Copito de nieve ᴾᵉⁿⁿʸʷⁱˢᵉ/ᴮᵒᵇ ᴳʳᵃʸ

4. Bob Gray

Recordatorio mental para situaciones futuras que sean similares:

Jamás en la vida volver a saltar de un vehículo en movimiento, que se supone que uno esta conduciendo y que por ende este se estrelle contra un arbol, y mucho mas cuando ese vehículo no te pertenece.

Ahora, todo su cuerpo estaba lleno de rasguños y raspones por haber saltado del vehículo, le dolía todo el cuerpo y Anabell no hacía mas que reirse de su estado físico, pero él no se quedaba atras, era inevitable no reír al recordar como habia dejado "aparcado" ese automóvil que había robado la noche anterior, y al verlo desde la ventana de su habitación en el hotel, no podía evitar reír ante tal escena, le causaba gracia la expresión de horror en el dueño del auto, era algo memorable. Anabell a su lado también se reía del hecho, aunque ella a diferencia de su hermano, sentía algo de pena por el dueño del vehículo. Aprovechando sus vestimentas algo invernales, pudo ocultar con mas facilidad los rasguños en su piel a excepción de su cara, dejo el cabello caer sobre su rostro, ocultando de aquel modo sus rasguños. Busco entre su equipaje aquel precisado reproductor de música mp3, sonriendo al encontrar el aparato, conectando sus auriculares por bluetooth y dando a reproducir la música, bajo al salón principal en compañía de Anabell y Buffalo Soldier una increible canción de Bob Marley. Se balancea de un lado al otro al son de la música, estaba relajado y ese tipo de género le encantaba especialmente por eso mismo.

Junto a Anabell salieron al pueblo, el motivo de su viaje allí era por el festival que iba haber, sus padres habían salido temprano a quien sabe donde y les habían dejado algo de dinero para cubrir sus necesidades principales. Tomo "prestada" la motocicleta de una de las personas en el hotel para ir a la plaza del pueblo, era un lindo lugar en el que se estaba presentando un show infantil con payasos y algunos bailes de las porristas locales, eran lindas, aunque no tenían una pisca del talento que Anabell poseía para el baile-Bueno, ¿Qué quieres para desayunar? -dijo, desviando la mirada del grupo de bailepara posarla sohre su hermana-Me estoy muriendo del hambre y se me antoja algo de pizza con champiñones o con queso roquefort. Se me hace agua la boca de solo pensarlo.

-No entiendo como es que comes tanto y no engordas-comento, rodando los ojos.

- ¿Quieres o no pizza como desayuno? -volvio a insistir, tenia un antojo por algo de pizza.

-Obvio no-nego asqueada-tengo una dieta que mantener.

-Como quieras-dijo para salir corriendo hacía la pizzería mas cercana, llevándose todo el dinero que les habían dejado, razón principal por la que Anabell ahora lo perseguía desesperada, puesto a que quería su parte del dinero-No que, ¿no querías comer pizza?

-No me gusta la pizza, Emmy-bramo firmemente-dame dinero y te dejare en paz.

Tras darle su parte del dinero, la chica se largo y pudo comer al fin algo de pizza,  ordenando mitad de champiñón y mitad con queso roquefort, ¡Una delicia! Ocho porciones de pizza para el solo, solin, solito, en su universo de soledad, en el que agradecía estar, odiaba compartir su comida. Sentado en las raíces sobresalientes de un gran roble, devoraba su pizza, siendo su única compañía la música regue. Nada era mejor que esto... Oh mierda. El joven del restaurante nuevamente, ¿como es que siempre se ve tan bien? Recargado sobre el muro se veía como un jodido y sexy modelo de las revistas que ve Anabell. El rojo subió a sud mejillas, un rojo prácticamente imposible de ocultar por su clara palidez que lo hacía resaltar. Se lleno la boca de comida, para no prestarle atención a ese joven que le hacía dudar de su heterosexualidad. Como le gustaría tener su telefono ahora mismo, para así tener algo con lo que distraerse más rápidamente.

Le quedaba un poco más de la mitad de la pizza, pero ya no le entraba, estaba lleno, se llevaría la caja de regreso al hotel, se levantó del suelo dispuesto a irse, pero la vida en sí estaba siempre en su contra, no más se levanto choco con alguien y su pizza por poco pagaba el precio de no ser porque ese alguien con el que choco la salvo de caer. Levantó la mirada de la caja para agradecerle por ello, lo hubiera hecho de no ser por que ese alguien se trataba del galán de telenovela que vio en el restaurante de comida china-Mierda-maldijo a lo bajo cuando sus miradas conectaron, ojos celestes, demaciados claros, quedo hipnotizado por ellos-y más mierda.

-Ese es un "gracias" bastante extraño-se burló el desconocido, él tan solo pudo reirse avergonzado, hsbia quedado hipnotizado por su voz, era grave y profunda, con un ápice de picardía en su hablar. Y esono hacía más que aumentar el rojo que adornaba sus mejillas- ¿Estás sólo?

-No. Bueno, si, pero no-negaba con un claro nerviosismo en su hablar-si estoy sólo, pero no vengo solo... Eh, creo que te confundí.

El desconocido se rio, y aquella risa fue como el cantar de los ángeles para Emmy, en un intento de cambiar de tema, el extraño se presento-Soy Bob Gray.

-Emmy Matthew-musito sonriente. El primer pensamiento que tuvo cuando este dijo su nombre, se le hizo inevitable pensar en Bob Esponja, nah mentira, primero penso en el cantante Bob Marley y luego en ese personaje de caricatura, y su sonrisa se ensancha todavía más, y es que conocer a alguien que se te es realmente atractivo y que comparta el nombre de tu cantante favorito, es simplemente, ¡Wow! Y quiza permaneció estático demaciado tiempo, puesto que el contrario se mostraba mas nervioso que hace unos momentos- ¿Me regresas mi pizza? -dijo en un intento de cambiar de tema.

-Oh, si claro-exclama, sin borrar esa sonrisa, le entrega la caja de pizza-espero que nos veamos luego, Emmy.

-Igualmente, Bob-se despidió.

Cabe destacar que inmediatamente fie en busca de Anabell para relatarle todo lo que le habia sucedido en su ausencia, y sobre su posible, nuevo amigo, Bob Gray.