❝t r e s❞

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San
 

           
Más tarde en la noche, estaba sentado en el suelo en la iglesia, escuchando a una pareja hablar sobre el amor y la religión. Traté de concentrarme en lo que estaban hablando, pero no fue fácil.
               
─Una de las preguntas que nos hicieron fue ¿Por qué no está bien salir con alguien que no sigue la misma religión que tú?.

Realmente formaban una linda pareja, incluso yo tenía que admitirlo.
              
─Bueno. ─ Dijo, sonriéndole a su esposo antes de volverse hacia nosotros y seguir hablando. ─No estamos diciendo que no esté bien. Pero lo hace más complicado cuando ellos no creen en lo mismo que tú porque… No tienes una relación tan cercana.
               
Wooyoung levantó la mano de repente y la chica lo dejo preguntar. ─¿Cómo se conocieron? ¿Cómo empezaste a salir con él?.
               
─Nos conocimos en nuestra iglesia.
Y este chico tímido me hizo esperar cuatro meses antes de que realmente me dijera algo. Vino a mí y me dijo que desde que me conoció sentía como si Dios le estuviera diciendo que yo era importante.
               
Wooyoung asintió, como si estuviera pensando en cada palabra que la mujer había dicho. ¿Qué podría estar pasando por su cabeza ahora?. Realmente me lo preguntaba.
              
Llegaron más preguntas y pronto terminó el tiempo para pasar a la noche, osea tiempo de irse. Me estaba levantando para irme cuando Wooyoung empezó a hablarme.
               
─¿No son una linda pareja?. ─ Me preguntó, sonriéndome.
              
─Sí, realmente lo son. ─ Dije, recordando cómo se habían mirado el uno al otro durante toda la charla.

─Espero que algún día pueda tener algo así. ─ Wooyoung asintió con la cabeza. ─Nunca he tenido una cita antes, así que me pregunto si alguna vez sucederá.
               
─La vas a tener. ─ Dije con seriedad. ─Cualquier chica tendría suerte de estar contigo.
               
Él miró hacia abajo.

─Sí... Claro, bueno tal vez algún día... Um, tengo que irme, ¡Te veré mañana!─ Dijo, corriendo hacia su coche.

Creí ver algo en sus ojos antes de irse, pero antes de que pudiera averiguar que le pasaba, se había ido. Parecía casi triste al final, y no estaba seguro de la razón.

Al día siguiente, después de la escuela, estaba sentado en los escalones de la escuela esperando a mi mamá.
Esperaba que pronto pudiera conseguir un coche para no tener que esperar a que ella me recogiera. Jongho estaba de repente a mi lado, sonriendo como de costumbre.
Le murmuré algún tipo de saludo.

─Debería recibir un saludo alegre, no un murmullo. ¿No sabes que soy de la realeza?. ─ Él preguntó divertido. ─Ay, eso es malo de tu parte.

Puse los ojos en blanco. ─Sí, y veo cerdos volando en este momento.
               
─¡¿DE VERDAD?! ¡¿DÓNDE?!. ─ Miró al cielo y los buscó.
             
─Eres un tonto. ─ Murmuré divertido.
              
─Gracias. Ahora, ¿Qué pasa? Por culpa de los horarios estúpidos no pude verte en absoluto hoy.

─Lo sé... Desearía que tuviéramos una clase juntos hoy, y ni siquiera pudimos almorzamos juntos
               
─La escuela nos odia... Lo sabía. ─ Murmuró.
             
─Deberíamos pasar el rato mañana, ¿No?, ¿Quizás una fiesta de pijamas en tu casa?.
    
─¡¿De verdad te estás autoinvitando a mi casa?!. ─ Él exclamo. ─¡Maleducado!.
               
─¿Es un sí?.
               
─Bueno, duh. Ciertamente no sería un no.
              
De repente se escuchó un bocinazo y miré hacia arriba. Mi mamá estaba aquí.

─¡Bien, excelente! ¡Nos vemos este fin de semana entonces!.
               
Subí al coche y me abroché el cinturón, pero antes de que pudiera ponerme los auriculares, ella habló.

─¿Quien era ese?.
              
La miré, la conmoción clara en mi rostro se notaba. Mi mamá y yo realmente no "hablamos". Ella me da solo órdenes como: "Ya es hora de cenar".
               
─Um… Ese era Jongho. Mi amigo. ─ Dije.
               
─Tu amigo... ─ Dijo, su voz se fue apagando.
              
No estaba seguro de qué decir, quiero decir... ¿Mi mamá realmente esperaba que no tuviera amigos? Por la expresión de su rostro, me di cuenta de que sí. No dije nada durante el resto del viaje a casa, y cuando aparcamos, salí del coche antes de que se detuviera.
              
─Mamá. ─ Dije cuando ella entró por la puerta. ─Jongho me invitó a pasar la noche en su casa ¿Puedo ir?.
               
─¿Una fiesta de pijamas?. ─ Preguntó, con el mismo tono que tenía cuando preguntó quién era Jongho.
               
─Sí, ya sabes... ¿Dónde una persona se queda en casa de un amigo por... la noche?. ─ Le expliqué, no muy seguro de cuál era el problema.
              
Ella se quedó callada por unos momentos, luego negó con la cabeza

─No.
               
─¿Qué?.
               
─Dije que no. No puedes.
               
─¿Y no vas a explicarme por qué no puedo?.
               
─Porque dije que no, fin de la discusión. ─ Dijo y luego se dio vuelta para caminar hacia su habitación.

─Pero... ─ Tartamudee, siguiéndola a su dormitorio.

Entonces me di cuenta la razón y tenía ganas de gritar de la frustración.

─Crees que es un novio mio.
               
Ella se estremeció ante eso. ─No, simplemente no…
               
─No me mientas mamá. Ambos sabemos que no puedes mentir.
Apestas en eso. No me quieres allí porque crees que Jongho y yo haremos algo.
              
─De hecho, sí lo hago.
               
─Bien... ¡No lo haremos! No le gustan los chicos. En absoluto. Y él no me gusta de esa manera. En absoluto. ¿Si?.
               
─Bueno. Pero todavía no tienes mi permiso, no vas a ir.

Solo me quedé mirandola. ─¿Sabes qué mamá? Yo voy. Pero no iré mañana. Me voy esta noche. ─ Dije, girando sobre mis talones y entrando en mi habitación para empacar algunas cosas. Corrió detrás de mí y me agarró del brazo, pero la aparté y tiré algunas cosas en otra bolsa, agarré mi mochila y salí corriendo de la casa.

Si hubiera podido, también habría tomado su coche, pero en realidad no soy tan malo. Tiene trabajo, y además la caminata no es para nada larga. Dejé a mi mamá parada en la puerta mientras me dirigía hacia la casa de Jongho. Él me abrió la puerta de su casa cuando llegué allí, y ni siquiera preguntó nada cuando vio mi cara. Simplemente agarró mi bolso y me dejó entrar. Aunque no sabía todo sobre mí, Jongho seguía siendo mi mejor amigo.



 
              
              




¿Todxs extrañamos a Mingi no?
Ojala pronto vuelva 🛐. (Este capítulo fue escrito cuando Mingi estaba en hiatus)

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Ojos de ángel ; woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora