SPIDERMAN DE JAMES CAMERON (CON TOM HOLLAND)

Capítulo 27: Romance arácnido

Mary Jane había comenzado a sentirse mejor consigo misma después de su primer encuentro con Spiderman, al sentir que alguien que se había preocupado genuinamente por ayudarla. Por eso lo había defendido ante la prensa. Era su forma de decir gracias y devolverle el favor de cierta manera.

Pensaba en estas y otras cosas mientras se hallaba sentada en su lugar privado. Entonces algo liviano cayó detrás de ella. Se sorprendió y al volverse se encontró con Spiderman. Esa repentina presencia le causó inesperados sentimientos de alegría y después una ráfaga de excitación recorrió su ser cuando él le ofreció su mano.

-¿Aún confías en mí? -le preguntó y era como si detrás de la máscara estuviera sonriendo.

Su respuesta fue un beso. Dulce y conmovedor. Sus labios separados por la tela transparente de la máscara. Ella pudo sentir su aliento en su rostro.

-¿Adónde vamos? -inquirió ella.

-Es una sorpresa.

El puente de Brooklyn. Una vista impresionante desde cualquier ángulo que se viera. De pronto una forma pequeña se balanceó en un arco, corriendo más allá del soporte de cables. Era Spidey con MJ en sus brazos. Disparó otra hebra de telaraña, se balanceó hacia una de las torres de piedra, y corrió por el costado. Ella es liviana como una pluma en sus brazos. Ella gritaba como un niño montando un coloso, con miedo y regocijo. Sus gritos continuaban desvaneciéndose mientras él la llevaba hasta vertiginosas alturas.

En la parte superior del puente se escuchan los gritos de Mary Jane. Spidey apareció y la dejó en tierra firme. Ella se aferró a él, mirando hacia abajo y alrededor con asombro. Había puesto el mundo a sus pies. No podía creer que le estaba pasando esto.

Peter y Mary Jane se acomodaron en la parte alta. Era una noche cálida de primavera. Y el momento era magia pura. De la nada Mary Jane recordó que alguna vez escuchó decir que el puente había sido construido en el siglo XIX.

Se estaba preguntando porque de pronto había recordado eso cuando Spiderman se paró frente a ella. Ambos formaban la silueta de una pareja perfecta bajo la luz de la luna.

-El cortejo entre las arañas es muy ritualizado -habló él con una voz suave-. Varía de una especie a otra. La araña macho puede rodear a la hembra, o agitar sus patas delanteras... como señal de que no es una presa.

Spiderman se movió en un arco hipnótico a su alrededor. Levantó sus manos en un movimiento de danza, luego los bajó.

"La hembra -continuó- suele señalarle voluntad con inusual pasividad.

MJ tomó un respiro profundo. Sus labios tiemblaban. Sus rodillas se debilitaban. Sus ojos, sin embargo, estaban firmes, mirando a la silueta ante ella. Ella no se movía ni hablaba. Sentía deseos, se encendía la pasión. Él se acercó.

"En ciertas arañas cangrejo, como Xysticus, el macho unirá hebras de seda a la hembra, atando sus extremidades...

Spiderman movió sus manos con gracia sobre ella. Sus brazos estaban atados, pero ella no tenía miedo, por el contrario, sentía más curiosidad.

"Dado que la hembra puede liberarse en cualquier momento, los lazos solo tienen significado simbólico.

Cuando dijo esto Mary Jane se dio cuenta que podía liberarse fácilmente de la telaraña. Dejó escapar una risita de diversión.

-El macho -apuntó MJ- debe ser muy atrevido... para tomarse tales libertades con la hembra depredadora.

-Sí, es muy atrevido. Pero también debe confiar en ella -Peter se acercó a ella, mucho-. Cierra tus ojos.

Él se quitó la máscara y la besó. Sus bocas se devoraron lenta y sensualmente la una a la otra. Peter y MJ se olvidaron de todo alrededor de ellos. Era fascinante, suave, poderoso. Él le subió la falda. Hicieron el amor, muy por encima del mundo.

Ella mantuvo los ojos cerrados en todo momento.

£€¥Ω₺₻₼₾£€¥Ω₺₻₼₾

Al día siguiente Mary Jane tarareaba feliz una canción, mientras dejaba que una tarántula caminara sobre su brazo en la clase de ciencias. Dos de sus amigas del grupo de las chicas pesadas se le acercaron y estaban completamente asqueadas. Las muchachas le hablaron del efecto negativo que estaba teniendo Peter Parker en ella.

-Debo entender -les dijo MJ- que no les agradan las arañas.

-¡Estás loca! -casi gritaron al unísono- Son cochinas.

-Entonces le doy el siguiente consejo: váyanse a la mierda.

Las dos se quedaron en blanco. MJ se rio de ellas y se dio la vuelta ignorándolas. Se estaba volviendo más segura de sí misma... más capaz de ser diferente. La necesidad de aceptación había sido desechada. Su máscara ya no era importante.