❝d i e z❞

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San

Sentí como se ponía tenso cuando lo besé, e inmediatamente me aparté, esperando que gritara o me llamara bicho raro y saliera corriendo. Mi corazón latía con tanta fuerza que podía sentir cada latido resonando en mi cabeza mientras el silencio caía sobre nosotros.

─Um ... ─ Dijo, casi inaudible.

─Lo siento. ─ Susurré, mi voz estaba completamente perdida ahora.

No quería nada más que arrastrarme debajo de una roca y no salir hasta que estuviera muerto. Lo mínimo que podía hacer era esconderme en el baño. Así que me levanté para correr y huir.

─¿Qué estás haciendo?. ─ Preguntó él, sorprendido.

─Iba... Iba a ir... Pensé... Quiero decir ¿No estás molesto?. ─ Pero me besó rápidamente devuelta. ─Supongo que eso responde a mi pregunta.

─Sí, debería. ─ Él me dijo, agarrando mi mano.

Miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie alrededor. Entonces sonó la campana, lo que hizo que ambos nos levantemos  de un salto y nos alejábamos el uno del otro.

─¿Continuará?. ─ Le pregunté, citando un libro de John Green: Looking for Alaska.

─Definitivamente. ─ Él asintió con la cabeza, luego se fue a su clase mientras yo me dirigía hacia la mía.

Wooyoung

Todo lo que había pasado... Había estado mal. Sonreí al recordar su aroma característico de vainilla y canela.

─¿Qué te tiene tan feliz?. ─ Preguntó Yeonjun, su tono ligeramente condescendiente.

Fruncí el ceño con molestia pero rápidamente trabajé para ocultarlo.

─Mi mamá me preparó un panecillo Filadelfia para el almuerzo. Estaba delicioso. ─ Mentí sonriendo.

─Oh. Pensé que tal vez era por tu almuerzo con ese chico... Um...

─San.

─Sí... Claro. ─ Él hizo un gesto con la mano en señal de no importarle.

─No sé si me agrada.

─¿Por qué no?. ─ Yo pregunté. Lo estaba intentando con un tono inocente.

─Algo sobre él... Simplemente me parece... Familiar. Como si me recordara a alguien.

─Oh... ¿A quién te recuerda?

Pensó para sí mismo por un momento, solo para chasquear los dedos al darse cuenta.

─Ese chico que se suicidó.

─No sé si veo las similitudes... ─ Me encogí de hombros.

─Oh, bueno... Supongo que puede que tengas razón. ─ Dijo, aunque su tono decía exactamente lo contrario.

Estaba atrapado entre estar completamente preocupado y ser completamente feliz.

Mi mamá estaba dormida en el sofá y mi papá estaba... Bien en alguna parte. Sabía que mis padres no iban a aceptar que fuera gay. Por eso nunca les dije. Pero ahora... Las cosas habían cambiado.

Saqué mi teléfono y le envié un mensaje de texto a San.

Wooyoung: Entonces... ¿Deberíamos continuar ahora o en persona?

Pulsé enviar y esperé. No tardó en responderme.

San: Estoy bien por ahora como están las cosas. Aunque debo admitir, la idea de una discusión importante sobre el libro me hace estremecer honestamente.

Me reí a carcajadas.

Wooyoung: Bueno... Tienes razón. Pero al menos es algo, ¿verdad? Es cierto... Supongo que es mejor hablar de libros y evitar la conversación... Que es lo que estamos haciendo ahora por cierto.

San: bueno, yo no lo llamaría evitar. Yo lo llamaría una conversación casual. Y... Estoy completamente en el equipo de los chicos. No hay chicas para mi.

Wooyoung: Ah... Estoy igual. ¿Tus padres como lo tomaron?

San: No tengo esperanzas, tu seguro que si.

Wooyoung: Vamos, ¿Con mi papá como pastor? Sí, él está tan interesado en que sea gay.

San: Jovencito, no aprecio el sarcasmo.

Wooyoung: ¿Jovencito? ¿Tienes cincuenta? Porque si lo tienes... No creo que quiera besarte de nuevo.

San: ¿Entonces te gustó besarme hoy?

Puse los ojos en blanco.

Wooyoung: No, en absoluto. Por eso te devolví el beso, porque no me gustaba besarte.

San: Oh, cállate.

Wooyoung: Y me gustó tanto besarte. Asumiría que por eso me besaste primero.

San: ¿En que me he metido?.

Él respondió, haciéndome reír aún más.

─¡Wooyoung! ¡Cena!. ─ Mi mamá gritó y, mirando el reloj, me di cuenta de que había pasado casi una hora desde que había llegado a casa.

─¡Ya voy!.

Wooyoung: Tengo que irme ahora, pero hablaremos mañana a la hora del almuerzo. Encuéntrame en la misma mesa en la que nos sentamos hoy ¿De acuerdo?

No vi su respuesta hasta más tarde.

San: Está bien, no puedo esperar. :)





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Ojos de ángel ; woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora