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⚠️Advertencia: contenido fuerte⚠️

—¡Hola ellie! Que bella te vez hoy—la mujer albina solo miró a la enfermera con sus ojos azules cargados de furia caliente, cosa que la castaña ignoró. Dejó lo que traía cargado en la mesita al lado de la camilla de la albina y finalizó con ayudarla a sentarse sin soltar sus ataduras, solía ponerse agresiva si es que llegaban a soltarla—Hoy te llevarán a el que será tu nuevo hogar—suspiro zaneri tomando el peine que había traído y empezando a cepillar el cabello albino de Elizabeth—Así que te voy a preparar para que te veas muy bella, ¿si? —

Como de costumbre, la de ojos azules no respondió, solo se dedico a luchar inútilmente intentando evitar que las dulces manos de la enfermera la tocarán, moviendo la cabeza para morder los dedos que le estaban haciendo una hermosa trenza larga y gimiendo del dolor cada que sus ataduras friccionaban contra su piel de porcelana y la quemaban.

Cuando finalmente la castaña terminó de peinar y dejar lo mas arreglada que pudo a su paciente preferida, tomó un espejo en forma de cuadro que había usado como charola y lo coloco justo frente a la mujer de intensos ojos azules.

—¡Mira lo bella que quedaste Ellie!—le sonrió con dulzura dejando que la mujer pudiera admirar su rostro por última vez. En el pabellón psiquiátrico los espejos estaban prohibidos así que ella jamás volvería a ver su reflejo. Antes de que pudiera darse cuenta, Elizabeth hizo la cabeza hacia atrás tomando el impulso suficiente y luego, sin dudarlo, estrelló su cabeza contra el vidrio rompiendo lo en varios pedazos pequeños. El ruido fue ensordecedor, la sangre en su frente empezó a correr y la enfermera se levantó alarmada al ver a la hermosa albina con la frente llena de sangre y pequeños vidrios incrustados en su piel.

Caído (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora