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--Eres un estúpido Jisung, ¿por qué demonios le hablaste así? Él no tiene la culpa de que seas un maldito gordo, solo trata de cuidarte--dijo el castaño para sí. Luego de que Minho se fue no salió de su cuarto, tenía la cabeza perdida, solamente lloraba y lloraba, ni siquiera sabía por qué con exactitud, pero las ganas de llorar eran mayores. En algún punto se quedó dormido, y despertó hasta 4 horas y media después. Ahora se encontraba lamentándose, y muy arrepentido de como actuó y trató a Minho quién solo trataba de ayudar. 

Trató de enviar un mensaje de texto a Minho, pero no le llegaban. La culpa y el arrepentimiento se hicieron aún mayores; luego comenzó a sobre pensar ¿Y si le pasó algo? se preguntó. Los siguientes minutos fueron un infierno, su inestable mente comenzó a crear situaciones en las algo le sucedía a Minho, su ansiedad fue aumentando minuto a minuto. Comenzó a estirar sus hebras, a morder sus uñas e incluso a rasguñar y pellizcar su piel.

Jisung se encontraba solo en el apartamento, aún así el miedo y la ansiedad empezaron a carcomerlo; sentía constantemente que algo caminaba por sus piernas, que lo observaban, que había sombras en las paredes y que se escuchaban ruidos extraños. Cerró la puerta de su cuarto con llave, y se metió bajo las sabanas para tratar de calmarse, por supuesto no se atrevió a apagar las luces. Así se hizo la noche y Jisung seguía con una preocupación inmensa. 

Una idea llegó a su mente cuando dieron las 10 P.M.:Llamar a Felix.

Se armó de valor para salir el cuarto e ir por su teléfono a la cocina; cruzó el largo pasillo corriendo lo mas rápido que pudo. Al llegar hacia su telefono lo tomó y rapidamente regresó a su habitación.

Llamó a Felix, tardó algunos segundos en contestar, pero por suerte lo hizo.

--¿Bueno?¿Jisunggie?--A pesar de no ser una persona muy cercana a Jisung -Ya que llevan poco más de una semana conociéndose- para el castaño fue un gran alivio escuchar gruesa su voz.

--Amm, Felix-Hyung. ¿Esta ocupado?--tartamudeó un poco.

--No, estaba viendo videos. ¿Por qué?, ¿Sucede algo?

--No, es solo que no le llegan los mensajes a Minho, y eso me preocupa un poco, Me dijo que iría a un viaje familiar y eso...

--Oh... Sí, no te preocupes, es normal que no tenga internet. Verás: Todos los años Minho y sus padres van a una especie de campamento, es como una tradición para ellos, supongo que es eso--explicó.

La conversación duró algunos minutos más. Luego el rubio tuvo que colgar.

Por un momento Jisung pensó que su ansiedad se había detenido, y podría por fin estar en paz, pero no fue así. Conforme los segundos pasaron Jisung comenzó a sentirse ansioso de nuevo. Comenzó a tararear una canción para ver si eso alejaba su mente de los horribles pensamientos, sin embargo no funcionó. Tomó su teléfono dispuesto a distraerse en las redes sociales, mala idea. 

Solamente le aparecían fotos de gente linda y en forma, lo que le hacía sentir mal por no ser como ellos; por no tener una piel perfecta, por pesar más y por tener esas horribles mejillas. Todos estos pensamiento atormentaban su cabeza, luego explotó. Comenzó a llorar, tiró todas sus sábanas al piso, lanzó sus almohadas y peluches e incluso su celular. Caminó en círculos llorando y desesperado. En algún momento se vió frente al espejo de su peinador. Se acercó, y se examinó aún con lágrimas en los ojos. 

--Eres horrible--susurró para sí. Su cuerpo se movió solo y sin pensar, golpeó su espejo provocando que se estrellará una parte de este, y que su mano se lastimara. Varios pedacitos del vidrio habían quedado enterrados en la piel de sus nudillos a causa del golpe--. Mierda--gruño cuando la herida comenzó a sangrar.

Se dirigió al baño en busca del botiquín, pero no lo encontró. Luego recordó que Minho tenía una caja de pastillas en su habitación, por lo que pensó que quizás habría vendas ahí. Se sintió como un intruso al entrar al cuarto de Lee sin su permiso, y más después de haberle gritado tan horriblemente. Encontró lo que buscaba en el closet: una caja con medicamentos, y por suerte con vendas. Con unas pinzas comenzó a retirar los pequeños trozos de vidrio que habían en sus manos. A este punto ya no sabía si lloraba del dolor o por (según él) ser un maldito gordo, feo y bueno para nada. Al terminar con los vidrios enjuagó si mano con agua, posteriormente utilizó agua oxigenada para limpiar la herida y por último vendo como pudo su mano derecha. 

Trás calmarse un poco decidió que era el momento de dejar las cosas en su lugar; por lo que tomó el agua oxigenada y las vendas que le sobraron para dejarlas en dónde es debido. Regresó a la habitación de Min, poso su vista en la caja de medicamentos. Había pastillas de todo tipo, tamaños y colores. Comenzó a temblar cuando una voz en su cabeza le aconsejo tomarlas. Dejo caer lo que tenía en las manos. La desesperación comenzaba a apoderarse de él. Comenzó a escuchar voces que le decían que era una carga, que jamás sería nadie. 

--No. No...-- susurró el el piso. La imagen de su hermano sonriendo y de Minho llegó a su cabeza.-- No voy a hacerles esto.

De regreso en su habitación continúo sollozando. 

--¡Ya cállate!--le grito a la voz en su cabeza que le aconsejaba suicidarse. "No te suicidas porque quieras seguir viviendo, si no porque eres un cobarde" dijo aquella voz. 

Tiempo después la voz se había ido, aún así Jisung seguía llorando, y preguntándose cómo es que su mente podía saborearse a sí misma. Al final llegó a la conclusión de que él era su peor enemigo. La cabeza le dolía como un demonio por tanto llorar, sus ojos ardían y su garganta estaba seca. En algún punto se quedó dormido, y despertó a la mañana siguiente en las mismas condiciones o peores.

Para su desgracia Minho no había llegado aún. Jisung se sentía débil, y aunque su cuerpo pidiera alimento él se negaba a dárselo. Tambaleandose fue al baño para lavar su boca y cara. Suspiro pesadamente cuando comenzó a ver borroso y a sentirse muy mareado. Se recargo en la pared y cerró sus ojos. Sentía que en cualquier momento se iba a desmayar. Rápidamente lago su  boca como pudo, y decidió que sería mejor volver a la cama, realmente no tenía fuerzas. 

Salió del baño, seguía con los mareos, el doror de cabeza, el hambre y el dolor de ojos. De pronto, a mitad del pasillo su vista se volvió borrosa, posteriormente todo se volvió negro.








1111 palabras por el capítulo de hoy.

En este quise mostrar que Jisung ya no solo tiene un desorden alimenticio, sino también mental, ya bastante grave como para que su mente le esté aconsejando suicidarse.

En fin... Subí este capítulo lo más pronto que pude porque ví que muchos estaban esperando, y no quise hacerlos esperar mucho . 

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Por cierto: Mil gracias por las 6mil leídas, de verdad🥰❤️❤️❤️

Si tienes hambre solo come -Minsung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora