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Gabriela

El pecho me sube y baja con fuerza, mientras Sebastián sonríe y se pega a mi sexo que anhela su toque, y que por fin lo recibe, arqueo la espalda y aprisionó su cara entre mis muslos para evitar que se mueva, mientras su lengua ataca mi sexo sin compasión

Lo veo con los ojos entrecerrados perdida en placer, ya que cada que su lengua sale y entra las cosquillas en mi interior crecen, las ganas aumentan mientras separó los labios buscando aire, muevo mis caderas de arriba hacia abajo, sintiendo sus dientes aprisionar mi clítoris, su lengua jugar con mi entrada y el orgasmo estallar en su boca

Grito, sintiendo satisfecha, pero no tan satisfecha para no necesitar más, Sebastián supo jugar con mi cuerpo y mente, haciéndome sentir tan necesitada, cómo lo necesito ahora dentro de mi

Lo atraigo hacia mi boca, mi excitación acaricia mi lengua, y mis dedos buscan bajar desesperada el pantalón, su polla salta ante mis ojos, y me relamo los labios viéndola tan deseosa

—Sebas, follame, por favor, de una maldita vez — aún cuando mis piernas tiemblan aún, lo necesito adentro

—Lo que pida mi novia — dice con cinismo y gruño, me besa de nuevo, mientras me abre las piernas, escucho el sobre del preservativo romperse y su falo abrirse paso en mi interior, sollozo sintiendo la felicidad embargarme — mira bebé, mira como te abres para mí, cómo tú pequeño coño me recibe

Bajo la vista viendo lo que el me pide, su polla entra y sale sin detenerse, mi interior amoldado perfecto a su anatomía, y eso que Sebastián es grande, es demasiado grande, y siempre incomoda al principio, pero ese maldito entra y sale sin contemplaciones, porque estoy abierta para el

Jadeo y lo vuelvo a atraer a mis labios, dice cochinadas que me encienden más, grito su nombre mientras me embiste con más fuerza, se detiene un momento y lo veo mal, pero no se sale de mi cuando me voltea, mi espalda arqueandose y sintiendo su respiración en mi cuello da un beso leve antes de empujarme hacia delante

Me río sintiendo como me da una palmada en mi trasero, jadeo, de nuevo, cuando siento como toma mi coleta y la empuña en su mano, su polla llegando hasta el fondo, mientras mi cabeza se arquea por la presión en mi pelo

Abro la boca sintiendo el oxígeno escaso, Y tampoco puedo pensar en mucho más que sostenerme de la cama mientras entra y sale sin ninguna clase de pudor, lamo mis labios y busco su boca, me la concede sin soltar mi pelo y aumentando sus estocadas

Va tan rápido, tan fuerte que algunas lágrimas se me escapan, mientras gimo su nombre con cada embestida, siento como el aire me abandona por completo, cómo mi interior lo aprieta, y como mi vejiga se libera, cuando estallo en el mejor orgasmo de mi puta vida, lo siento sonreír pero no detenerse

Solo sigue aumentando el ritmo, mientras alarga mi orgasmo aún cuando mi eyaculación lo baña por completo, suelta mi coleta y aprieta mi cintura, pasando un brazo por debajo de mi abdomen, estoy tan ida que solo siento el como se ensancha, cómo susurra mi nombre en un gemido tan gutural que me calienta de nuevo y el como se desploma aún en mi interior

* * *

Su dedo entra en mi trasero como un recordatorio de la apuesta que perdí, mientras su polla obstruye mis vidas respiratorias, respiro por la nariz y trago todo lo que me ofrece, escuchamos el sonido de la puerta pero ni aún así sale de mi boca, solo se mueve frenético hasta que alcanza el orgasmo y lo trago con ganas

Sigue masajeando mi culo, no me tenso, es más me relajo más, apoyando la cabeza en su pierna cuando sale de mi, y me hace llegar al climax solo con ese toque

—Ve por tu regalo, bebé — murmura con la voz tensa, me levanto del suelo y limpio mis rodillas al igual que mi comisura, dándole un corto beso para caminar hacia mi oficina

Miro con curiosidad mi alrededor sin encontrá nada raro, pero se que alguien estuvo aquí, aun cuando no lo creo, por la seguridad que se maneja en este lugar, así que sin prestarle mayor atención regreso al lado de Sebastián que me voltea sobre el escritorio subiendo la falda lo más gentil que puede ser y dar dos besos a las dos mejillas de mi trasero

Abro el regalo y se lo paso

»—Abre — ordena y yo lo hago, chupo el plug, es de color oro, suspiro mientras lo mojo completo, siento sus dedos de nuevo trabajar esa zona para luego sacar el plug de mi boca, y vertirle una buena cantidad de lubricante

—¿De verdad trajiste eso al trabajo? — pregunto y el ríe, dándome la respuesta, echa también una buena cantidad a mi trasero, y luego de separar un poco más mis piernas va deslizando el objeto dentro de mi culo, jadeo amoldandome al nuevo objeto dentro de mi

Baja mi falda después de ponerme las bragas y darme un beso me ayuda a poner de pie mientras lo veo con una ceja arriba

—Ve a abrir la puerta, la quieren destrozar — gruñe y sigo viendolo confundida

—¿Voy a andar con esto de arriba a abajo? — pregunto algo alarmada, a lo que el solo se encoge de hombros  — ¿Todo el día con un objeto no identificado en mi trasero?

—Si, hay que amoldarlo para mi polla — contesta natural, como si hiciera esas cosas a diario  — bebé, abre la puerta, por favor — pide amable, mirándome con cinismo y algo de lujuria en sus ojos

Sin poder con su grado de cinismo, suspiro y avanzó hacia la puerta como si no tuviera un plug en el culo, la mamá de Sebastián entra después de darme un corto saludo amable y sus hermanas se lanzan a abrazarlo mientras yo regreso a mi oficina buscando una forma de redimirme después de perder la apuesta

Aún cuando eso no me libre del premio que ganó Sebastián cuando yo perdí

Reviso mi teléfono viendo la foto que tome al postre que sigue adornando mis historias de instagram, tengo mensajes de mi ex compañeros felicitandome, aun cuando perdí la apuesta, nada me quita la felicidad de ver lo que hizo por mi, todo lo que planeo, suspiro cerrando los ojos y viendo la imagen una última vez antes de concentrarme en el trabajo

ChoqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora