❝v e i n t e❞

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San

Pasamos el día siguiente descansando en la sala de estar de la Sra. White.

A pesar de que era viernes, Wooyoung y yo estuvimos de acuerdo en que un día sin de clases no nos haría daño. Nadie nos había dejado en paz de todos modos, un poco de tranquilidad no vendría mal.

No era difícil imaginar por qué Beomgyu se suicidó.

No. Pensé con vehemencia. No digas eso San. Tienes a Wooyoung. No puedes dejarlo solo en todo esto.

Y supe que era verdad.

Miré a Wooyoung, que estaba a mi lado en el suelo con las mantas a nuestro alrededor.

Habíamos tenido un día entero de películas y fue fantástico.

Sabíamos que pronto tendríamos que limpiar para que no fuera un desastre cuando la Sra. White y Claire regresaran, pero todavía no.

─¿Qué quieres ver ahora?. ─ Me preguntó, apoyando su cabeza en mi hombro.

─Tú. ─ Murmuré, oliendo su cabello.
Olía a fresas.

─Eso no es para nada espeluznante. ─ Bromeó.

Volvió la cabeza y me encontré con sus ojos clavados en los míos.

Eran tan hermosos que podría perderme en ellos.

─Me estás mirando mucho. ─ Dijo él sonriendo.

─No te estoy mirando mucho. ─ Dije, sin apartar los ojos de él.

─¡Sí!.

─¡No, no, no!.

─¡Sí, idiota!.

─¡No soy un idiota! ¡Tu si!.

─Oh, ¿Lo soy?. ─ Él me preguntó.

─¡SÍ, Y LO PROBARÉ!.

─¡¿Cómo?!.

Lo atraje hacia mí y lo besé,
subiéndome lentamente a su regazo.

Mi corazón estaba acelerado y mi estómago lleno de mariposas, dejé que mis manos se enredaran en su cabello.

─San, te sientes terriblemente juguetón hoy. ─ Bromeó.

─¿Demasiado?. ─ Pregunté, asegurándome de no incomodarlo.

─Mm... No, estamos bien. ─ Él dijo.

Volviendo a besarnos, nos quedamos así por un tiempo.

Nos dejó a los dos respirando con dificultad.

En algún momento, sus manos alcanzaron el dobladillo de mi camisa, y sentí una mano pasar por debajo de la camisa y alrededor de mi cintura.

─¿Qué ocurre?.

─Ahh... Nada, nada. Yo solo...

─¿Demasiado?.

Lo miré tímidamente.

─Un poco.

Él se apartó un poco.

─Lo siento. ─ Dijo haciendo una mueca.

─¡No! No, esta bien. Lo prometo. Solo te estaba dando espacio, eso es todo.

─Oh... Oh, está bien. Bueno, gracias.

Hubo un momento de silencio y luego ambos nos echamos a reír.

─Eres un idiota. ─ Bromeé.

─Y tu eres un friki. Uno caliente por cierto.

Puse los ojos en blanco.

─Vamos, limpiemos y dejemos de ser unos vagos.





Espero que les este gustando 😊

Mil gracias por leer, votar y comentar. ♡

Ojos de ángel ; woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora