MEJORES AMIGOS. Just friends, Just Sex [FANFIC VEGETA Y BULMA]

CAPITULO 25 ¿RECHAZO?

El comportamiento de Bulma había cambiado de un instante a otro, su rostro expresaba seriedad y decepción.

- no... - era un "no" de imposible de creer, algo que no podía ser. Lo dijo casi sin fuerza, como si dudará de ello.

- No lo descartes bulma... - mencionó milk ahora en modo serio.

- Tu sabes lo que Vegeta y yo nos prometimos, el no haría nada para romper eso...

- ¡Bulma por favor! Eso es una tontería, como va a renunciar a tener una relación solo por eso, también tiene necesidades tanto como sexuales y sentimentales...

Lo que era una conversación amena, se había convertido en una discusión que no iba a buen rumbo.

- A un falta un año para que se cumpla la promesa - dijo bulma recargando su frente en su mano, sin mirar a los ojos a milk.

La pelinegra bufo y negó con la cabeza - Bulma, si en verdad quieres a vegeta, no le niegues la oportunidad de ser feliz con una mujer que lo quiera, solo por un capricho... Y disculpame por decirte la verdad, iré a ordenar el resto de la casa

Bulma pensó, que la mejor manera de aclarar las cosas, era hablando solamente con el, pero quizá aún no era el momento, esperaría por lo menos un tiempo para asegurarse si las cosas entre ellos dos estaban cambiando, si Vegeta seguía distante con ella y mostraba indicios de querer a alguien más o por el contrario las cosas seguirían siendo sexualmente satisfactorias como siempre.

[...]

Había pasado al rededor de un mes. Hasta el clima se mostraba cambiante, las lluvias eran más frecuentes el clima caluroso empezaba a ser un poco más agradable y fresco, solo un par de semanas para el otoño.

La amistad de esos dos, no había mejorado, los encuentros nocturnos habían disminuido, el comportamiento del hombre era cada vez un poco más cortante
¿Funcionó la actitud distante para dejar de sentir "amor" por ella? Solo un poco, pero no dejaba de sentir algo.
Y pobre chica, la incertidumbre la carcomía, en verdad quería aclarar las cosas y el momento había llegado.

- Que linda esta la noche - dijo milk viendo las estrellas con sus grandes ojos - ¿vamos a caminar? - preguntó ansiosa.

- Vamos - dijo goku tomándola de la mano

- Ahorita volvemos chicos - dijeron, tomando un par de cosas y cerrando la puerta del departamento.

Vegeta y Bulma se quedaron solos en el balcón, disfrutando de la noche. Era esa la oportunidad. De ambos.

- Como pasa el tiempo, no crees - mencionó bulma - Hace unos semanas estábamos con los pelos de punta, pensando que íbamos hacer padres jajaja

- Créeme que nunca había tenido los pelos aún más de punta que esa vez - hizo una pequeña broma de su cabello en forma de flama.

- De amigos a mejores amigos, después compartiendo el mismo techo y casi apunto de tener un bebé, que loco - Bulma explicó moviendo sus manos con una sonrisa.

Las risas no habían faltado, en ese momento era como si nada hubiera pasado, sin confunciones, ni malos tratos.

- Eres muy importante para mí, ¿lo sabías?

Tenía la atención de Vegeta, este no la miraba, la contemplaba, había sido tan duro últimamente que había olvidado lo bien que se sentía estando con ella.
El sentía que podría ser el momento de decirle lo que sentía.

- Vegeta ¿recuerdas nuestra promesa? - preguntó ella un tanto temerosa, sentándose en dirección al hombre para mirarle de frente.

- La recuerdo - le sonrió- Llevamos un año...

- Un año sin pareja, y... vamos por el segundo ¿verdad? - bulma estendio su mano, espero que su amigo a sintiera y la tomará.

Vegeta la observó, la sonrisa que tenía se había borrado, y de inmediato miro a la derecha, no quería afirmar eso, era como rechazar a un futuro cercano amándola.

Bulma desconcertada, sintió un dolorcito en el pecho y un nudo en la garganta se estaba formando. Presentía que su amigo iba a terminar con lo que habían construido, por otra mujer.

- De eso quería hablar - Vegeta por fin estaba decidido, hasta un brillo en sus ojos se apreciaba. Confezaria su aprecio anormal hacia ella- No creo poder cumplir con... - de pronto había sido interrumpido.

- ¡¡Vegeta por favor no!! Me aterra la idea de que todo esto se arruine por sentir amor

¿Que? A la chica le aterraba que su promesa se terminará por los sentimientos, que todo cambiará.

El desamor afecta "profundamente" al cerebro y puede "literalmente" romper el corazón.
Su mirada, ese destello que acompañaba el color negro intenso de sus ojos, se había desvanecido. Vegeta se sentía derrotado.

- Bulma yo... De verdad no quería sentir esto - menciono con la mirada en alto, pero apretando los puños, reteniendo su despecho

- Pero lo hiciste, te enamoraste de - no podía decir la palabra (alguien más) se negaba a eso, pues ella estaba convencida de que había otra persona - ¿Nuestra promesa no te importa?

- Si - mencionó casi sin fuerza

- Entonces porque te arriesgas a que todo se vaya al diablo... No soportaría perder a mi mejor amigo - Bulma se cubrí el rostro, claramente estaba llorando.

Vegeta en ningún momento pensó que pasaría eso.

- Créeme que no fue mi intención que esto pasara, Bulma perdón, también fue tonto pensar que - (podríamos amarnos) solamente lo pensó, pero no iba a decirlo - Todo será como antes - se arrodilló frente al sofá donde estaba ella, tomando su mano.

Los ojos azules de esta lo miraron, un tanto llorosos, la mejillas estaban ruborisadas, lo abrazo poniéndose a su nivel recargo su barbilla en el hombro.

Todo había sido una mal entendido, las palabras que mencionaron habían encajado a la perfección con las dudas del otro, Vegeta por un lado había sido rechazado por bulma y ella se encargo de que vegeta no sintiera nada por nadie cuando en realidad el amor que sentía era por ella.

Teniendo en brazos a la mujer que lo había rechazado ¿como se supone que se puede lidiar con una situación así?
Esa ilusión que inconscientemente había construido, vegeta en algún momento llegó a imaginar cómo le decía "Te amo" y este había sido correspondido para después recibir un beso y una sonrisa sincera. Un momento surrealista que tal vez nunca ocurriría. Decirle adiós a algo que nunca pasó. Conformarse con hacerla suya solamente en la cama, como desde un principio.