Cambios.

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A Itou Kentaro le gustaba su trabajo. Sí, era un guardia de la prisión de más alta seguridad de Japón localizada en una isla a kilómetros del país cuya única entrada era un puente vigilado y llena de los criminales más peligrosos del mundo, pero tenía una vida tranquila. Nunca le gustó el barullo y en este sitio podía legalmente dar porrazos para que los criminales dejasen de molestar. Tampoco se sobrepasaba, si había algo que el hombre con máscara, ojos rojos y dientes afilados tenía, eso era orgullo. Y su orgullo no le permitía actuar como un villano, algo que siempre le llamaron desde pequeño por su quirk: Painfully. Podía inducir dolor a las personas. Le era muy útil para controlar presos, eso sí. Tampoco tenía mucha familia de la que preocuparse: un padre y una hermana con los que llevaba años peleado y ya no se hablan. ¡Y porque no coincidió con ellos sobre el trato a la gente con quirks "malos"! Claro, para ellos era fácil que tenían quirks lindos que les permitían crear flores. Así que su vida era... Tranquila. Quizás hasta vacía.

Además, el traje se veía genial. Era todo negro con pantalones muy cómodos, un chaquetón con botones claros y cuello alto, un sombrero de cuero con placa y una cinta con rallas blancas de hombro derecho a parte izquierda de la cintura.

Hoy Kentaro no había dormido mucho, ¿pero quién lo hizo? ¡La pelea de All Might contra ese villano con traje fue de otro mundo! ¿Y adivinas quién le toca llevar a ese mismo villano a su celda hoy por la mañana? ¡Sí! ¡A Kentaro! Como siempre, haciendo el trabajo sucio de los héroes. Tampoco le molestaba. Así que se puso estoico, quizás más fácil de molestar de lo habitual por la falta de sueño, y recogió la silla de seguridad especializada con ruedas en el que estaba sentado el gran hombre en respirador y camisa de fuerza. Kentaro había visto villanos más grandes pero no eran la mayoría. Y esa cicatriz se veía aún peor de cerca.

No habían llegado a su celda todavía cuando el tipo empezó a despertarse. Sonaba bastante confundido, lo que lo hizo sentir bastante más humano que en su pelea contra All Might.

-¿Dónde estamos...?

-¡Silencio! Puedes saberlo solo con echar un vistazo, ¿no? ¡Este es el lugar al que van los criminales cuando se les debería dar pena de muerte pero es ilegal! - respondió Kentaro.

El villano no parecía molesto por la mala respuesta:

-Ahh... Una prisión... No lo sabía. Hay demasiados... Sensores.

Kentaro casi se sentía mal por haberle gritado. Realmente no parecía un villano ahora así que preguntó en una voz más suave:

-¿A qué te refieres? ¿Me estás diciendo que no puedes ver nada?

Claro, eso sería lo normal. ¡No tiene ojos! Pero en la batalla claramente sabía todo lo que había alrededor, incluso reaccionó cuando All Might se desinfló. Debía de poder ver con alguno de esos quirks suyos robados (una persona con varios quirks, aún suena increíble para Kentaro). Si no, ¿cómo hubiese dejado a All Might tan herido?

-Aparte del sonido de la ropa moviéndose, de los pasos y de las vibraciones del aire, he pasado los últimos 6 años usando un quirk para poder ver los rayos infrarrojos a mi alrededor. Los sonidos son lo que me dan una percepción sobre el espacio. - explicó el villano con buenas palabras. - Con todos esos sensores, no puedo sentir lo que hay a mi alrededor... Lo siento.

... Estaba ciego. Este hombre estaba ciego como un murciélago y aún así hizo todo lo que hizo. Era impensable una situación en la que un tipo como él podría casi vencer a All Might. Pero de nuevo, también era impensable que una persona pudiese tener varios quirks a la vez.

No volvió a hablar hasta que pasaron por la celda de Stain:

-No sé qué me van a dejar hacer aquí, supongo que mi caso es especial. ¿Pero podré mandarle cartas a mi esposa e hija? ¿O podrían visitarme?

Ser Una Heroína.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora