14. Helado de chocolate

586 133 10
                                    

La mujer hacía algunos preparativos para esa misma tarde, tenía planeado celebrar un lindo cumpleaños en compañía de su hijo, había reservado toda la pizzería del pueblo oara que fueran almorzar allá en familia y poder celebrar un agradable cumpleaños todos juntos sin distracciones externas, pero ahora la principal de sus preocupaciones era sacar a su hijo de la cama, sabía bien lo mal que ponía ek día de su cumpleaños, extrañaba a su padre y era comprensible, pero ya habían pasado mas de diez años, no había nada que ella pudiera hacer, su hijo aunque el aparente ko contrario, aún era un niño dulce y demaciado sensible que lloraba por todo, y ahora, tendría algo de suerte si veia a su hijo sonreir genuinamente o verlo derramar un ñar de lágrimas por que el perro de la película se murió, en ese ambito le recordaba demaciado al padre del mismo, aún se cuestiona como due posible Timothy Shinawatra se uniera al ejército conociendo lo sensible que era, Timothy era el padre de Emmy, de él su hijo había sacado esa pasión por las artes marciales, esa sensibilidad pocas veces vista y ese amor por la pizza que su hijo poseía.

Estaba envolviendo un regalo cuando lo vio pasar a su lado corriendo,  no venía sólo, un joven lo acompañaba, y antes de que ella pudiera decir algo al respecto ellos ya se habían largado, la sorpresa era clara en sus rostro, su sus ojos no le engañan lo había visto ir tomados de la mano. Se apresuró por subir las escaleras hasta el piso superior, dirigiéndose hacía donde se encintraba Anabell, si alguien sabía explicarle que era lo que acababa de apreciar era ella-Ana-la llama, asustando a la joven por inercia, quien no se había inmutado de su presencia- ¿Quiero que me digas quien era ese joven que iba con Emmy?

-Es Bob-dijo sin reparo.

- ¿Bob? -repite- ¿Y quien putas es ese tal Bob y porque iban agarrados de la mano? No me digas que... ¡¿Mi nene hermoso es gay?!

- ¡¿Qué?! ¡No, claro que no! -exclama, dudando de sus propias palabras-Son tan solo amigos.

La mujer pestañeo varias veces con sorpresa, hasta que una gran sonrisa de oreja a oreja se vio dibujada en ella- ¡Mi nene hermoso al fin tiene un amigo que parece decente! No como esos vagos buenos para nada que se la pasan jugando videojuegos en línea. ¡Y su nombre es Bob! ¡Como Bob Marley, y a Emmy le encanta la musica de ese hombre! No sabes lo feliz que estoy de saber que mi bebe tiene un amigo.

-Si, un amigo-murmulla sin estar convencida de lo que decía.

Algo le decía que no era así, las miradas y ese apodo con el que se dirigía a su hermano, le decían lo contrario, no eran tan solo amigos, había algo más, y quería averiguar de que se trataba, quería saber si su hermano eran en realidad gay o tan solo se trataba de un simple romance veraniego. Su madre a su lado no paraba de decir lo dichosa que se sentía por saber que su hijo tenía amigos. Pero, será que su hermano y Bob eran en realidad tan solo amigos o había algo mas entre manos.

Y hablando de ellos, aquél par se encontraban parados delante de la pizzería del pueblo, estaba cerrada y no paraban de ver confundidos el cartel de cerrado que había puesto en la puerta, Bob hacía lo posible por sostener al muchacho para que en un acto de furia no fuerce la entrada para poder pasar al local- ¿Quieres que vayamos a comer algo de helado? -pregunta, arrastrando al chico lejos del local, lo cuál le costó bastante por la resistencia que este ponía, no tenía planeado moverse de alli, pero al final desistió cuando sintió como el mayor lo besaba en lq mejilla, dejándolo desconcertado, a lo que Bob aprovecha para llevarse al joven hasta la heladería. De reojo, podía apreciar el claro rubor en las mejillas del menor- ¿Dime que te sucede copito? ¿Porque tan rojo?

-Eres un idiota-dice empujando al mayor lejos de él, estaba rojo a no más poder-y si, quiero comer helado, no una paleta o algo por el estilo, quiero un pote de helado, tamaño familiar en referencia.

-Ya veo que te gusta tanto el helado como la pizza-comenta sacando una sonrisa al muchacho-, ¿Helado de chocolate?

-Como me conoces-exclama sonriente, tomqndo de la mano al mayor, yendo de camino hacía una heladería cercana a la plaza del pueblo-sabes, cerca de donde ho vivo, hay una heladería que te venden helado artesanal, es una delicia de dioses.

-Suena delicioso-mentia.

La cosa es que no podía disfrutar de los alimentos humanos, siempre le causaban asco y le daban ganas de vomitar, agradecía que pudiera comer normalmente algo de carne con todas lqd pizzas que comía en compañía de su copito de nieve, sin importar lo mucho que comiera comida humana, aún se quedaba co hambre, tan solo la carne de los niños saciaba su hambre bestial. Tiempo después esa misma tarde la sonrisa en sus labios era incontrolable, le causaba una gran ternura ver al muchacho todo manchado por todo ese chocolate, y la nueva dibujada en los labios contrarios, por Dios, se veía tan lindo cuando aparentaba estar molesto y mucho mas cuando en verdad lo estaba.

-Tienes una mancha en el rostro-dice sin dejar de sonreír anonadado.

Señalando hacía la mejilla del contrario, pero por más que el muchacho intentará limpiarse, se terminaba ensuciando todavía más- ¿Ya se salió?

-No-dice entre risas-haber, déjame que te ayudo.

Se acercó con una servilleta dispuesto a limpiarlo, pero, se veía tan apetitoso, que sin dudarlo paso su lengua por la mejilla del menor, haciendo que los colores subieran a su rostro, y que por inercia, este lo terminará golpeando-Uhg, eres un idiota. ¿Sabes qué? Lo mejor es que regresemos al hotel. Pero antes, nos llevemos otro pote de helado, por qué este ya se acabó.

[...]

Habia visto como las parejas a la segunda o tercera cita ya se unían en ese acto carnal, y él quería probar e intentar eso con Emmy, como le hubiera encantado haber podido probar aquello, en vez de esto.... Al llegar al hotel descubrió que era el cumpleaños de su chico, lo que termina con él siendo invitado a celebrar el mismo en la pizzería, y jamás había visto ese brillo en los ojos de alguien, y estaba más que feliz de haber visto ese brillo especial en los ojos de Emmy, le fascinó en gran demasía. Verlo reír junto a sus familiares, soltando una que otra broma ocasional y sonreír hasta que le terminen doliendo las mejillas, y él no se quedaba atrás, se le era imposible ocultar su sonrisa cuando estaba junto a su chico, y deseaba que esa sonrisa nunca se extinguiera.

Copito de nieve ᴾᵉⁿⁿʸʷⁱˢᵉ/ᴮᵒᵇ ᴳʳᵃʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora