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El me ve todos los días. Aidan Watson, el chico de a lado...Si pudiera decirle lo que siento por el. Yo ya asumí mi responsabilidad en la vida...una vida que no podré tomar con él.
¿Quien soy?. La mujer Araña y tengo un trabajo. Soy _____ Parker, y también tengo un trabajo.
- ¡Parker!.- salí de mis pensamientos al escuchar a mi jefe decir mi apellido. Gruñí por debajo al dejar de ver el letrero dónde estaba el rostro de Aidan...al final si logró lo que se propuso y estoy feliz por el.- ¡Parker, espera, espera!...- frené rápidamente para evitar lastimarlo.- Llegas tarde...de nuevo.- señaló su reloj.
- Lo siento, señor. Tuve un imprevisto.- bajé la mirada al bolso de mi polera guardando mi máscara de reojo más al fondo.
- ¿Imprevisto?. Siempre imprevisto, ven.- ambos nos adentramos a la pizzería.- Hace 20 minutos llegó otro pedido, ocho extra grandes con nueve ingredientes. El tiempo vuela, y no solo perder el dinero de la pizzas sino que también el cliente se irá con las pizzas Yurt's. Tu debes entregarlas, eres mi única esperanza.- colocó las cajas con pizzas sobre la barra.- ______, eres buena chica pero no eres confiable...esta es la última.- avisó.- Recorreras 43 calles en 7 minutos y medio, está en tus manos...¡Corre!.
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Manejaba como loca aquella pequeña motoneta sin control y sin dirección. Solo pensaba en la forma de la que me había hablado, había sido buena persona al darme trabajo pero yo le estaba pagando con otra moneda al quedarle mal. Es solo que...al ser la mujer araña no es nada fácil pero encerio necesito el dinero para independizarme lejos de Harry y la Tía May. No me malinterpreten...los amo pero últimamente necesito encontrarme a mi misma.
- ¡Mujer tenía que ser!.- gritó un camionero al haber chocado con su tráiler ya que un taxista había abierto rápido la puerta de su taxi haciendo que me desviará. Rápidamente giré al ver cómo un bus aparecía en el camino, ví de reojo que llevaba como letrero el mismo anuncio de Aidan.
Al llegar a una avenida me detuve para ver qué solo faltaban pocos minutos. Sin pensarlo más, dejé la moto en un lugar seguro y corrí hacia el callejón más cercano donde rápido me coloqué el traje y salí volando por los aires.
- Wow, le robó las pizzas a esa chica.
Me dirigía hacia el hotel de la dirección pero al escuchar como unos niños corrían hacia su pelota pero más adelante venía una camioneta rápido tiré las cajas sobre un edificio y salvé a tiempo a los niños antes de que fueran arrollados.
- Oigan niños, no jueguen en la calle.- sugerí amable mientras le revolvía un poco el cabello a la niña.
- Si señora mujer araña.- sonreí por debajo de la máscara. Si tan solo supieran que es una chica de apenas 18 años.
