•Hace tres meses que Minho llegó a su nuevo apartamento en el que comparte piso con Han Jisung, un actor poco reconocido al que le mortifica mucho su físico.•
-Te ves más delgado, deberías comer algo, no me gustaría que esas adorables mejillas desap...
El plan de Minho para hacer sentir mejor a Jisung y averigüar que le pasa comenzó. Hoy él pelinegro había conseguido un día libre en su trabajo, por lo que decidió levantarse más temprano de lo usual -antes de que Han despertará- para alistarse e ir de compras.
El primer paso en su plan era hacerle el desayuno a Jisung. No sabía que tanto ni que tan bien se estaba alimentando el menor, pues no desayunaba, ni cenaba. No sabía si en su trabajo realmente estaba almorzando y comiendo. Por lo que asegurarse de que tuviera su primer comida del día le pareció buena idea.
Consiguió todos los ingredientes para hacer panqueques de avena y plátano. Eligió esto pues quería darle algo saludable y que le diera energía para el resto del día.
De nuevo en casa dejo las bolsas sobre la mesa de la cocina y fue a revisar que Jisung aún siguiera dormido. Se dirigió a la habitación del menor, y sí, estaba durmiendo comandante en su cama, abrazando un peluche de ardilla.
Para Minho la imagen fue tan tremendamente adorable que no pudo evitar sacar una foto.
De vuelta a la cocina se puso manos a la obra. Lee era muy bueno en la cocina, y no solo por haber estudiado gastronomía, en realidad siempre tuvo el talento de cocinar. No importa lo que hiciera, esto sabría delicioso.
Hizo los panqueques y un jugo de pepino para acompañar. Vió la hora en su celular, eran las 8:37 a.m. Jisung tenía que salir de ahí a las 10, Minho fue a despertarlo, pues ahora también tenía que desayunar y tener el suficiente tiempo para alistarse.
Abrió la puerta del cuarto de Jisung con cuidado y prendió la luz. Jisung hizo una muñeca y escondió su rostro bajo su ardilla de peluche. Por su parte Minho se acercó a la cama y comenzó a mover a Han con cuidado tratando de despertarlo.
-Sunggie, es hora de levantarte lindo.-para Minho no era extraño usar esté tipo de apodos, él era una persona muy cariñosa, pero para Jisung era diferente, jamás terminaría de acostumbraste. Pues cada vez que escuchaba a su Hyung llamarlo así sentía una sensación extraña en su pancita.
-Aun no suena la alarma...-dijo Jisung casi en susurro.
-Lo sé, pero te hice una sorpresa.
Sin duda esta frase sirvió, pues apenas Minho mencionó que tenía una sorpresa Han abrió los ojos como si de un niño pequeño se tratara.
-¿Una sorpresa?
-Sí, pero te tienes que levantar ya. Anda, ve al baño y lávate te espero en la cocina.
Jisung asintió y Minho salió del cuarto algo nervioso. No sabía cómo iba reaccionar Han ante su sorpresa.
Una vez Jisung terminó de lavarse la cara y los dientes se dirigió a la cocina, dónde Minho lo esperaba con la mesa y puesta y un lindo y delicioso desayuno.
Han casi corrió a la cocina, al llegar se quedó unos segundos pensando en lo que estaba viendo. Sin duda no esperaba eso. No sé decepcionó ni mucho menos, tampoco puso mala cara, pero no el acostumbraba a no desayunar en las mañanas.
Minho lo seguía observando, se puso algo nervioso por lo que decidió hablar.
-Yo... Probé una nueva receta que ví en internet, y quería compartirla contigo. Ven siéntate.
Jisung hizo caso y tomó asiento. Por unos segundos más observó la mesa. Los panqueques eran de un color café olían demasiado bien, estos los acompañaban algo de fruta como fresas y plátano; en un lado se encontraba su jugo y algo de Nutella en caso de que este quisiera.
-Se ve delicioso, muchas gracias.-Por más que Jisung no quisiera romper su ayuno no sería capaz de negarle un detalle tan lindo a Minho, que por cierto, este se relajó un poco cuando oyó al menor decir aquello.
-¿Tienes hambre?
-No mucha en realidad.-vaya mentira, que fue desenmascarada por su propio estómago, pues Minho pudo escuchar como esté rugió fuerte. Lo que a su vez provocó que se sonrojara y él pelinegro riera.
-Tu pancita dice lo contrario.
El sonrojo de Jisung aumentó.
-Mi pancita no sabe que es lo que quiere. Pero mejor comamos antes de que los panqueques se enfríen.
Y así fue como dió inició su desayuno, entre pláticas y risas por parte de ambos. Sin duda un momento que los dos chicos guardarían en su corazón.
El plan de Minho había comenzado, estaba dispuesto a hacer todo lo posible para hacer sentir bien a Jisung.
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Fin del primer capítulo, espero les haya gustado. Gracias por leer. <3
