6. Copito de nieve

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¿Recuerdan como en un principio él planeaba escapar de su hermana para subir a la montaña rusa sin ella por temor a que vomite? Pues ahora, irónicamente, se trataba de que él se hallaba vomitandodetras de un puesto, su hermana le sostenía el cabello y acariciaba su espalda, dando frases de alivio a su hermano, o al menos lo intentaba, no paraba de reírse. Debería poner ahora mismo otro recordatorio mental: nunca más comer la comida chatarra que sirven en la ferias por que causarán in malestar estomacal. Emmy, por un absurdo que sonará lo que vaya a decir ahora, había hecho un reto con su hermana para ver quien comía más comida chatarra antes de llegar a vomitar, y el que ganara le pediría un favor al perdedor y este tendría que cumplirlo si ó si, y como ven el albino perdió, dejando a su hermana como ganadora y poseedora de los doscientos dólares.

Tuvo que limpiarse la boca luego de eso, y comprar una camisa en uno de los puestos, porque la que tenia puesta se hqbia manchado con vomito. Sentia una vergüenza sin igual por llevar puesta una camiseta que dice Soy muy guapo y me deseas, quería que la tierra se lo tragara para no sentir mas esta pena. Y era esa camiseta o eran otras con frases con claras referencias sexuales. Se compraron un poco de algodón de azúcar para pasar el mal sabor de boca, esperando a que su hermana pensará en un favor para pedirle, pero pronto pareció ocurrir una idea em su mente que la hizo sonreír.

- ¿Recuerdas a Carly Myers? - inquirió, a lo que su hermano asintió confundido-Ella me pidió tu número.

- ¿Y eso que?

- ¡¿Y eso que?! ¡Le gustas tarado! -no hubo reacción aparente en el muchacho, ni un sonrojo. A Emmy esa chica no le parecía más que una vil zorra, una cualquiera a la cuál si se le ofrece un poco de dinero se aceptaría acostarse xon él... De hecho, en unq ocasión, semanas antes de su partida de Dallas, la encontró en la calle, ofreciendo sus servicios, le pago dinero y tuvieron algo de sexo casual. Y cabe mencionar que todo eso que decían que ella era una diosa en la cama y que se cuanto, para él no había sido la gran gloria como decían otros. Se preguntaba si la razón por la que pedía su numero era para reclamarle el resto del dinero que le debía, pero tan solo eran veinte dólares, nada más-Yo creí que te gustaba y por eso le mirabas tanto el trasero.

-Una cosa es que me guste verle el trasero a la gente y otra que me guste esa persona a la que le veo el trasero-le aclaro a la chica-para mi es una zorra con un gordo trasero.

-Que te jodan-bufo ella-aun así le pasaré tu número y hablaras con ella.

Solto una carcajada, quizá esa le hablaría, pero el jamas de los jamases le respondería a sus mensajes. Cambiando de tema, aprovecharía escapar cuando su hermana entre a uno de esos baños públicos, olían asquerosos, pero era eso o ir al bosque a orinar. Tal como dijo, ella entro al baño, le dijo que la esperara, pero eso no estaba dentro de sus planes. Se dio la media vuelta y comenzo a caminar, perdiéndose entre la multitud de gente, su paso era firme con destino a la montaña rusa, colocándose en la fila sin ser notado por nadie de esta, debería de esperar un par de minutos para no levantar sospechas, de no ser así, lo sacarían de la misma-Tu camiseta no miente-pego un sobresalto al sentir esa grave y profunda voz en su oído, al girar se topo con Bob, sintiendo su cara arder al instante sin razon alguna- ¿Que tal mi copito de nieve?

- ¿Copito de nieve? -repitio, aumentando el rubor en sus mejillas.

-Si, es que eres mi copito de nieve-declara sonriente, acariciando su mejilla-un copito de nieve que se tiñe de un rojo escarlata.

Lo golpeo en el hombro, rompiendo el agarre de este sobre su mejilla-Existen otras formas en las que se puede teñir uno de ese rojo escarlata-bramo con firmeza, aclarando su garganta dirigió su mirada de regreso a la fila-Cambiando de tema, planeas subirte a esa cosa infernal.

- ¿Te refieres a la montaña rusa? -dijo, volteando hacía la misma dirección-Creo que si es contigo no estaría tan mal subir.

- ¿Siempre eres así de galán?

-Casí siempre-respondio guiñando un ojo coqueto, sacándole una sonrisa al albino-normalmente para muchos soy bastante aterrador.

El albino iba q responder pero fue interrumpido por el que emplea en la máquina, ya era el turno de ellos para subir. Caminaron hasta los asientos del medio casi en el fondo al ser los únicos libres. Un escalofrío sumqdo a un molestar en la boca del estómago sintio al recordar esa escena en Destino final 3, al principio, cuqndo la protagonista tiene la predicción de que todo se iba a la completa mierda en el vagón de la montaña rusa. Mierda. No era un buen momento para recordar tal escena. Solto un sobresalto cuando dio marcha, tomando por inercia la mano del joven a su lado, tenía miedo, uno irracional, un miedo que él sin ser consciente de ello, satisfacía la necesidad de miedo de aquél ser infernal que se hallaba a su lado. El recorrido inicio y el chico no hacía mas que presionar su agarre, y cuando la primera bajada llegó, sus labios se encontraban sellados, ni un grito salió de su boca no tenía aire en sus pulmones para gritar, y no hacia mas que agarrar con fuerza la mano del mayor a su lado.

Y cuando este termino al fin, a su lado Bob no paraba de reírse del como el menor no podía dar un paso sin que sus piernas dejarán de temblar, teniendo que sostenerse del mayor de altura para no caer. Haber subido a esa cosa había sido un completó error de su parte, y recargarse sobre el mayor era la única forma en la que no podría caerse-No te hubieras subido si sabías que acabarías así-dijo entre risas, recibiendo una torva y severa mirada por parte del albino-Ven, te invito algo de pizza, se que te gusta.

-Acepto-dijo, poniéndose derecho y caminando a zancadas se dirigieron al puesto de comida mas cercano-Danos una pizza de tamaño familiar con peperoni y si tenes lanza algunos hongos arriba.

- ¿Es rica con esos ingredientes? -interroga el mayor, tras haberse sentado juntos en una de las tantas mesas.

-Cualquier pizza con hongos es deliciosa-declara sonriente.

-Yo las prefiero con más carne-admite el mayor, sorprendiendo al muchacho-, pero puedo ver qué tu la prefieres con esos alucinógenos legales.

-Pff, jamás había escuchado a alguien hablar de esa forma de los champiñones.

-Pues ya ves, siempre hay una primera vez para todo-comenta, sacándole una carcajada al albino, aquello se sintió como el cantar de los ángeles para el mayor de altura, quien no dejaba de sonreír ni de mirar al chico en ningún momento, ni siquiera cuando su pedido llegó y esa chica hizo uso de sus atributos oara coquetear al par, pero sin frutos-, bon appétit mon flocon de neige.

-Mi no saber francés-bromeo, sacando una risa al mayor-me lo traduces por favor, si no es mucha molestia, claro está.

-Buen provecho, mi copito de nieve.

Copito de nieve ᴾᵉⁿⁿʸʷⁱˢᵉ/ᴮᵒᵇ ᴳʳᵃʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora