𝒩𝑜 𝓋𝒶𝓂𝑜𝓈 𝒶 𝓈𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝒶𝓇𝓁𝑜

Capítulo 33

Dee's Pov

No estaba seguro de lo que acaba de pasar; había sido como ver el videoclip musical de algún grupo, o algún episodio de una serie adolescente.

El concierto había terminado con el ahora ex de Iris con la nariz sangrante y huyendo avergonzado después de la canción que ella misma le escribió. 

El resto del público estaba saliendo del local o aprovechando para tomar algo por ahí, e Iris, bueno, ella había desaparecido en su camerino por si después del numerito tuviera que huir de alguna persona.

Yo por mi parte, estaba atónito en una esquina del bar sin saber muy bien qué hacer.

Literalmente había estado como una semana sin verla, y había pasado de ser una chica sacada del Pinterest de 2015 a ser de nuevo Iris. Y no sabía muy bien cómo sentirme al respecto, lo que a la vez me mataba.

...

Llegué a casa sin haberme cruzado con ella tras el concierto, no supe muy bien qué hacer. Me sentía arrepentido, de alguna manera, feliz porque dejó a ese imbécil, y a la vez apenado...

Iris llegó más tarde a casa, supongo que su intención no era precisamente hablar con nadie del tema. Aunque yo quería ayudarle.

Ví cómo entraba a casa, sonriente y con una nota en la mano que dejó en el despacho de papá. Luego se dirigió a su cuarto, y yo llamé a la puerta segundos después.

Iris's Pov

Me sentía rara, bastante feliz, sentía la adrenalina de haber hecho lo que había hecho, y la incertidumbre de no saber qué más pasaría.

Después del concierto, en el camerino escribí una carta para Glam, le agradecí todo lo que había hecho por mí, supongo que ha llegado a convertirse en una especie de padre para mí, aunque no llegara a comprender por completo el significado de esa palabra.

En cierto modo me habría gustado salir corriendo a hablar con Dee, quizás abrazarle, agradecerle todo, aunque nos hubiéramos peleado. No sé en qué me había convertido.

Llegué tarde a casa tras recoger todo y volver a acordar con el local actuaciones mías semanales, y me encerré seguidamente en mi cuarto.

Segundos después, Dee llamó a la puerta para abrirla seguidamente.

Nos miramos un rato, creo que en cierto modo, no sabíamos qué decir, pero él rompió el silencio.

- Lo siento- Yo arqueé una ceja sin saber por qué lo lamentaba. Luego entristecí la mirada.

- Lo siento- Dije sintiendo cómo una lágrima escaparía de mis ojos.

Él reaccionó igual que yo, y sin poder evitarlo, me levanté a abrazarle.

- He sido una idiota

- Nikolái también- Contestó él riendo levemente haciéndome sentir mejor.

- Gracias por venir

- No me perdería ninguno de tus conciertos. Nunca- Sonreí disimuladamente mientras prolongaba el abrazo, volviéndome a sentir en paz.

Supongo que parte del aprecio que le tenía a Dee residía en la seguridad que me aportaba estar con él. A lo largo de mi vida estuve expuesta a golpes, miedo y ansiedad. Al menos hasta que llegó Dee.

Él me miraba con sus ojos azules y fríos, pero hacía que todo lo malo que había en mi vida se disipara, desde la primera vez que lo ví. Tal vez por eso a día de hoy me sigue causando curiosidad.

Siempre estuvo ahí, incluso cuando me perdí, incluso cuando toda mi vida se derrumbó y mi tía amenazó con matarme, incluso cuando descubrió que estaba en una relación tóxica.

Volví a abrazarle con fuerza- Gracias, Dee.