𝒩𝑜 𝓋𝒶𝓂𝑜𝓈 𝒶 𝓈𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝒶𝓇𝓁𝑜

Capítulo 37

Los siguientes días fueron intensos y bastante rápidos. Pasaba todo el día estudiando y yendo a clases, Dee me ayudó con las tareas más difíciles, y poco a poco, sentí que me acercaba a los exámenes cada vez más preparada.

La mañana del primer examen decidí que me levantaría temprando e iría lo antes posible al instituto, sabía que la familia entera me daba ánimos y que era la única oportunidad que tenía de conseguir pasar.

El primer examen fue de matemáticas. Honestamente fue bastante fácil, ni si quiera necesité la hora que me dejaban para hacerlo, terminé, salí de clase mientras le entregaba el examen al profesor con cara de satisfacción, y avancé a por el siguiente examen, historia.

Esta profesora era bastante dura con los alumnos, y me esperaba un examen complicado. De hecho, lo fue, pero sabiendo la dificultad de esta prueba lo estudié más que ninguno y logré sacarlo adelante a pesar de la cantidad de sudor que derramé.

El último examen del día era filosofía, este francamente no lo había estudiado. Era de reflexionar más que de recordar lo que habíamos visto en clase. El profesor, el Señor Gólubev, era un hombre muy agradable, debería tener la edad de Glam o quizás ser algo más mayor.

Me senté en el pupitre frente a él y comencé a leer el examen. Él se percató de mi extrañeza a la hora de leerlo

- ¿Algún problema Señorita Bóskov?- Lo miré intentando buscar las palabras correctas para preguntarle- ¿Y bien?

- En su examen habla de una manera de evasión, como si el alma necesitase evadirse del cuerpo, ya sabe, Platón y todo eso...- Dije intentando sonar lo más culta posible. Él asintió sin comprender mi pregunta- Pero lo pide desde una posición propia, así que no tengo claro cómo contestarlo-

El profesor chasqueó con la lengua y respiró profundo.

- Lo que querría, sería saber cómo te sientes tú a través de algún método de escape que tengas

- Sigo sin entender

- ¿No has hecho nunca algo que te haga sentir fuerte? ¿Que te haga pensar que tu alma deja tu cuerpo y de repente eres otro ser?-

Me quedé pensativa ¿Me estaba haciendo preguntas personales en un examen?

- No tienes por qué contarme nada que no quieras Iris- Crucé las piernas y los brazos y lo miré intendando saber por qué esa reflexión.

- Mi forma de evadirme siempre fue la música, llegué a jugarme la vida por ello, quizás esa fuera mi evasión

- ¿Y qué te transmite la música?- Su pregunta me hizo pensar y bajar la cabeza.

- Poder, libertad, calma...

- Piensa ahora en este momento, un momento tenso en el que defines si pasarás de curso o te quedarás aquí otro año más ¿Qué es lo que querrías hacer ahora que te permitiera evadirte y sentirte como te sientes cuando estás en el escenario?-

Sonreí y me senté recta en el pupitre- Bailar-

Él me miró con una sonrisa cómplice y en menos de cinco minutos nos vimos bailando sin zapatos al estilo de los 70's mientras escuchábamos ''Let's twist again''.

La profesora de historia entró por casualidad a traer folios cuando nos vió bailar

- Vladimir Gólubev ¿Sabe usted que está examinando a una alumna?-

El señor Gólubev miró riéndose a la profesora mientras hacía un movimiento que resultó ser bastante gracioso y que causó que ella riera levemente.

- Vamos, Irma, estamos hablando de la evasión, únase a nosotros- Ella no tuvo reparo en uqitarse sus zapatos y unirse a nuestro baile mostrando unos pasos dignos de una auténtica bailarina.

Fue el examen más divertido que hice nunca.

Dee's Pov

Como era de esperar, Iris desapareció la mañana de sus exámenes para evitar llamar la atención, llegar y acabar lo antes posible.

Aquellos eran los últimos días del instituto antes de las vacaciones de verano, así que solo iban a clase los alumnos que debían recuperar y los profesores que tenían que corregir.

A pesar de ello, me acerqué al isntituto para ver qué tal le iba a Iris con sus exámenes, pero no la veía por ninguna parte. Ninguna de las aulas de su horario estaba abierta, y a través de las ventanas se veían la mayoría de luces apagadas.

Deambulé un rato por los pasillos aprovechando para pintar algún que otro garabato en las paredes cuando al fondo de un pasillo comencé a escuchar música de los sesenta.

Arqueé una ceja ante la situación, mi instituto era el típico que parecía una cárcel, y en el que los maestros eran demasiado serios, así que esto solo podría ser algún tipo de broma que algún alumno hubiera hecho.

Pero cuando me asomé a la clase no pude evitar sorprenderme, cosa poco común en mí.

Era Iris, estaba descalza, vistiendo sus típicos pantalones anchos rasgados por las rodillas y un top negro de manga corta, su pelo recogido en una larga trenza se movía al ritmo de sus caderas y sus rodillas que bailaban el swing, frente a ella, el profesor de filosofía, el señor Gólubev danzaba de forma similar, aunque sus pasos hacían bastante gracia, y sus pies descalzos mostraban unos calcetines llenos de agujeros. Me asomé un poco más para ver a la profesora de historia, la persona más seria y borde del isntituto, bailando con ellos.

No pude evitar abrir aún más los ojos ante mi sombro, Iris había sido capaz de sacar a bailar a los profesores durante un examen y verles sonreír. Me fijé en la sonrisa de ella, brillante y sincera.

 Iris era realmente especial, cada vez lo demostraba aún más, me apoyé en el dintel de la puerta asegurándome que nadie me vería, y clavando mi mirada en los ojos grises de la chica de cabello oscuro que había cambiado tanto mi vida.