Eliza no es la única cotilla del grupo de rescate

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A pesar de la pequeña rendija de la puerta, elevó su mano para dar dos pequeños toques, pero nada más escuchar la risa de Lexa, se quedó quieta tras la puerta. Solo bastaron unos segundos para escuchar también las voces de Blake y Ethan.

Se apoyó en el marco de la puerta, no podía ni diferenciar la conversación que tenían, tampoco lo intentaba, su atención estaba en Lexa. Se encontró sonriendo ella misma sin motivo, aunque todo parecía indicar que la razón era ella.

-Primera vez que te veo sonreír desde que salimos del Séptimo Círculo - comentó Axel, ladeando la cabeza como un niño pequeño mirando a Carina.

Borró al instante la sonrisa, manteniendo la compostura.

-Si te mato ahora mismo, también sonreiré - respondió.

-Puedes seguir sonriendo, robot humano, no se lo diré a nadie - comentó divertido, sin inmutarse ante la amenaza de Carina.

Siguió los pasos de Axel con atención, viéndole apoyarse al otro lado de la puerta con la oreja en el marco. Del mismo modo en que le pasó a Carina, Axel poco a poco fue formando una pequeña sonrisa al escucharlos, aunque él sí parecía estar atendiendo a toda la conversación al detalle.

Carina empujó levemente la puerta, teniendo un campo de visión más directo. Consiguió ver a Lexa tumbada en la cama con la cabeza colgando por un lateral, y Blake sentada al lado con el holograma de Ethan ocupando toda la atención. La mirada feliz y anhelante de Axel al verlos hizo que Carina sospechase de lo que estaba pensando.

-Te ayudaremos a traer a tu propia familia, Axel. Solo confía en nosotros y en nuestra experiencia - susurró consiguiendo una sonrisa esperanzada pero triste del chico. - He vivido de cerca la unión de Lexa, Blake y Ethan, sé lo importante que es una amistad tan fuerte.

-Aún no hemos podido salvar a mi familia de Empíreo, pero sí nos salvasteis a nosotros - respondió en el mismo tono, formando una sonrisa dulce. - Habéis hecho más de lo que habría podido esperar, no tengo nada que reprocharos. Sí confío en vosotros, totalmente. Hasta en ti, aunque tengas afición por amenazarme con pegarme un tiro cada segundo.

Si algo debía reconocerle a Axel, era su infinita paciencia y la confianza que había puesto en ellos pese a conocerlos de poco tiempo. Carina no sabía cómo hubiese actuado en su situación, pero entendía como nadie sus ataques de impulsividad y el deseo de ir a buscar a su familia, también lo difícil que era mantener la cabeza fría y esperar.

-Capitana Hill - Bobby Gillan llegó hasta ellos, ignorando las señales de Axel para que bajase la voz. - Estamos a cuatro días de Empíreo, no haber dormido en aquella ciudad nos ha permitido llevar un día de ventaja a lo estimado, podemos...

-No, aprovecharemos ese día, hay vidas en juego, Bobby - volvió a adquirir un tono firme, nada similar al que había usado en su escueta conversación con Axel. - Diles a todos que se preparen, salimos en una hora. Yo avisaré a la capitana Bishop.

-Y a su mujer - añadió Axel con un tono burlón.

-Deberías dejar de juntarte con Eliza, por tu propio bien.

Haciendo caso omiso a sus propias indicaciones, se alejó de la puerta al escuchar que el par de hermanas seguían hablando con Ethan Fuster, permitiéndoles disfrutar un poco más antes de partir. Axel la siguió por la pequeña casa como si fuese su sombra, siguiendo sus pasos y manteniéndose en completo silencio la mayor parte del tiempo.

-¿Ves esa casa? - señaló Axel cuando estuvieron fuera. - Ahí rompí un pomo al abrir la puerta. Fue un desastre, había un monstruo en el techo.

-¿Cómo demonios se rompe un pomo así?

Danger: La FugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora