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—¿Bueno? ¿Minho, eres tú? Wow, cuánto tiempo.

—Solo pasaron dos semanas desde la última vez que hablamos, no exageres, no fue tanto.—habló Lee a través del teléfono.

El tiempo es relativo, para mí si fue mucho. Cómo sea... ¿Qué sucede?

—Necesito algunos consejos para crear contenido en redes sociales.

—¿Por fin te animaste a querer ser influencer?

—No son para mí bobo, sabes que eso no es lo mío.

—Mmmm, de acuerdo. ¿Para qué red social?

—Tik tok.—respondió Minho simple.

—Pues lo primero sería ser constante, y crear contenido de calidad. También necesitas un buena iluminación y ser tú mismo, a la gente le gusta eso.

—Ya veo. Muchas gracias Lix. Por cierto ¿Cómo está Olivia? Me enteré que se acaba de graduar.

—Oh, está muy bien, recientemente volvió a Australia para tomarse unas vacaciones antes de iniciar en su trabajo.

—Me alegro por ella.—dijo sincero.

—¿Pero sabes qué?, sigue igual de insoportable, no deja de preguntar por tí. "¿Cómo está Minho oppa" ¿Hablaste con Minho hoy?" ¿Me das su número?" —El pelinegro río del otro lado de la línea, desde que se conocieron Olivia había sentido cierta atracción por el mejor amigo de su hermano.

Félix y Minho se conocieron en Sexto de primaria. Cuando el rubio se mudó a Corea por el trabajo de sus padres y entró a la misma escuela que Minho. Félix rápidamente  hizo amigos; siempre fue un chico muy hablador y carismático, lo contrario a Lee, quién prefería quedarse en una esquina a observar alos demás.

Un día la maestra pidió que organizarán parejas para un trabajo. Tanto chicas como chicos peleaban por trabajar con Félix. Pero este no parecía prestarles atención, pues estaba concentrado en el pelinegro al otro lado del salón.
Desde hacía ya un tiempo lo había estado observando, quizá no hablaba mucho pero si que era un chico muy inteligente y servicial.
Félix salió alió del montón de niños que rodeaban su banca y se dirigió con Minho.

—¡Hola!—saludó alegré.—Soy Félix, y tú eres muy guapo. ¿Quieres ser mi compañero?—Minho se sonrojó por el cumplido, jamás nadie que no fuera de su familia le había dicho así. Félix por su parte amaba dar cumplidos, él siempre pensó que todos sin excepción tenían algo que elogiar y merecían un cumplido por más simple que fuera.

—G-gracias, tú también estás bonito.—dijo tímido.

Ese día hicieron el trabajo juntos como Félix había propuesto y también se hicieron grandes amigos. Ambos eran muy diferentes entre sí pero justamente eso fue lo que hizo su amistad tan especial.

Gracias a Félix Minho aprendió a ser más seguro de sí mismo. Y Félix descubrió su pasión por el baile cuando su amigo lo invitó a ir a las clases con él.

El tiempo pasó y su lazo se hizo cada vez más fuerte.

A la edad de 15 años Félix comenzó a desarrollar algunos sentimientos amorosos por su mejor amigo. Quería estar todo el día pegado a él y ya no sentía los abrazos de la misma manera.

Encontró refugió en los brazos de Minho cuando las cosas en su casa se complicaron. Solían pasar todas tardes en la cama de Minho abrazados, mientras Félix se desahogaba y el mayor le repetía que todo iba a estar bien dejando caricias en su cabeza. Luego Minho lo llevaba a su casa por la noche y se despedía con un beso en la mejilla.

Si tienes hambre solo come -Minsung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora