Sobre el amor

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Fui al parque con mi hermana y Sana, todo parecía bien, mi hermana era presa de sus encantos como todos los demás, eso era un alivio para mí.

—¿Por qué te gusta mi hermana?—preguntó mi hermana haciéndola reír

Me dispuse a escuchar atentamente.

—No te lo diré porque es un secreto, te podría decir cuando tu hermana no este aquí—dijo ella al verme divertida

—Eso no es justo—dije indignada

Me cansé de caminar, pensé que lo estaba fingiendo bien pero de repente Sana se agacho y me dijo que subiera a su espalda, accedí porque insistió bastante. Me gustó estar tan cerca de ella, olía muy bien y su cabello era muy suave.

—Te vez cómoda—dijo mi hermana en tono de burla

—Me alegro—dijo Sana mientras caminaba

De niña me gustaba mucho andar así, siempre lo considere relajante, lo sigue siendo para mí.

—¿No pesa?—preguntó mi hermana de manera burlona de nuevo

—No realmente ¿Quieres llevarla tú?—dijo Sana juguetona

—No gracias, no soy tan buena hermana, de hecho me sorprende un poco que puedas llevarla tan fácilmente

De hecho a mí también... Seguimos nuestro paseo y cuando estábamos cerca de acabar nuestro recorrido mi hermana con un poco de duda se detuvo para hacernos una pregunta seria.

—¿Qué piensan hacer cuando se separen?¿Van enserio?

—Yo volveré un tiempo a Japón y nos visitaremos mutuamente

—Yo creo que firmaré un contrato como solista

—¿Enserio creen que puedan separarse tanto tiempo?—dijo mi hermana al ver el agarre de mis brazos en el cuello de Sana

—Haremos que funcione, pase lo que pasa—dijo Sana tomándome por sorpresa

—Me caes bien Sana pero tengo que pedirte que no le hagas daño

—Puedo cuidarme sola—expresé segura de mí

Mi hermana y ella rieron ante mi reacción negativa y entre risas tuve que bajarme de Sana y conducir a la casa de mis padres. Mi hermana se despidió de Sana y le pidió que cuidara de mí con una ilusión muy grande en sus ojos.

Cuando mi hermana cerro la puerta, Sana suspiro.

—Estaba nerviosa ¿Crees qué le agrade?—preguntó ella enterneciéndome por como comenzó a sacudir sus manos para liberar estrés

—Claro que sí, solo un loco no te amaría— encendí el auto y comencé a manejar

—¿Cómo has estado en 1 día sin verme?

—Bueno... viajaste en avión, yo sé que solo viajaste dentro de corea pero no me gusto que estuvieras tan lejos, aunque no te vea me gusta saber que estar cerca

Ella se quedó en silencio y solo me vio con una cara que no puedo descifrar. Ultimamente siento que sobre el amor no sé nada porque parece que aprendo cada vez más cuando estoy con ella, sinceramente no sabía que se podría extrañar tanto a alguien como la extraño a ella, su presencia en mi vida me da una sensación desconocida en el pecho.

—Mira el camino—dijo ella sonriente al apretar mi mejilla

Cuando llegamos al edificio donde aún residíamos las 9 me tope con la mala suerte de ver al ex-novio de Sana en la recepción. Caminó hacia nosotras y le sonrió, con ese pequeño gesto supe que sus sentimientos iban más allá de una portada de revista o una nota de un romance en un blog e inconscientemente tomé la mano de Sana como si eso fuera alejarla de él.

Después y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora