Fue realmente una gran desilusión que Carina fuese a la pequeña misión de rescate, aunque entendía la importancia de que salvasen al mayor número de personas de Empíreo por las atrocidades que estos cometen; eso no reducía la sensación de abandono que volvía a sentir Jude.
Para nada culpaba a Carina, es más, consideraba que la capitana le llamaba más veces de las que realmente debería, solo para ver su estado, algo que agradecía, mas no podía controlar sus sentimientos, menos ahora.
Por todo lo que escuchaba en el Séptimo Círculo sobre ella, aún le extrañaba que fuese su amiga, que le pusiese tanta dedicación. No había encontrado a nadie que hablase de la capitana Hill como alguien afectuoso o que realmente apreciase las relaciones de amistad libremente, exceptuando a Lexa Hill. Siempre era lo mismo: una chica seria, centrada y solo afectuosa con su esposa.
Jude en cambio, recordaba cada abrazo y cada apretón en su hombro en señal de apoyo y comprensión. Se consideraba un privilegiado, aunque ahora su recuerdo fuese un pensamiento angustioso.
-Mira, olvida el entrenamiento de Empíreo - indicó Ethan. - Tu objetivo es mucho más grande, atacamos monstruos, no soldados. No puedes solo defenderte de ataques directos, muévete más. Eres pequeño, eso es una ventaja y una debilidad.
-Es como un mosquito - comparó Dean Makes, sentado en una esquina aún sudoroso tras terminar su entrenamiento.
Jude asintió a sus explicaciones, aunque no las compartiese. Sí, iba a aprender por su bien y el de sus compañeros a pelear contra monstruos, pero su objetivo sí eran soldados, su corazón estaba envenenado de venganza por la muerte de su hermana Bianca.
Todos querían evitar la guerra directa, Jude no. Soñaba despierto con formar filas y empapar su espada y gatillo con sangre humana. En honor de su hermana y su corazón podrido.
La única buena noticia que pudo encontrar de la marcha de Carina era que durante algo más de dos semanas, iba a descansar del entrenamiento intenso de la capitana. Todos los grupos estaban bajo las órdenes de Ethan, quien daba las instrucciones a Dalai Li y Hasan para ayudarle. Por lo que había escuchado de Dean, quien pertenecía al grupo del chico de la cicatriz, no era tan duro como podía ser Blake o incluso Carina.
Se equivocó al pensar que estaría relajado.
Ethan ponía mucho más empeño en moverse por el terreno, pero además de ello, sobre todo con Jude, le metía tanta caña como Carina. No veía diferencia con o sin su amiga, lo único es que no tenía a Lexa revoloteando por los alrededores.
-Te estoy viendo, Jude - advirtió Ethan, apartando la vista de la llamada con Blake y Lexa, señalándole. - No rebajes intensidad. Vamos.
Jude le miró, pidiendo clemencia en su mente para no usar en su contra los nuevos movimientos que le enseñó Carina.
-¿Puedo bautizar esa mirada como siniestra y sexy como el infierno? - preguntó Dean levantando la mano, guiñándole un ojo a Jude en el proceso.
Siempre tendría la duda si Dean únicamente busca avergonzarle o simplemente habla sin pensar, dándole igual lo que pueda salir por su boca.
Nada de lo que hiciesen o dijesen podía conseguir que Ethan dejase la videollamada con las que consideraba sus hermanas, o al menos eso creía Jude. El capitán ni siquiera se despidió, pulsó dos veces en la pulsera negra que todos portaban, eliminando el holograma de golpe justo cuando Joshua entró en la sala, posándose de nuevo al lado de Jude como cuando le estaba explicando algún movimiento.
-Nunca entenderé esto - fue lo primero que dijo Joshua, avanzando a paso lento y pasando la mirada por la sala. - Tantos lugares para entrenar aquí abajo... que hayan quitado las habitaciones para poner esto resulta estúpido. Lo mejor que teníamos, una vida subterránea, sin contacto con el exterior y sin tanta maldita luz, vamos a terminar todos con cáncer de piel por la incompetencia de Kalman. No ha sabido aprovechar la oscuridad a nuestro favor, encima estaríamos más tranquilos.
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Danger: La Fuga
Fiksi RemajaLa seguridad del Empíreo es impenetrable, tanto que mientras se está dentro de las murallas puedes considerarte a salvo y vivir una vida feliz. Sin embargo, hay peligros allá fuera que cada vez ponen más a prueba la resistencia del Empíreo. Axel Kro...