Capítulo 36

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4 de noviembre de 2021
Aeropuerto de la Ciudad de México.

Era semana de Gran Premio en la Ciudad de México. Ángela y Carlos habían ido al aeropuerto a buscar a Samantha y a Sonia. El madrileño había invitado a la amiga y a la madre de su novia a la carrera y por supuesto, ninguna de las dos habían podido declinar la invitación del piloto.

— Estás prácticamente brincando de la emoción, cielo — señaló Carlos divertido.

— Ya quiero que lleguen.

A los pocos minutos de haberle respondido eso a su novio, Ángela miró a lo lejos que si madre y Samantha estaban caminando por la puerta de desembarque, dirigiéndose a donde se encontraba la pareja esperándolos. Sin poder evitarlo, Angie corrió hacia ellas emocionada, bajo la mirada divertida de Carlos, quien esperó pacientemente a su novia y sus invitadas.

Sonia abrazó fuertemente a su hija cuando ella la abrazó.

— Las extrañaba mucho — dijo Angie una vez que soltó a su mamá y abrazó a Sam — ya ansiaba venir a México y poder verlas.

— Yo también te extrañaba, Angie-booh...

— ¡Que hermosa estas, mi vida! — exclamó la mujer mirando feliz a su hija — solo por ti y por mi yerno viajo en ese maldito avión.

— Venimos a ver ganar en vivo y a todo color a nuestro Europeo favorito — dijo Sam.

— El guapo tiene nervios — susurró Angie — no lo pongan más nervioso.

Las tres mujeres comenzaron a caminar hacia donde Carlos las estaba esperando, una vez ahí con el, el madrileño extendió sus brazos en dirección a su suegra para estrecharla en su abrazo.

— No sabes lo feliz que soy que hayas podido venir, Sonia.

— Solo por ti me subo a un avión, cariño — respondió Sonia acariciando la mejilla del piloto — ¿crees que iba a negarme a ver a mi yerno favorito ganar?, te lo advierto, voy a gritar muchísimo por ti.

— Ya vimos quien es el nuevo favorito de la tía Sonia — intervino Sam divertida.

— No les hagas caso, cielo — dijo Sonia riendo.

— Se como son los celos — respondió Carlos ayudando a Sonia con su maleta — tu alienta mucho por mi que no esperó menos, eh.

Carlos las guió hasta el Ferrari que los llevaría a todos al hotel donde se hospedarían, Samantha era la más emocionada y ni que decir de Sonia, ambas miraban todo cuando se subieron al auto.

— ¿Cumplí con las expectativas, Sam? — preguntó Carlos divertido antes de poner en marcha el auto.

— Este coche es alucinante — dijo la mexicana soltando un suspiro.

Las invitadas del madrileño iban muy emocionadas mirando todo durante el camino, Carlos en ocasiones aceleraba un poco causando que Sonia riera un poco y se cubriera los ojos provocando carcajadas por parte de Ángela y Sam, quienes la iban grabando durante el camino.

Una vez que llegaron al hotel, Carlos camino hasta la recepción para pedir la habitación que había pagado para su suegra y Samantha. Las dos mujeres estuvieron muy insistentes en devolverle el dinero al madrileño que se negó rotundamente a recibirlo.

— Son mis invitadas y quiero consentirlas — respondió Carlos con una sonrisa encantadora — cuando vaya a Yucatán te tocará consentirme, Sonia.

— Cuenta con ello, cariño — aceptó la mencionada.

— Se me ocurre que descansemos un rato y más tarde salgamos con Charles y Patricia — sugirió Ángela mirando hacia su mamá y su amiga — las acompañamos a su habitación y más tarde nos vemos.

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