SPIDERMAN DE JAMES CAMERON (CON TOM HOLLAND)

Capítulo 7: Una nueva realidad

Caminaba por los pasillos del colegio. Mangas abajo... mirando nerviosamente a mi alrededor. ¿Quién sabe? Quizá había algo diferente en mí, algo que yo no había notado, pero los demás sí lo harían. No lo sabía. ¿Y si me había convertido en un monstruo?

Nadie se fijaba en mí. Seguía siendo el mismo chico invisible de antes. El cambio más profundamente imaginable me había pasado, y nadie más lo sabía... o necesitaba saberlo. Lo cual era bueno... porque era suficiente ser un inadaptado. No tenía sentido hacerles saber que era un monstruo completo.

En clase de biología le dije al maestro que quería hacer el proyecto de termino de curso sobre las arañas.

-¿Arañas? -exclamó horrorizada Mary Jean- si son tan repugnantes.

Lamenté mucho que a Mary Jane le pareciera horrible mi idea sobre las arañas, pero al final yo iba a hacer la mayor parte del trabajo, además yo lo hacía porque quería saber más de mí mismo, aunque no podía decirle eso exactamente.

Después de la escuela me fui a un depósito de chatarra, donde me puse a practicar con mis habilidades, después de asegurarme que no había nadie en las cercanías. La práctica de ese día consistió en aprender a controlar el caudal de mi telaraña, el diámetro, la dispersión, etc.

Tenía que hacerlo tan bien como una araña real. Lo arruiné muchas veces, salía chorreando, sin fuerza, a donde no había apuntado; sin embargo, me di cuenta de que no estaba perdiendo mi tiempo, pues cada vez me hacía más preciso. Aprendí a lanzarla como las balas de una pistola. Me hice bueno derribando latas de refresco, incluso lanzándolas al aire.

Al terminar dejé el lugar hecho un desastre, lleno de telarañas por todas partes.

Mi tía May se sorprendió mucho cuando bebí medio galón de leche y comí vorazmente. Sabía muy bien que mi cuerpo trataba de reemplazar la proteína que había consumido con el ejercicio.

-Me alegra mucho tu buen apetito, Peter -me felicitó.

-Es la etapa de la adolescencia, tía -le respondí por salirme del paso.

Más tarde trabajaba en la tarea de biología, no quería que estos cambios arruinaran mi vida. Ya era un problema lidiar con la escuela, los matones y las chicas. Y ahora era... ni yo lo sabía.

Mi ventana estaba abierta. Miré hacia la negrura de afuera. Entonces sucedió algo extraño. Era como si el exterior me llamara. Como si ejerciera un poderoso efecto de atracción en mí. Ya no le tenía miedo a la oscuridad, me sentía listo para enfrentarla.

De un salto estaba en la ventana. Subí al tejado. Lo podía ver perfectamente todo. Salté a la casa de al lado. Las alturas no me intimidaban.

Me alejé corriendo.