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Gabriela

Camino de un lado a otro, mientras Noelle termina de ondular más su cabello, las dos mujeres que mi amiga contrato para el maquillaje nos ven exasperadas, mientras nosotras no permanecemos quietas, suspiro cuando una de ellas me sienta, frente al espejo y empieza a darme una capa ligera de maquillaje y la mamá de mi amiga toca la puerta para asegurarse que estemos haciendo todo rápido

—¿Por qué aún no están listas? — gruñe y yo sonrió, apartando la mano de la estilista que vuelve a suspirar, esta cansada y creo que n ha tenido peores clientes que nosotras dos — ya les traía la ropa y ustedes ni siquiera están maquilladas...

—Le dije a esa mujer que adoptaste que empezará a maquillarse... — empieza Noelle pero la corto...

—¿Ya fueron por mamá? — pregunto esperanzada, tuvo su dosis de quimio en la tarde noche y está mañana al amanecer tuvo la radiación pero el hospicio aseguro que si era posible que estuviera en la ceremonia por lo menos unas horas, muerdo mi labio inferior ansiosa

Manuela y Noelle intercambian miradas y suspiran

—Chicas denos 5 minutos por favor — solicita Manuela con amabilidad y ya se que eso es un indicio de malas noticias, aprieto los labios conteniendo las lágrimas, Noelle se sienta a mi lado y Manuela del otro y vuelven a suspirar — Gab... Candelaria dijo que no quería ir, ha estado mal toda la semana y no quiere arruinar está ocasión para ti...

—No, ella... Ella prometió que estaría ahí — susurro, las lágrimas deslizándose sin que yo pueda hacer nada por detenerlas  — ella sufrió consiguiendo el dinero para que yo estudiara, no es justo que no vaya, yo la necesito allí, no tengo a nadie más...

—Estaremos nosotros contigo Gaby, aún cuando sabes que ese idiota no me cae bien el también estará ahí, y después iremos a ver a mami Cande — murmura Noelle tratando de darme fuerzas, pero aunque los quiero, el vacío de mi madre es más fuerte

Es ella la que se esforzo, tanto que se desgasto para que yo tuviera lo que ella no, cuando se demoraron en darme la beca y lo demás, el dolor es tan grande que la alegría se ve opacada con una nube gris que aumenta con el frío de la nieve que empieza a caer

5 diciembre, mi graduación, la primera nevada del año, justo como mi pecho que duele con las estocadas violentas que lanza al saber que ella no quiere ir, no ha querido recibirme desde hace semanas y ahora también se niega a asistir a un evento que es de ambas

—Gaby...

—No quiero ir si ella no va a verme recibir la medalla... Yo... — las palabras se detienen con las lágrimas que caen sin cesar y no se que decir, solo soy un manojo de lágrimas y sollozos que duelen, porque es mi madre y nadie a mi alrededor podrá superar el vacío que eso me causa

—Se que es horrible, cuando yo termine la universidad mi padre se negó a asistir porque no estudie la carrera que el quería — expresa la mamá de Noelle — y son casos diferentes mi niña, porque tú mamá no quiere arruinar lo que tanto te costó, y se que no lo haría pero hay que entenderla, está luchando contra el reloj para tener más tiempo para ti, y no sabe cómo lidiar con eso...

—Esta preparándome para cuando se vaya — murmuró, conciente del punto que ella quiere tocar, asiente acariciando mi cabello, suspiro y me pongo de pie, limpiando las lágrimas y cerrando los ojos para dejar que las estilistas vuelvan y continúen el trabajo aún cuando ya no está soleado para mí

Y este día que quería fuera lo más especial del mundo se vea manchado de gris sin la presencia de mi madre

* * *

El estadio de la universidad es pequeño en comparación de otros muchos, y aún cuando el frío es insoportable está repleto de familiares vestidos de gala, y otra parte llena con los estudiantes que ya dejan de ser estudiantes

A excepción de esos que harán un posgrado, pero que aún así recibiran su título, las facultades se habían dividido por diferentes secciones, y espero con paciencia, rascando mi cuello pues la toga pica, mi facultad es la última

Y estamos a segundos que el lugar se vacíe, Noelle cómo mejor promedio de su curso termina el discurso, luego de que le dan su preciado diploma para que pueda irse a Seattle, en algunas semanas

La ceremonia termina, y es mi turno, Noelle se quita su toga dejándose solo el gorro y se acomoda al lado de Hugo, empiezan una mini discusión y ruedo los ojos, mientras Manuela y el señor Meyer también toman asiento al lado de mi amiga

Me siento en el lugar que corresponde, saludo a varias de mis compañeras que empiezan a cuchichear sobre mi puesto en el hotel en el cual trabajo, pero las ignoro, el decano empieza su discurso, y ya me lo se pues lo he escuchado unas dos o tres veces más

Mira a algo dentro de los asistentes y sonríe

—Tenemos un discurso especial a cargo de nuestro mejor promedio de hace más de 15 años, el cual ahora está al frente de los mejores hoteles del país, — toma una pausa y yo trago en seco, viendo cómo el hombre avanza con seguridad hacia la tarima que ahora se hace enorme

Giro mi cabeza para encontrarme ya de frente con la mirada de Noelle que sonríe con picardía, aprieto los labios y la asesino con la mirada, ella solo se encoge de hombros, como diciendo que no es su culpa que el este ahí

La apuesta en la que quedamos me hace volver a tragar en seco, viendo su imponente figura de hombre de negocios, las bragas se me mojan, viendolo tan varonil, tan fuerte... Recordando su mirada chocolate mientras me...

Aún cuando está nevando, y hace frío, empiezo a tener mucho calor, y no puedo prestar atención a más nada, pues al ver sus labios moverse recuerdo todo lo que sucedió hace más de una semana en su habitación

Nuestras miradas chocan y sonríe, dando por terminado su discurso, el decano vuelve a subir al estrado, me mantengo impasible aunque por dentro sea un manojo de nervios y suspiro, tratando de enfocar la atención en lo que sucede a mi alrededor

Pero solo siento una mirada intensa clavada sobre mi, alguien me da un codazo y reaccionó viendo al frente donde el decano me ve y enarco una ceja, pues no sé que pasó, el hombre rueda los ojos con una sonrisa y repite la oración que dijo antes

—Nuestro mejor promedio, dará un discurso para sus compañeros, la señorita Gabriela Sánchez — las palabras me toman por sorpresa y me pongo roja mientras los aplausos empiezan y tengo que ponerme de pie para avanzar hacia la tarima

No tenía un discurso preparado, creía que Cristal Cahill lo tendría, y al parecer ella también porque me ve con una mueca de incredulidad, y se remueve en su asiento incómoda y frustrada

Me paro frente a cientos de personas y solo con ver unos ojos entre los muchos de asistentes empiezo a hablar, de forma natural como si esto no me hubiera tomado por sorpresa y tuviera un discurso ya preparado

ChoqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora