Cassandra's Pov
- ¿Por qué has llegado tarde?- Preguntó Dimitri, el cantante del grupo casi gritando.
- He llegado y no se ha notado mi ausencia- Contesté intentando parecer imponente a pesar de estar acorralada en el callejón de al lado del garito.
- Y da gracias por eso, porque te llegas a retrasar dos segundos más y estás muerta- Resaltó Max, el batería.
- De hecho, creo que ya no vas a necesitar tu guitarra después de esta noche- Dijo Peter, el pianista, y el chico que más imponía de los tres, acercándose a mi guitarra haciendo amago de robarla.
- Y una mierda- Dije antes de dejarle si quiera mirar a mi bebé y le aventé una bofetada que debió sonar hasta adentro del local.
Los tres me miraron con cinismo, preparándose para perseguirme, o pegarme, o ambas.
- Ahora sí que estás muerta Iris- Dijeron antes de abalanzarse contra los cubos de basura en que me encontraba y chocarse contra estos porque yo los había esquivado para correr callejón adelante.
Y sí, me acababan de llamar Iris ¿Por qué? Bueno, como ya he dicho, todo empezó por una serie de coincidencias que no tengo tiempo de contar, pero digamos que, parte de tener una doble vida, es no dejar que nadie sepa que tienes una doble vida, y por tanto, cambiar de nombre o de historia personal para esconder el resto. Siempre he pensado que Iris me definía mejor que Cassandra, es como si la parte segura e independiente y valiente de mí saliera con ese nombre. Cassandra no se habría atrevido a aventarle una bofetada a Peter, Iris, en cambio, estaba sufriendo las consecuencias de dicho acto.
Les llevaba ventaja corriendo por el callejón hasta que doblé una esquina para salir de él y tropecé pisando el suelo mojado de lo que espero fuera agua.
- Agh- Me quejé por haber caído de espalda. Hasta que noté a alguien agarrando mi mano y ayudándome a levantarme.
- Corre- Dijo esa voz de aquel desconocido que acababa de ayudarme y que me tomaba de la mano corriendo en dirección desconocida.
Sentía que el resto del grupo nos perseguía, hasta que tiró de mi mano hacia una calle estrecha haciendo que los integrantes de Teen Illness nos perdieran de vista. Entonces me soltó la mano y volví a respirar tras quince minutos de persecución.
Entonces caí en la cuenta de la situación y me aparté del chico para mirarle a los ojos.
Y sentí frío.
Pero ignoré esa sensación algo familiar y le dí un empujón.
- ¿Tú quien narices eres y qué haces arrastrándome hasta aquí?- Grité enfadada.
- Denada- Contestó el chico mirándome con neutralidad.
Él era rubio, de pelo algo largo y amarrado en una cola. Llevaba ropa desgastada y sus ojos azules intesos estaban delineados, tal vez tendría mi edad, y tenía la sensación de haberlo visto antes.
Respiré y miré a la calle de enfrente por si volvían a aparecer ignorando su presencia.
- No van a volver si es lo que temer- Dijo con ese tono neutro que no sabría decir si calmaba o era perturbador.
- Eso es lo que diría un violador- Contesté con el mismo tono neutro- Así como dato-
El chico calló y soltó una carcajada casi silenciosa ¿Eso acaso existe?
- ¿Sabrías decirme en dónde estamos? ¿O podríamos volver al garito?- En ocasiones admiro mi bipolaridad y mi capacidad de insultar a alguien para luego pedirle un favor.
El chico pareció percatarse de ese cambio de opinión tan repentino también ya que me miró extrañado para volver a esa mirada fría.
- Eres rara-
Comencé a caminar calle abajo ignorándole y sin saber dónde narices estaba.
- Por ahí vas a acabar en un gueto- Gritó el rubio desde atrás.
- Pues dime por dónde se va- El chico comenzó a caminar al lado contrario haciéndome la seña de seguirle. Cosa que obviamente hice, pero no sin antes repetirme varias veces ''eres estúpida'' a mí misma.
Básicamente estuve andando tras él todo el camino de vuelta hasta que llegamos a la puerta del garito. Él iba a entrar, pero el guardia de la entrada lo paró.
- Sello- El rubio se quejó- Sin sello no entras.
- No me disteis sello cuando salí.
- Entonces no entras-
La verdad, yo estaba todavía tras el rubio mirando la escena, y tal vez en otra ocasión lo habría ignorado y habría entrado por mi cuenta, pero gracias a él no me habían pegado y no estaba ahora en calles que no conocía, así que supongo que la poca decencia humana que tenía la debería emplear en ayudarle ¿No?
- Viene conmigo Gale- Dije acercándome para que el portero me viera.
Él no dijo nada e ignoró al chico, dando por hecho que podría entrar.
- Bueno rubia, supongo que gracias- Dije mirándole y agarrando mi guitarra lista para irme.
- ¿No entras?- Preguntó algo extrañado.
- ¿Tienes hora por casualidad?-Él sacó su móvil y miró el reloj.
- Son las 00:34- Entonces sentí como si me hubieran dicho la peor noticia del mundo. Y parece ser que el chico me vió paliceder porque me miró fijamente sorprendido- ¿Todo bien?
- Mierda mañana tengo conservatorio- Dije en voz alta como si él no me hubiera oído. Aunque claramente lo hizo.
- ¿Qué?- Preguntó justo cuando yo saqué mi skate de entre uno de los cubos de basura de al lado de la entrada y me subía preparándome para correr de nuevo.
- Nada, bueno, rubia, un placer- Dije lo más rápido que pude antes de perderle de vista y huir a casa.
Al llegar, subí a mi cuarto escalando por la ventana y escondí toda la ropa donde siempre, corrí al baño a desmaquillarme y tirar el papel con los restos del maquillaje al W.C. Sé que no es ecológico, pero revisan mi habitación diariamente, y no podía arriesgarme a nada.
Me cambié y me fuí directa al escritorio para hacer todas mis tareas antes de acostarme.
Supongo que ese fue otro día más en mi vida.
Porque esa era la historia de mi vida.

ESTÁS LEYENDO
𝒩𝑜 𝓋𝒶𝓂𝑜𝓈 𝒶 𝓈𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝒶𝓇𝓁𝑜
FanfictionCassandra, la chica perfecta, de familia rica, de calificaciones perfectas, y de secretos bajo sus mangas de lino. Iris, un desastre nocturno, guitarrista y cantante de garitos nocturnos; nadie sabe de su vida, ni si quiera su grupo de música. Ella...