Había hecho lo imposible para no entablar conversación con Jude y Dean, huía de sus propios compañeros del mismo modo en que debería hacerlo del Séptimo Círculo. Al menos antes de saber la verdad. Su verdad.
Deseaba con su vida que Kalman le haya mentido, pero le creía, no sabía por qué, pero lo hacía.
Le había suplicado que no le dijese nada a Jude Walker. Axel necesitaba averiguar si de verdad Bianca, su hermana, estaba viva o había sido otra de las víctimas de la crueldad de Empíreo.
-Ya lo sabes - levantó la vista viendo a Blake de pie frente a él. Axel asintió, aunque no lo había dicho como una pregunta, más bien una afirmación.
-Kalman me lo contó.
Volvió a bajar la mirada, aunque vio a Blake sentarse a su lado, apoyando la espalda en la pared de la misma forma que él. Sabía dónde estaba, su huida no había llegado muy lejos, se había aprendido el camino para salir de la base subterránea donde también estaba la enfermería hasta llegar a un lateral de la casa de Blake. Todos los soldados parecían tener una pequeña casa propia, excepto los capitanes, las suyas eran un poco más grandes.
-Fui a ver cómo estaba Lexa a la enfermería y no estabas, tampoco ella - murmuró poniendo una pequeña bolsa de tela en su regazo. - Antes de que os trajesen el desayuno. No has comido.
Solo con la mención de la comida, su estómago rugió ligeramente.
-A la manzana le falta un trozo - dijo sacándola de la pequeña bolsa.
-Lo hice con el cuchillo, tranquilo, tengo modales - Axel intentó formar una pequeña sonrisa. - Era para que vieses que no te voy a envenenar.
-Has podido tirar el trozo.
Le gustó el resoplido fastidiado de Blake. Le arrebató la manzana de las manos dándole una mirada mordaz y, sacando su daga con una rapidez y destreza increíble, cortó otro pequeño trozo y se lo llevó a la boca sin dejar de mirarle.
-Yo te veo viva - comentó Axel cuando tragó la comida.
-Si no comes, créeme que habrá un muerto y no voy a ser yo.
Blake no le habló mientras comía. Sorprendentemente esa chica tenía una forma de ser tan atractiva que conseguía aportarle calma hasta en los momentos en los que más perdido y en guerra con sus pensamientos se encontraba.
-¿También? - resopló cuando Axel le tendió un trozo que había arrancado del sándwich que encontró en la bolsa.
-¿Y si el veneno está en el sándwich?
-Si de verdad quisiera matarte, ya estarías muerto.
Aun así, aceptó el trozo. No le quedó otra o Axel no comería.
Sabía que no lo había envenenado, pero disfrutaba molestándola un poco, podría considerarlo su pequeña venganza por el espectáculo que había armado en su interrogatorio.
-Gracias - Blake alzó una ceja al escucharle, mirándole con un poco de ironía.
-Ignoraba que supieses esa palabra.
-Gracias también por lo del transmisor - añadió con timidez.
-No es nada, sé lo importante que es tener noticias de alguien a quien quieres y está lejos - Axel supo al momento que se refería a Lexa. - Tus amigos no se merecen pagar tu torpeza.
-Me gaseaste.
-Me lanzaste un cuchillo.
-Touché - Prefirió darle la razón y no seguir con la pequeña discusión, sobre todo porque la ojiverde no parecía estar por la labor de no acabar con la razón de su parte. - No sé qué me pasa, no debería creeros. Tendría que tirar de Jude y Dean para huir de aquí, pero... creo en lo que me dijo Kalman. Lo hago y no sé por qué.
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Danger: La Fuga
Ficção AdolescenteLa seguridad del Empíreo es impenetrable, tanto que mientras se está dentro de las murallas puedes considerarte a salvo y vivir una vida feliz. Sin embargo, hay peligros allá fuera que cada vez ponen más a prueba la resistencia del Empíreo. Axel Kro...