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Por los siguientes días Minho continuo haciendo el desayuno para ambos antes de ir al trabajo. Y Jisung lo comía cada mañana, pues no quería negarle la comida a su amigo, y muy muy en el fondo sabía que era porque también le encantaba comer y no quería pasar hambre.

Esto sin duda lo había ayudado mucho, pues su ánimo estaba mejorando y se sentía con más fuerzas. Todo iba bien, o eso es lo que Minho pensaba.

-Gracias por el desayuno Hyung, debo irme o llegaré tarde a la sesión de fotos

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-Gracias por el desayuno Hyung, debo irme o llegaré tarde a la sesión de fotos.

-No es nada Sunggie.

Ambos se dirigieron a su sala, dónde el menor tomó su bolso y su abrigo.

-Bien, supongo que nos vemos en la tarde-habló Han, luego se dió la vuelta y comenzó a caminar hacia la entrada de la casa.

-Espera-la voz de Minho lo paró. El susodicho caminó rápido hacía Jisung y luego continúo.-Cierra los ojos.

Han obedeció a la extraña petición.

Minho depósito un suave y tierno beso en la mejilla izquierda de su amigo. Lo que provocó que Han abriera sus ojos sorprendido, más no disgustado.

-Buena suerte lindo-susurró cerca de su cara, luego sonrió y se fue a su habitación aparentando que nada había sucedido aunque en realidad se felicitaba a si mismo por al fin animarse a hacer algo que tanto anhelaba. Y a la vez no dejaba de repetir el momento en su mente. Sonriendo como un tonto cada vez que recordaba lo suave y bonita que era la mejilla de Han.

Por otra parte -y aún en la puerta de la entrada- Jisung estaba en shock, ¿Enserio Minho le había dado un besito? Una sensación extraña llegó de nuevo a su estómago; el chico no sabía que era, pero ya la conocía muy bien. A menudo su estómago se sentía raro cuando Minho lo llamaba de forma cariñosa o se acercaba de más, logrando que Jisung pudiera oler ese aroma tan masculino pero a la vez dulce, que en el fondo le encantaba.

El timbre de su celular lo sacó de su ensimismamiento. Sacó el aparato de su bolsa y revisó quién lo llamaba. Era su manager.

-Hola, ¿Jisung? ¿Dónde estás?-habló la voz de una mujer del otro lado del teléfono.

-Lo siento, me retrasé ya voy para allá.

-De acuerdo.

La llamada terminó y Jisung por fin salió del apartamento. Trató de alejar a Minho de sus pensamientos pero no lo logró, para él su Hyung era simplemente perfecto, amable, honrado, carismático, gracioso, creativo, bueno para cocinar y demasiado guapo.

Si tienes hambre solo come -Minsung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora