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Felix y Minho han sido mejores amigos desde la primaria. 

Para Felix, Minho fue su salvador. Cuando tenía 12 años los problemas en su casa comenzaron. Sus padres comenzaron a tener discusiones por prácticamente todo, sus padres ya no se daban muestras de afecto y las conversaciones entre  ellos eran tan cortas. Incluso, Felix recuerda algunas veces que vio a su padre dormir en el sillón, y escuchar a su madre llorar dentro de la ducha. 

Era obvio que algo andaba mal entre los dos, por lo que se atrevió a preguntarle a su madre que era lo que sucedía. Esta solo le sonrío, acaricio su  cabello y le aseguró que todo estaba bien, que no se preocupara. Por supuesto que Felix no le creyó, pero decidió no volver a preguntar y esperar a que se resolviera con el tiempo.

Las peleas sin sentido y la tensión entre sus padres siguió por algunos meses más. Durante ese tiempo el pequeño pecoso se veía más decaído; ya no había salida en familia, ni idas a la casa de la abuela, y su padre estaba comenzando a llegar más tarde de lo usual, saltándose la hora de la cena. y estando ausente la mayor parte del día. En cuanto a su madre, ella ya casi no hablaba con su hijo, dejo de ir a recogerlo a la escuela, ya ni  siquiera le preguntaba por su día ni le hacía lonche. La mayoría de días dejaba algo de dinero para el castaño, pero a veces no era suficiente, a parte de que de vez en cuando olvidaba hacerlo. Lo cual provocó que Felix comenzara a vender sus brownies para empezar a ganar dinero propio. 

Lo único que salvaba del vacío en el que se había convertido su casa fue el tener a su nuevo amigo Minho a su lado. Felix lo adoraba, a pesar de parecer alguien serio, el pelinegro era bastante gracioso. No había día que no le sacara una risa, le subiera el animo y le hiciera olvidar por un rato lo que pasaba en su hogar. Minho se había convertido en su mejor amigo.

Felix, al inicio no quiso contarle a Minho sus problemas, pues sabía que se preocuparía de más y que pensar el los problemas de Lix lo mantendría estresado. Pero eso cambio cuando Felix había llegado a la casa de su amigo con el rostro empapado de lagrimas, la nariz y los ojos rojos e hinchados y necesitando a su amigo. 

Al llegar, (y por suerte para Felix) fue Minho quien abrió la puerta. El más alto no lo pensó dos veces y se lanzó a abrazarlo, inspecciono su cara con preocupación mientras el pecoso aún sollozaba. 

No preguntó que sucedía hasta que ambos estaban dentro de la habitación del mayor, pero Felix, aún así no contestó, solamente se acurrucó en el pecho de su amigo. Minho entendió que el contrario no estaba listo para hablar, y que por el momento solo quería desahogarse llorando, por lo que no lo presiono y esperó a que estuviera listo. 

Horas después, Felix ya se había calmado, se reincorporo en la cama y palmeo junto a él para que Minho lo hiciera también. 

--Él la golpeó...--fue lo primero que salió de su boca, Minho no entendió a lo que se refería. Los ojos de Felix estaban demasiado hinchados y rojizos, al igual que su nariz.

--¿De quienes hablas Lixie?--trató de hablar lo más cuidadoso posible. 

--Mi papá--sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo--golpeó a mami, y le gritó--el pecoso luchó contra sus ganas de llorar, pero no pudo resistirse más y terminó derramando lágrimas de nuevo.

Con el paso de los minutos, Felix logró contarle lo que había estado sucediendo en su casa durante varios meses a Minho. El mayor se quedó asombrado ante todo lo que le había estado sucediendo a su amigo y todo lo que se había estado guardando.

 Esa fue la primera de muchas noches que Felix se quedó a dormir con Minho.

Los días pasaron y pasaron y la situación en la casa de Felix no parecía mejorar; los Lee le brindaron toda la ayuda que pudieron. Algo que Felix siempre agradecio.

Un día Felix llegó a su casa a buscar algo de ropa para ir a cenar con la familia de Minho. Silenciosa y solitaria  como de costumbre desde hace casi más de dos años se encontraba su morada. 

Suspiro al ver las lindas fotos familiares que adornaban la chimenea. Se preguntó cómo aquella familia feliz había terminado así. Puesto que ni él lo sabía. No sabia la razón por la cúal sus padres comenzaron a pelear hasta el punto de agredirse. O hasta el punto de descuidar a su único hijo.

Dejo todos esos pensamientos de lado y subió a su habitación (la cual no veía hace más de 3 días) antes de llegar unos ruidos que parecían ser sollozos lo desconcertaron.

Se dirigió hacia el baño de la segunda planta, (lugar del que provenían los sonidos) abrió la puerta esperando lo peor. Y lo que encontró no fue menos que eso.

...


Buenas nochess.

Quería explicar un poco la historia de Lix, así que les traje uno cortito♥️

¿Qué creen que fue lo que encontró?:o

Si tienes hambre solo come -Minsung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora