Caído (PAUSADA)

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—...Y después de eso me escondí debajo de la cama para que mi padre no me encontrara, tenía miedo, sabía que iba a golpearme por haber arruinado la cena—la albina se quedó en silencio tras terminar su relato y volteo a ver a meliodas, sus penetrantes ojos rojos estaban puestos en ella y no se separaban. Esa ya era la quinta historia que le contaba al demonio y este se seguía quejando y gruñendo por su incesante parloteo, aún así, ya no le había vuelto a pedir que se quedara callada y, para elizabeth, eso ya era una mínima mejora, al menos lo estaba distrayendo el tiempo suficiente como para que no tuviera sentimientos negativos o buscará alguna víctima que cumpliera sus deseos egoístas y le dé fuerzas.

—Tu padre esta aquí, en el infierno—habló el ángel caído en un susurro grave que rebotó por las paredes de la caverna. La albina agachó la cabeza con tristeza.

—Lo sé, después de todo lo que hizo era obvio que pagaría en el infierno—se hundió de hombros un poco, la verdad no le interesaba mucho, sentía lástima y pena por su progenitor, pero él se merecía todo el sufrimiento que esa tierra de fuego podía darle—Al igual que yo—finalizó sintiendo un amargo nudo en su garganta traslúcida. La fantasma de la humana se hizo bolita en su mismo lugar buscando un poco de consuelo en el calor abrasador del lugar, pero no pudo evitar soltar un lagrima que el demonio vio y disfruto con gusto.

Estar ahí era su culpa, nunca iba a perdonarse por haber pecado de esa manera, sus esperanzas de reencontrarse con su madre y sus hermanas ahora eran bulas, estaba atrapada ahí por la eternidad y sólo serviría como bufón del mismísimo diablo.

Se limpio la lagrima rápidamente para evitar darle más satisfacción al ángel caído y volvió a sonreir. Había notado que meliodas detestaba sus sonrisas.

—Y bueno, tengo más historias, pero no quiero terminarlas todas tan pronto, debo dejar algunas para el resto de la eternidad—soltó estas palabras como un comentario irónico, cosa que divirtió al demonio y lo hizo soltar una tenue risa, claro, esa "eternidad" iba a durar solo hasta que pudiera liberarse de sus inmensas cadenas y devastara la tierra y el cielo, solo hasta ese momento ella dejaría de contarle sus tantas experiencias.