Me destrozaba el corazón ver a mi tía May preocupada por el dinero. No podía ocuparse de los pagos de la casa solamente con el dinero de su jubilación. Su salud tampoco era la mejor y veía como las facturas se iban acumulando.
Para ayudarla debía conseguir un trabajo. Pero, ¿sería suficiente? Veamos... pizza de Heno Cabaña. O el lavado de autos. O... mmmm. Era muy poco. Con propinas no íbamos a solucionar nuestros problemas.
Entonces pensé que la solución estaba a mi alcance, solo debía dejar de lado mis escrúpulos. Nada me costaría hacerlo.
Es decir, siempre estaban los veinte mil dólares que estaban en casa de los traficantes de droga. Claro que ellos nunca pondrían ninguna objeción, no podrían ir a la policía a denunciar el robo de su dinero sucio. Adelante, tómalo.
La tía May necesitaba esa operación. Su seguro médico no cubriría eso. ¿Por qué debería sufrir de dolor? ¿Quizás morir? Ahí estaba el dinero. Nadie lo sabría.
Spider Man podía moverse como un fantasma.
Lo iba a hacer. Estaba a punto de cruzar la línea, solo veía las posibilidades frente a mí. Y había pensado que ser el amigable vecino sería algo fácil.
Y ahí estaba. En casa de los narcotraficantes uno de ellos estaba contando los fajos de dinero. Se dio vuelta y mis manos rápidas alcanzaron los billetes. Los guarde a todos en una bolsa. El delincuente se encontró cara a cara conmigo. Estaba anonadado.
-¿Qué demonios miras, imbécil? -le grite furioso.
Después salté por la ventana con mi dinero.
A la mañana siguiente, en el estacionamiento de un barrio de lo peor. Asfalto, graffitis, pobreza. Unos niños jugando baloncesto. De repente cientos de billetes cayeron.
¿Qué iban a hacer? ¿Rastrear todos los adictos al crack y devolverles? De todos modos, yo imagino que hay más de una manera de ser un santo en este mundo. Pero tengo que decirlo, incluso luchar contra Sandman fue más fácil que poner esa bolsa boca abajo.
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Mientras tanto, Strand no perdía el tiempo y analizaba los avistamientos de Spiderman. Su obsesión era fija, o el arácnido se unía a ellos o lo iba a hacer polvo, porque algún presentimiento le hacía pensar que Spiderman era su enemigo definitivo, el único capaz de precipitar su caída.
Desechando los incidentes falsos para desacreditar a Spiderman (que él sabía dónde sucedían porque los financiaba), Strand se concentró en los que eran reales. Hizo un análisis de estas apariciones y trazó un mapa de Nueva York y notó que sus actividades parecían centrarse en el área de Queens. Rápidamente, Strand ordenó a sus secuaces centrar su búsqueda allí.
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En una televisión local apareció una entrevista a una hermosa joven pelirroja. Había sido presentada como una estudiante de la secundaria local y afirmaba haber hablado con Spiderman.
Su nombre era Mary Jane y estaba indignada por la paliza que está recibiendo en los medios de comunicación.
-Spiderman me salvó -afirmaba-, él es amable y gentil. Es un héroe y deberíamos estar agradecidos de que esté aquí.
Su voz reflejaba toda la convicción de alguien que no había perdido la fe en el amigable vecino arácni
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SPIDERMAN DE JAMES CAMERON (CON TOM HOLLAND)
Action¿Cómo hubiera sido la película del héroe arácnido de James Cameron? En los 90 estuvo a punto de hacerse realidad una película de Spiderman dirigida por el director de Titanic con el aval de Stan Lee. En esta novelización del scriptment original tend...
