SPIDERMAN DE JAMES CAMERON (CON TOM HOLLAND)

Capítulo 29: En la boca del lobo

La persecución contra Spiderman era la noticia principal en todos los medios.

Su fuga de la policía, el secuestro de Mary Jane y ahora el asesinato de Cordelia, toda esa mierda apilándose sobre el nombre de Spiderman.

Las transmisiones en vivo realizadas desde helicópteros seguían a los policías en las calles a pie o en patrulleros, y en el cielo los helicópteros policiales dando vueltas. Uno de los helicópteros incluso consiguió una toma fugaz de Spiderman, balanceándose de un edificio a otro, pero había sido solo un instante.

Peter, finalmente, llegó al edificio de Strand. Lo escaló con movimientos rápidos y furibundos. ¡Demonios!, no quería ser visto. No quería poner en riesgo a Mary Jane estando en manos de un psicópata como Strand..., sin mencionar al peligroso Boyd. Nunca había llevado tan al extremo sus habilidades, sin embargo, no sentía ni una pizca de agotamiento.

Spiderman se coló por una ventana abierta para enfrentarse con Strand. El criminal tenía a MJ cogida de un brazo, Peter se fijó en sus guantes negros, gracias a los que evitaba electrocutar a la hermosa muchacha. Ella parecía estar bien, asustada, pero bien; afortunadamente sin ningún tipo de lastimadura. Lo miraba con ojos suplicantes, ojos que pedían auxilio.

-Dejala ir, Strand -dijo Peter dándose cuenta que era un estúpido al pensar que Strand la liberaría solo porque él se lo pedía.

Strand solo se encogió de hombros.

-Ella no me importa ahora que estas aquí. Ella era solo un señuelo -y la liberó de su zarpa enguantada.

Spiderman y Mary Jane se abrazaron. Sus labios temblaban.

"Es difícil conseguir una reunión contigo, niño.

Luego hizo un gesto al mundo puesto a los pies de Peter, como si fuera algo que hizo solo para él. La ciudad brillaba como mil millones de joyas hasta donde el ojo humano podía ver.

-Relájate, chico. Solo quiero hablar.

-¿Acerca de qué?

- Acerca de ti. Sobre tu carrera. Piensa en mí como una especie de consejero vocacional. Entonces vamos toma tu campo elegido... héroe. ¿Ves? Mala elección. Recomiendo no hacerlo.

-No depende de ti.

Strand se acercó a la ventana y miró a la calle. Puso sus manos en sus caderas como inspeccionando el mundo de abajo, como si él fuera el gran jefe de todos.

-Piénsalo. No puedes salvar el mundo. ¿Por qué? Porque no puedes salvar a la gente de ellos mismos, de su propia brutal naturaleza. O eres un depredador o una presa en este mundo. Un asesino o una víctima. La gente es violenta por naturaleza, estúpida, confusa, codiciosa. ¿Por qué desperdiciar tu regalo a las masas ingratas que les encantaría ver cómo te arrancan la máscara y ver como te arrastran a través del lodo? Lo único que aman más que a un héroe es ver a ese héroe fallar, caer, arruinado, para verlo expuesto en un escándalo, arrestado con los pantalones bajados, atrapado con las manos en la masa. ¿Sabes por qué? Hace que ellos se sientan mejor con sus vidas miserables -se volvió dramáticamente hacia Spiderman, aproximándose a él-. Es un mito que la gente necesita héroes. ¡La gente odia a los héroes! Los héroes los hacen sentir miserables. Al crear ejemplos que nunca podrán igualar. Siempre que los medios puedan mostrar que la gente a la que respetan son igual de retorcidos por dentro como ellos, estarán tranquilos. Podrán dormir por la noche. Ellos podrán enfrentar sus rostros hinchados en el espejo por la mañana.

MJ miró hacia Spiderman, era imposible leer su expresión a través de la máscara desde su perspectiva. Sin embargo, ella no había dejado de creer ni un poco en él, si alguien podía enfrentar a esta gente era Spiderman.

"La miseria ama la compañía -continúo Strand, acercándose más a Spiderman, esta vez levantó un dedo acusador-. Quiero que esto funcione. Eres un niño inteligente. Como esas pulseras falsas. Eso fue una buena idea.

-¿De qué estás hablando? -inquirió Peter intrigado y a la vez nervioso.

Strand puso su mano sobre los hombros de Peter. Habló en tono conciliador.

-Hijo, conozco tu secreto. Mira analicé el material web que dejaste por toda mi vida. Es seda de araña real.

Agarró la muñeca de Peter y le arrancó los tiradores falsos. Strand era un tipo demasiado fuerte, tanto como Boyd, por lo que en vano trató de retirar su brazo y poco pudo hacer cuando Strand dobló su mano hacia atrás lo que obligó a su telaraña a surgir. Mary Jane se quedó sorprendida al ver eso. Peter vio el miedo en sus ojos y su voluntad parecía colapsar. Él vio que todo lo que ella sentía por él cambiaba en un segundo. Era verdad. Él era un bicho raro. Ya no era humano.