Por lo general, siempre le había gustado el silencio y los lugares inhóspitos, era una agradable manera de escapar de la molestia que le proporcionaba el gran cúmulo de personas. Sin embargo, pierde su encanto cuando cada segundo estás en riesgo de morir.
Le gustaba la calma sin peligro, tampoco consideraba que pedía mucho.
A pesar de todo, podían considerarle un loco por pensar que aún consideraba buena idea haberle pedido a Axel Kross acompañarle.
Empíreo no era un mal lugar, nadie podría decir lo contrario, había salvado muchas vidas y proporcionado un hogar, pero no dejaba de ser un refugio en tiempo de guerra, una eterna guerra aún en la supuesta paz. No es que Jude fuese alguien sociable, para nada, pero sí le gustaba ver a las personas a gusto y no como una cárcel; el ejército de Empíreo, básicamente lo era. Quizás ese había sido el motivo por el que se terminó fijando en Axel Kross, el chico parecía diferente, levantaba su curiosidad verle tratar desesperadamente de hacer amigos y tener ilusión por cualquier cosa a pesar de la monotonía en Empíreo.
-Tiene que haber un monstruo cerca - advirtió Axel sacando su arma recién cargada. - Huele fatal.
-Somos nosotros - respondió Jude. - Olemos a mierda.
-Esta vez no le quito la razón al traslúcido - le apoyó Lexa.
Apenas hace media hora habían sido atacados de nuevo y aunque haya sido solo un monstruo, el cansancio ya comenzaba a hacer mella en ellos, tanto que hasta dormir las horas necesarias no le parecían suficientes. Lexa trataba de disimularlo, pero Jude que no la dejaba de observar tratando de aprender cómo se orientaba y se ponía en menos de un segundo en posición de ataque, pudo notar que cojeaba levemente. Al igual que Axel debía tener bajo el mono de Empíreo una buena herida.
Al ojiazul se le veía la herida a simple vista, uno de los monstruos que se encontraron en aquel pequeño pueblo se había comido medio pantalón. Mejor su ropa que su pierna.
-Me dijiste que viste un río - recordó Axel. - ¿Dónde?
-Era más bien un arroyo, creo que vimos ranas y todo - recordó la ojiverde con actitud pensativa. - Pero tuvimos varios problemas al salir de ahí, nos encontramos a tres monstruos.
-No creo que podamos elegir, no nos queda mucha agua - informó Jude. - Estoy comenzando a ver que morimos de deshidratación.
-Sí - sonrió Axel de forma orgullosa y Jude le miró sin entender su reacción. - Al menos no ha sido un monstruo, es un récord.
-No tenía pinta de ser potable - advirtió Lexa mirándolos por encima del hombro y ambos se miraron entre sí. Les daba igual. - Qué más da, por aumentar un poco las posibilidades de morir no pasará nada.
No le hacía gracia ir hacia un lugar donde, según palabras de Lexa, su anterior equipo había sido atacado, pero tampoco le gustaba alejarse del territorio que conocía la chica de nivel uno. Si estaban avanzando, era gracias a ella, no creía que Axel y él juntos hubiesen llegado muy lejos. Prefería seguir por zonas conocidas y peligrosas, que embarcarse aún más a lo desconocido, necesitaba por ahora, hasta acostumbrarse, la poca calma que podía suministrarles ese lugar.
Ya ninguno de los dos le preguntaba a Lexa sobre su antigua misión, tenían que conformarse con pequeños detalles de información que soltaba de pasada. Si Jude era receloso con su vida, la ojiverde lo era aún más. No entendía cómo podía tener tanta vitalidad y básicamente, cargar con ellos, porque si no los habían matado ya, era en gran parte gracia a ella; Lexa apenas dormía, al menos en las guardias de Jude la había visto varias veces despertarse y tener un sueño intermitente, incluso alejarse unos metros de ellos a sentarse sola en medio de la nada buscando un poco de aire. Jamás intentó hablar con ella, él sabía interpretar mejor que nadie la necesidad de espacio de cada uno.
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Danger: La Fuga
Fiksi RemajaLa seguridad del Empíreo es impenetrable, tanto que mientras se está dentro de las murallas puedes considerarte a salvo y vivir una vida feliz. Sin embargo, hay peligros allá fuera que cada vez ponen más a prueba la resistencia del Empíreo. Axel Kro...