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Jisung llegó al departamento con un nudo en la garganta. Quería desaparecer. Estos eran los momentos en los que quería dejarlo todo; decirle adiós a su sueño de ser modelo y actor. Quería rendirse. Él siempre supo que no sería fácil, pero creyó que las razones serían diferentes. No por su físico al menos. Antes de conocer a Hena siempre fue seguro de sí mismo. Sobretodo por los comentarios positivo que le hacía su hermano Jin. Y que aún guarda en su memoria. 

 En parte, Jin ha Sido una de las  razones por las que no se ha rendido aún. Ya que le prometió que triunfará algún día. Y le agradece eternamente por ser la primera persona que confío en el.

Jisung quería desaparecer, no quería ver ni hablar con nadie. Solo deseaba escabullirse entre sus sábanas y llorar, llorar y llorar más, inclusive cuando ya no tuviese lágrimas que derramar seguiría sollozando hasta dormir. 

Con cautela abrió la puerta. Apenas dió un paso dentro y el olor a Galbitang llegó a él rápidamente. Si panza rugió y maldijo mentalmente, por según él ser glotón que no puede estar mucho tiempo sin comer. 

—¡En la cocina, cariño!—dijo Minho al escuchar que su compañero llegó. Jisung ignoro el cosquilleo que sintió de los pies a la cabeza cuando escucho la voz de Minho. No estaba de humor para hablar.

—Iré a mi habitación, hyung—anunció esperando a que Minho no preguntase y mucho menos lo siguiese. 

—¿Esta todo bien Jisunggie?—pregunto al ver la cabeza gacha del menor, y al oír su apagada voz. Jisung trató de sonreír y asintió, aunque le salió más como una mueca. Mimho dejo lo que estaba haciendo y se acercó a él.

—Jisung...—susurró tomando el rostro del menor con ambas manos.—Mirame bebé. ¿Qué pasó?—habló suavemente. Jisung puso sus manos sobre las de Lee y las apartó de su rostro, sin soltarlas.

—No pasó nada Min. Estoy bien—lo vió a los ojos.—Yo quiero estar solo.

—Jisung te juro que te dejaré irte. Pero necesito que me cuentes que pasó. Me preocupa. No es la primera vez que llegas así después del trabajo—Minho pasó su agarré a la estrecha cintura del menor y dejo algunas caricias. Tenía tantas ganas de abrazarlo y no soltarlo jamás. Tenía ganas de protegerlo de todo el mal en este mundo. Jisung agachó su cabeza derramando algunas lágrimas. 

—No quiero hablar de eso Hyung—reposó su cabeza en el pecho del mayor—. Por favor—susurró. Minho comprendió que no quería hablar, así que lo respeto. No le gustaba presionar a otros.

—De acuerdo Sunggie, Entonces ¿Qué hacemos?

—¿Me abrazas hyung?—preguntó casi en susurró, quería sentirse bien, protegido y estaba seguro que los brazos de Minho eran el lugar ideal. Sin despegarse se sentaron en el sillón que de cuero que se encontraba pasos atrás. Jisung se acomodó en las piernas de Minho y dejo caer su cabeza en su pecho mientras lloraba Minho dejaba varias caricias en su cabeza y espalda con el fin del calmarlo, sabía que no estaba funcionando, aún así esperaba que pudieran reconfortarle un poco. A su vez, la mente del pelinegro analizaba la situación una y otra vez. ¿Qué debía de hacer?, ¿Qué debía de decir?, o más bien ¿Si quiera tenía que hablar? Jisung estaba muy sensible en estos momentos, y Minho no sabía con certeza cual era la rezón por la que su amigo lloraba; debía ser muy cuidadoso con sus palabras. No le soportaría lastimar a Jisung.

Luego de 20 minutos el llanto del castaño cesó, y Minho decidió hablar.

--Sunggie--llamó--vamos a comer--dijo suavemente, trató de sonar tranquilo y reconfortante, aún así su voz tembló un poco.

--No tengo hambre Hyung.

--Pero hice Galbitang. Seguro te gustará, vamos--trató de animar.

--Te dije que no tengo hambre Hyung--su voz alarmó a Minho, ya que esta sonaba con algo de enojo. Lee sintió como Han se removió un poco en sus piernas, después se levantó.

--Pero tienes que comer Jisung--dijo firme, aunque por dentro estaba muriendo del miedo. No sabía que dijo o hizo para que Jisung le contestara de esa forma.

--¡¿Qué parte de no voy a comer no entiende?!--gritó, y de nuevo comenzó sollozar--. Si como engordare, y nadie me querrá. 

--Jisung, ¿qué tonterías estas diciendo?---cuestionó Minho. Se paró frente a él y trató de tomar su mano para calmarlo, pero Jisung lo esquivo.

--Déjame solo. No te quiero ver--dicho esto salió hacia su cuarto rápidamente como un adolescente enojado, y se metió bajo las sabanas. 

Minho se quedó parado en su lugar pensando. ¿Qué había sido todo eso?, ¿Qué demonios hizo mal? Minho siempre fue comprensivo, y lejos de estar enojado con Jisung por haberle hablado de esa forma se encontraba el doble de preocupado.

Tocó la puerta del cuarto de Jisung minutos después. --Jisung. Sal, vamos a hablar. 

--¡No quiero hablar! Vete. Por favor...--Minho iba a continuar hablando, pero la melodía de la alarma de su Apple Watch lo interrumpió--. Mierda--susurró--Jisung mi tren sale en 45 minutos y no lo'puedo perder, por favor abre la maldita puerta.

--Será mejor que te vayas. No te quiero ver--sollozo desde el otro lado. Minho suspiró rendido. 

--De acuerdo, ya entendí. Sé que no quieres comer pero igual hay comida hecha, no hagas ninguna tontería mientras no estoy. Hablaremos cuando llegue. Te quiero Jisunggie.

Del otro lado Jisung no fue capaz de responder, de igual manera no quería hacerlo. Minho tomó su mochila, cargador y teléfono. Dio un último vistazo a la puerta, con la esperanza de que Jisung abriese, pero no fue así. Por un momento pensó en quedarse, pero no lo hizo, no quería quedarles mal a sus padres de nuevo; ya que esta no sería la primera vez que los dejara plantados. Además tenía realmente muchas ganas de verlos. Así que salió de su apartamento, pensando en que Jisung le enviaría por lo  menos un mensaje de texto. Y con suerte Felix llegaría antes de lo esperado para hablar con él y que no este solo, ya que por alguna razón tiene un mal presentimiento y le angustia dejar solo a Han.







Omg, se pelearon

Siento que soy mala escribiendo peleas pero bue

prepárense para los siguientes capítulos, porque se vienen cosas fuertes

Si tienes hambre solo come -Minsung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora