada a la puerta cuando Roan la cerró en su cara, dejándole fuera con aún más incógnitas que antes.

Lo único que pudo hacer era concentrarse en la mirada pensativa de Hunter cuando trató de contarle su corta conversación con Roa, palabra por palabra, con la esperanza de que él sacase algo en claro. No era el único, Ellen mantenía una caricia distraída sobre su mano en forma de consuelo por la reciente muerte de su novia, pero su verdadera atención estaba en Hunter que no dejaba de murmurar palabras de forma desordenada. No era nada extraño, en unos minutos tendría un croquis de teorías armado en su cabeza.

-Han llamado a Andrew hace una hora - informó Ellen mientras el rubio ojiverde seguía en su mundo. - Tienen algunas dudas sobre lo de Brenda.

-Bien.

Danger: La FugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora