Capítulo 28: El secuestro

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En su lujosa sala de estar de Manhattan, Strand estaba viendo un video presentado por Boyd. Era una grabación que se había filmado el día anterior. Un tembloroso disparo de lente largo, bastante amateur, en el que aparecía Spiderman sorprendiendo a Mary Jane, luego se besaban y, finalmente, la levantaba en sus brazos para balancearla en la oscuridad.

-Lo seguí durante dos días –mencionó el criminal de arena, con un tono no exento de presunción-, pero al final valió la pena. Apostaría mi dinero que esta niña es la que le mueve el piso al arañas.

Strand sonrió. Simplemente movió su cabeza asintiendo. Maquinando.

Esa noche MJ se hallaba en su habitación haciendo sus tareas. En sus audífonos sonaba música romántica, música inspiradora para ella. En eso se le antojó ir a la cocina a tomar un vaso de agua, pero en su camino surgió una presencia atemorizante. Un gigante de polo a rayas con cara de maniaco, el grito que lanzó Mary Jane se ahogó en el pañuelo que el tipo le puso en la cara. Instantáneamente se sumergió en la absoluta inconsciencia.

Cuando MJ despertó se encontró frente a un hombre con un traje elegante que la miraba con una sonrisa malvada. La joven tuvo miedo, era una prisionera y no tenía ninguna posibilidad de escapar.

Más tarde, Peter salió a dar unas vueltas como Spiderman y de paso ver, aunque sea a la distancia, a MJ. La extrañaba mucho y mirarla sería suficiente alegría para él.

Sin embargo, al llegar a su casa esperó en vano verla por su ventana. ¿A dónde podría haber ido? Espió la casa, su padre estaba en la sala bebiendo una cerveza y viendo la televisión. Se decidió investigar dentro, le era inevitable tener un mal presentimiento, pero estaba esperando que solo fuera su imaginación.

Lamentablemente no era así. Su cuarto estaba vacío, su cuaderno estaba ahí ubicado bajo la lámpara, su teléfono a un costado, un libro abierto. Había estado haciendo sus tareas. De pronto, bajó su bota sintió algo, estaba por todo el suelo.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente.

Era arena.

En ese mismo momento la televisión y los canales de Youtube, transmitían un informe de Jonah Jameson en el que exhibía un video que había sido remitido a la estación en forma anónima. En ella se veía a Spiderman sorprendiendo a Mary Jane, le seguía un corte y luego aparecía Spiderman llevándose a la chica. La grabación había sido editada quitando la escena del beso.

Jameson vociferaba alarmado que no se contaba con más pistas sobre el caso de la joven desaparecida y que el video era evidencia contundente que el secuestrador era la amenaza arácnida. Y al decir esto Jameson afirmó que él siempre había sabido que el verdadero villano de esta historia al final se arrancaría la máscara y mostraría su auténtica faz.

Mientras se desarrollaban estos ataques mediáticos contra Spiderman, este no había perdido ni un solo segundo y se columpiaba de rascacielos en rascacielos, atravesando milla tras milla hacia el otro lado de la ciudad. Nunca había empleado tan al extremo sus habilidades y llevaba sus cálculos de salto el límite de lo mortal.

Llegó a la mansión e irrumpió rompiendo las ventanas usando su peso y fuerza. Buscó la mansión y se encontró el cuerpo de una mujer tendido en el piso. Lo primero que notó fue que ella no era Mary Jane. Se aproximó y vio la cabellera rubia de la mujer. Era Cordelia y estaba muerta.

Escuchó una voz proveniente de un inmenso televisor frente a él. Carlton Strand sonreía triunfante, de fuera del marco jaló a Mary Jane que apareció aterrada.

-Quieres verla, ven a esta dirección –y le mostró un letrero, la ubicación seguía siendo dentro de Manhattan-. Ten cuidado de que no te siga el equipo SWAT. No me gustan los problemas.

La transmisión terminó. Las últimas palabras de Strand lo habían dejado inquieto, se sentido arácnido se activó un microsegundo antes que la puerta volara y unos puntos infrarrojos aparecieran en su cuerpo.

Tenía un equipo SWAT frente a él. Dio un paso atrás y pensó en él como la única persona en el lugar junto a un cuerpo sin vida. Se veía muy mal.

-Lo siento, chicos. No puedo quedarme.

Abrieron fuego y Peter saltó, giró y se agachó esquivando las balas. Se lanzó al otro lado de la habitación disparando telarañas al techo y arrastrándose por el piso.

Los fusiles continuaron escupiendo balas, pero Spiderman usaba los muebles como parapetos y distracción. De pronto una telaraña salió por una ventana abierta atrapando un mástil y como si fuera un misil Spiderman surgió eyectado hacia la ciudad.

Se balanceó hacia el otro lado de la calle cuando frente a él apareció un helicóptero de la policía que se precipitó hacia él con la clara consigna de aplastarlo. Spiderman logró esquivar el golpe, pero helicóptero rasgó la telaraña y cayó hacia el vacío.

Lanzó telarañas a todos lados hasta que una de ellas se pegó a una ventana haciéndolo girar por los rascacielos arrojándose hacia un callejón. Saltó y se balaceó calle abajo, perdiéndose...

SPIDERMAN DE JAMES CAMERON (CON TOM HOLLAND)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora