Iri's Pov
Estaba demasiado cansada. Era como si el hecho de haber dejado atrás todo el dolor que suponía vivir en esa casa me hubiera dejado sin fuerzas.
Por algún motivo, Dee estaba ahí para cuando la oscuridad de la calle me envolvió, supuse que al verme correr me habría seguido, y de ahí, me había llevado hasta la que sería su casa. No había notado mucho el trayecto, ni quién me cargó hasta una cama para luego remangarme las mangas y curar las cicatrices de las muñecas.
Yo solo sentía dolor y más tarde, la sensación de paños calientes en mi frente.
Para cuando abrí los ojos me encontré sola en una habitación, con una toalla en la frente y vendas en las muñecas. Me incorporé y segundos después la puerta se abrió.
- Vaya, estás despierta- Mi cara pasó de una de cansancio a una de sorpresa que casi me deja boquiabierta.
- Usted es...- Dije intentando caer en la cuenta de que estaba en la casa de ese miembro tan extraño de ''Salgan del maldito escenario''
- Me presenté hace un tiempo, pero vuelvo a hacerlo, mi nombre es Glam- Dijo con esa formalidad tan extraña que recordaba de hacía unos meses- Y tú eres Iris ¿Cierto?-
Asentí asombrada.
- Creo que deberías contestarme a un par de preguntas querida- Sonrió con ternura, como si comprendiera mi situación- Entiendo que si no te sientes cómoda podamos conversar cuando hayas comido algo y cambiado tu ropa a una limpia- Se levantó y abrió un armario que tenía abrigos, chaquetas de cuero, y algunas cajas con ropa vieja.
Sacó de entre las cajas una camiseta negra de manga corta que, a juzgar por el tamaño, me quedaría como un vestido, y unos pantalones de pijama algo más acercados a mi talla- Creo que esto te servirá por ahora, al menos hasta que lavemos tu ropa. Te indicaré dónde está el baño para que te duches y luego bajarás a la cocina-
Asentí y le seguí por toda la casa hasta el lugar indicado. Tras ducharme y vestirme me dirigí hacia la cocina, donde estaba el resto de la familia; una mujer con aspecto de vivir en un gimnasio y ropa de polipiel pelirroja y de ojos verdes se sentaba al lado de un niño con su mismo color de ojos y cabello, frente a ellos, estaban Dee y Glam.
Comí en silencio y guardando las formas a pesar de sentir un hambre terrible, y al terminar, exceptuando al hombre de la casa, todos se retiraron.
- Y bien Iris ¿Qué te pasó?- Respiré profundo, sintiendo que iba a desvelar todos mis secretos a un perfecto desconocido; pero en cierto modo, era necesario si quería ayuda, o al menos un techo en el que descansar. Ellos habían sido hospitalarios conmigo, sobre todo Dee al estar ahí cuando mi tía podría haberme matado en la calle.
Decidí contarlo todo. Lo del abandono de mis padres, mis clases en el conservatorio, el hecho de que recibía educación en casa y que me escabullía para tocar, que me golpeaban y que mi tía había confesado querer matarme... Lo conté hasta quela historia no tuvo más argumento.
Glam se levantó de la silla y me abrazó; se sintió bien, tal vez esa era la clase de abrazo que un padre daba.
- Te comprendo Iris- Se apartó y quitó una de sus muñequeras mostrando unas cicatrices similares a las mías- En otro tiempo fui Sebastian; una parte de mí que ya murió.

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𝒩𝑜 𝓋𝒶𝓂𝑜𝓈 𝒶 𝓈𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝒶𝓇𝓁𝑜
Fiksi PenggemarCassandra, la chica perfecta, de familia rica, de calificaciones perfectas, y de secretos bajo sus mangas de lino. Iris, un desastre nocturno, guitarrista y cantante de garitos nocturnos; nadie sabe de su vida, ni si quiera su grupo de música. Ella...