ˢᴾᴵᴰᴱᴿ⁻ᵂᴼᴹᴬᴺ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ.

- Extra.

📍: Cementerio.
(______)

Cualquier situación que se nos presente.
Cualquier batalla interna con la que lidiemos, siempre podemos elegir...Mi hermano Harry me enseñó eso. El elegido dar lo mejor de si.

Somos lo que nosotros decidimos ser, y siempre podemos elegir hacer lo que creemos correcto.

[💗]
Dos años después »

Hola, ya me conocen soy yo su amigable vecina.

- ¡Aidan, date prisa!.- apresuré al hombre de mi vida, el cual a decir se estaba tardando mucho en el baño.

Hace tiempo que no charlamos ¿verdad?. Por cierto, antes de que se me olvide, ¿Se acuerdan de mi amiga rubia, la que me hacía galletas con vasos de leche?. Exacto, ella. Pues déjenme decirles que se terminó casando con Jenna, ahora mismo han de estar jugando con su pequeño hijo: Tobey.

- No me apresures, ya salí.- me dejó un casto beso y tomó mi mano para salir de nuestra a casa hacia la ciudad y el lugar citado.

Permítanme ponerlos al corriente. Aidan y yo tratamos de arreglar las cosas, si, lo volvimos a intentar y prometimos no guardar más secretos entre nosotros.

- Hola bella chica. Veo que tiene un anillo en el dedo indicado de casamiento.- asentí ante las palabras de Aidan, el cual ahora fingía ser un completo desconocido.- Que lastima, pensaba invitarla a cenar a mi departamento...

- ¿Ahora se le llama cenar?.- pregunté divertida.

Y si, nos casamos y ahora nosotros tendremos que cuidar a una personita más que conoceremos más adelante.

- Hemos llegado.- entramos al hospital en donde finalmente nos entregarían a nuestra hija.

Y también si, estuve embarazada. Tuve a mi hija pero algo pasó con sus pulmones que la tuvieron que internar por unos cuantos días para monitorear la y que no corriera peligro.

Aidan y yo somos padres.

- Tomen a su pequeña. Es una sana niña.- la enfermera me entregó en brazos a nuestra pequeña hija. Es tan bella.

- Tiene tu cabello, amor.- comentó mi esposo abrazándome por detrás mientras admiraba a nuestra hija.

- Tiene tus ojos.- murmuramos un "Aw" cuando mostró su linda sonrisa.

- Ya firmados los papeles, la pequeña Samantha puede irse con sus papis.- Aidan saltó un poco de la felicidad haciéndome reír.

- ¿Quieres cargarla?.- este asintió emocionado.

- Creí que jamás lo dirías.- bromeó estirando los brazos hacia nuestra hija, quien le volvió a sonreír. El ojiverde la tomó con cuidado mientras que le decía cuanto la amaba.

- A todas las unidades de la calle C04 reportense, hay aviso de un asalto en una tienda con dos mayores de edad en ella.- miré a Aidan con una sonrisa nerviosa.

- Anda, ve. Solamente no llegues tarde...

- Debo alimentar a Sam, comprendo. Te amo.- le dejé un pequeño beso en la comisura de los labios y luego le besé la mejilla a Sam para después irme de ahí y poder entrar a un callejón en dónde no tardé en quitarme la ropa quedándome con mi traje original puesto.