Capítulo 31

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Dee's Pov

Desperté como de una pesadilla a la mañana siguiente. Quería evitar pensar que todo este tiempo, cuando Iris se escapaba era para visitar a su primo. Esto me causaba dos sensaciones muy diferentes; por un lado alivio, al menos sabía que no iba a pasar las noches a casa de Nikolái, y a la vez, tristeza, porque de toda su vida anterior, se había desprendido de lo único bueno que le quedaba en esa casa.

Fui a clase como siempre, solo, mientras veía a lo lejos a Iris ce la mano de ese bastardo a quién había pillado poniéndole el cuerno. Dios cómo lo odiaba.

Me dirigí a clases, donde me dispuse a hacer lo mismo de siempre, sentarme a observar pasar las horas.

El timbre pitó sacándome como siempre de mis pensamientos e indicándome que debería regresar a casa, cuando noté una voz a mis espaldas.

- Oye Dee- La voz de Iris me hizo girarme. Sorprendido- Me han llamado para dar un concierto la semana que viene, y...- Sabía que estaba a punto de pedirme que fuera, al menos eso creía.

- ¿Necesitas ayuda?- Pregunté. Ella pareció recapacitar.

- ¿Sabes? Mejor nada, es igual, gracias- Dijo en tono neutral, miró la hora y aceleró el paso.

Parecía que iba a escaparse de nuevo, así que yo la seguiría de nuevo.

Fui a paso normal, por mucho que ella corriera, en cuanto viera a Nikolái se detendría para abrazarle o besarle en la mejilla y que este no sospechase. 

Y así fue, paró para hablarle de su concierto, lo escuché bien.

- No sé si podré ir, creo que tendré cita con el médico, pero intentaré ir por todos mis medios- Dijo mientras Iris le miraba con un brillo en los ojos. Me daba pena, se lo diría hoy mismo.

Después de eso comenzó a andar a paso ligero, hasta salir del instituto y correr por un camino diferente. 

La seguí acelerando cada vez más el paso, ella era bastante rápida. No tardó mucho en llegar a un colegio privado que había en el centro de la ciudad. Ella se escondió tras un poste de luz para ver a los niños saliendo de clase, yo me escondí un poco más atrás de ella. 

- Hola, Cassandra- Una mujer a la que vagamente recordaba apareció al lado de Iris para hacer que esta se sobresaltase hasta caer de espaldas al suelo- Vaya, has cambiado mucho, te sienta bien el rubio-

Iris se incorporó con seriedad y la miró a los ojos- ¿Qué quieres Ivanna?

- Vaya, parece que ya no somos de la misma sangre ¿Qué hay de cuando me llamabas tía Ivanna?

- Pura formalidad, te sigo odiando- Contestó Iris- ¿Por qué estás aquí?-

La mujer permaneció seria, aunque sus labios se curvaban vagamente en una sonrisa algo perturbadora.

- Imagino que si espías a mi hijo es por algún motivo ajeno a mí ¿Cierto?

- No más faltaba- Dijo la chica de ojos grises.

- ¿Recuerdas la noche en la que te dije que si volvía a verte te mataría?-En ese momento Iris pareció palidecer, pero mantuvo sus formas, se notaba que no era la primera vez que se encontraba en esa situación.

Yo, por mi parte observaba con detalle a su tía, que mantenía una mano en su bolsillo, en la que me temía que no guardaría precisamente caramelos.

- Lo recuerdo- Afirmó Iris.

Su tía se acercó ligeramente a ella, mientras yo me preparaba para actuar, veía que sus intenciones no eran buenas.

- Entonces ¿Por qué no corres todavía?- En ese momento me avalancé sobre la señora y la tumbé mientras Iris retrocedía atónita al verme.

Me levanté rápido del suelo y tomé su mano para salir corriendo viendo cómo su tía se levantaba del suelo con las manos ensangrentadas.

Una vez ya corrimos lo suficiente como para perder de vista a esa señora, nos detuvimos para tomar aire.

- ¿Dee? ¡¿QUÉ DEMONIOS HACÍAS AHÍ?!- Gritó recuperando el aliento.

La verdad es que no sabía muy bien qué responder. La había estado espiando aunque no nos hablábamos, y la había seguido hasta descubrir que seguía en un lejano contacto con su primo.

Respiré para volver a erguirme habiendo recuperado la respiración- Últimamente estabas mas rara de lo normal- Ella pareció extrañada- Y quería volver a ser amigos-

Ella me miró con tristeza pero no habló.

- Quería explicarte por qué no pude ir a tu concierto ese día, pero soy imbécil y el orgullo me lo impidió...

- Dee, eso da igual, ha pasado un mes...

- Ya pero quería que supieras que no lo hice porque no me importaras- Dije sin pensar lo que pasaba por mi cabeza- Fui a comprarte un disco de vinilo de Radiohead; sé que es tu banda favorita-

Ella se quedó en silencio.

- Y llegué tarde porque el mundo me odia y fui incapaz de explicártelo, y te enfadaste, y lo peor se que en vez de arreglarlo me metí contigo y tu novio, y empecé a quedar con Alina que ni siquiera me cae bien- Mi tono de voz se elevó y dejé de pensar por completo, solo hablé- Y quería arreglarlo, te juro que quería arreglarlo todo, y quería alejarte de Nikolái porque sé que te engaña, y...

- ¿QUÉ?- Iris gritó cortándome el diálogo.

Nos quedamos en silencio mientras ella miraba a varios lados- ¿Cómo que Nikolái me engaña? ¡Me estás mintiendo otra vez para alejarme de él! ¡Dios enserio Dee!

- ¡No escúchame enserio! Tengo pruebas- Dije rápido haciendo que parase de gritar a volverse inestable- No sabía si enseñarte esto, pero ayer los vi en el centro comercial-

Saqué mi móvil y le enseñé el vídeo, y conforme este avanzaba, Iris se iba ensombreciendo más, y derrumbándose poco a poco.

Al terminar se quedó en silencio. Yo me acerqué, pero ella no quiso hablar, respiró profundo y comenzó a caminar en dirección a mi casa. Al llegar, no habló, se encerró en su habitación y no salió en ningún momento. 

Mi padre me preguntó por ella, pero no le dije nada, a pesar de esto, mi padre se enteraría a saber cómo, y le dejó una bandeja con comida y una nota en la puerta de su habitación.


𝒩𝑜  𝓋𝒶𝓂𝑜𝓈  𝒶  𝓈𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝒶𝓇𝓁𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora