Repercusiones

🌸Cap 29🌸

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Estaba tranquilo en el jardín, acariciando con cuidado las bellas rosas que mamá había plantado hace unos meses.

No quiero lastimar me con las espinas, pues mi mamá corto mis manos con brusquedad está mañana, así que solo tocó los hermosos y rojizos pétalos.

Tome una de las galletas del tarro sin permiso. Ella se molestó mucho porque nunca puedo comportarme como un buen niño, entonces decidió que debería aprender la lección y puso mis manos sobre la encimera, para luego proceder a pasar el cuchillo por sobre mis palmas.

Me arde un poquito, pero lo importante es que Lincoln está muy feliz por la galleta con chispas de chocolate que acabo de regalarle.

Mamá lo adopto hace unos semanas, diciendo que estaba cansada de engendrar horribles demonios asquerosos como mi hermana y yo.

Aunque no quiera admitirlo en voz alta, mamá tuvo mucha razón al decir que Lincoln no es asqueroso y yo si.

Tiene pecas muy bonitas en sus mejillas, dos bellas lagunas por ojos, cabello blanco como la nieve, dientes brillantes como maravillosas perlas, labios tan rojos como los pétalos de las rosas y una piel completamente hermosa. Mientras que yo, tengo un horrible cabello amarillo sin ninguna gracia, los dientes algo salidos, la piel algo rojiza por las horas que pasó en el jardín, estoy algo gordo y sudo como un cerdo.

En la escuela suelen molestarme diciendo que lo único bueno que tengo en mi inteligencia, porque en apariencia realmente "soy tan gordo como la vaca de mi madre". Lincoln en cambio todo el tiempo es alabado, todos suelen decirle que parece un ángel y quieren jugar con él.

Me da mucha vergüenza cuando él suele decirle a todos que soy su hermano, pues creo que todos piensan que soy demasiado asqueroso para estar cerca de una persona tan bonita.

L:- ¿Quieres?.

Repentinamente mi hermanito me saca de mis pensamientos, agitando con cariño la mitad de la galleta que tanto me costó conseguir.

Niego desanimado, sabiendo que si quiero que mi mamá empiece a considerarme bonito, debo bajar el peso nauseabundo que tengo.

Lincoln me mira triste, haciendo un pequeño puchero al ver que voy encerio con mi negativa.

L:- ¿Porqué no?. Últimamente no estás comiendo nada.

Pregunta y asegura molesto, insistiendo en ponerme la galleta en mi boca apesar de que ya me había negado.

Durante un rato solo se dedicó a intentar que le diera al menos un mordisco, provocando que por tanta insistencia decidiera abrir mi boca y dejar que metiera la galleta.

Casi al instante me largo a llorar, decepcionado por no poder simplemente dejar de parecer un cerdo.

"¿Acaso soy tan asqueroso que ya no puedo dejar de serlo?"

Mi hermanito inmediatamente se levantó apurado del suelo, intentando tranquilizarme a través de un abrazo.

Yo solo seguía sollozando mientras masticaba, sintiendo que solo podía ser asqueroso y pútrido.

L:- ¿Que pasa, hermanito?

Cuestionó preocupado, besando con cariño mi frente al percatarse del horrible moretón que tengo ahí.

Ln:- Los niños feos no pueden comer galletas.

Aseguré después de tragar, ansioso por la idea de que esa galleta, hiciera que estuviera más gordo ante los ojos de mi mamá.