Al cruzar la calle

220 17 1
                                    

Una llamada irrumpió mi plácido sueño, estaba durmiendo mientras abrazaba a Sana y al tener que contestar tendría que separarme de ella. Aunque intenté resistirme Sana se despertó y me empujo adormitada y me pidió que contestara de una vez, yo le di un beso a su molesto rostro y me decidí por ir hacia la mesa en la que estaba cargando mi celular, contesté y era mi manager.

—Buenos días Nayeon, te tengo malas noticias, nos están pidiendo una suma de dinero considerable por no filtrar fotos tuyas con Sana—dijo ella haciendo que me despierte de inmediato

—¿Qué? ¿Son muy específicas?—pregunté preocupada realmente

—Solo son besos en los labios nada más que eso... ¿Por qué?... Un momento estás llegando tarde a todo porque estás durmiendo con ella, debí de saberlo llegas tarde pero motivada

—¡No! Bueno si, pero no es por lo que crees—dije defendiéndome

—Paga lo que sea, tomalo de mi cuenta de banco si es necesario no quiero darle problemas a Sana

Después de colgar mi manager me envió fotos las fotos del chantaje, éramos ella y yo en el sofá besándonos, abrazándonos simplemente siendo las novias melosas que somos todo el tiempo y pensé ¿Realmente es esto tan malo? Caminé a mi sala y cerré las cortinas que podían exponernos y levanté a Sana para decirle lo sucedido, pero que no se preocupara.

—Pasa todo el tiempo amor, tengo mala suerte para eso—dijo ella al tomarme por los hombros y obligarme a acostarme a su lado

Volví a dormir plácidamente con ella, pero lo siguiente que me despertó fue una llamada de mi madre alterada.

—¡Ven de inmediato a casa tenemos que hablar!—gritó mi madre en el teléfono y colgar de inmediato

—¿Todo bien cariño?—dijo Sana al abrazarme por detrás mientras me encontraba desconcertada por la llamada de mi madre

—No lo sé, mi mamá parece enojada conmigo, pero no sé la razón—dije preocupada

Al llegar a mi casa mi madre y padre estaban esperándome en el comedor, con el rostro enfurecido.

—¿Hola?—dije con miedo entre dientes

Pusieron un sobre en la mesa y entonces supe de qué se trataba. Tomé el sobre con mis manos temblorosas, trague grueso y cuando comencé a sacar las fotos me di cuenta del origen real de la persona que nos seguía.

—¿Contrataste a alguien para que nos siguiera? ¿Es en serio?

—¡Necesitábamos saber con quién salías!—gritó mi madre

—Queríamos asegurarnos de que fuera una buena persona, pero, es obvio que no lo es, solo mira a lo que te indujo, esa no eres tú

—No hablen de ella como si la conocieran, ustedes no saben nada...

—Esta no eres tú, nunca has sido así

—¿No soy yo? ¿Cómo se supone que ustedes podrían saber eso? La única que vive conmigo todos los días soy yo, así que la única que puede decir quien soy, soy yo ¿Cómo fue que supieron que salía con alguien?

—Siempre que sales con alguien te vuelves ausente, y ahora vemos la razón. Somos tus padres tenemos derecho de saber con quién sales

—Necesitamos que termines este circo ahora mismo u olvídate de que tienes madre

—¿Así de fácil te deshaces de tu hija?—pregunté desafiante

—Debe de ser fácil para ti, nosotros toda tu vida hemos estado contigo, tienes más razones para quedarte con nosotros que con ella, así que de una vez termina con esto

—¿Quieren que decida entre mi novia y ustedes? ¿No les parece un poco cruel?

—¿Cruel? Cruel es la vergüenza que cargamos nosotros en este momento

—Yo la amo. ¿Cómo se supone que viva mi vida sin ella si es alguien muy especial para mí?

Mi madre me dio una cachetada...

—¡No vuelvas a decir eso!

—Bien... No volveré a decirte eso ni nada más—dije tragándome mi llanto para parecer orgullosa ante mi madre que todo el sentido había perdido

Llegué a mi cuarto antiguo, tomé una maleta y comencé a guardar unas cosas.

—Nayeon quiero que sepas que estaré a una llamada si quieres hablar—dijo mi hermana al entrar a mi cuarto

—Gracias, espero nos veamos pronto—dije al abrazarla mientras un par de lágrimas se asomaban a mi rostro

Salí de mi casa sin voltear a ver a mis padres, ellos se quedaron impresionados en la puerta, mire al suelo para intentar calmarme y cuando levante mi mirada ahí estaba Sana al cruzar la calle, tomé aire y solo caminé un poco para hundirme en un abrazo con ella, no podría elegir a nadie más que ella. 

Después y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora