Kagome no pudo hacerle más preguntas a aquellas pequeñas como ella hubiese querido, pues en ese preciso momento se apartaron, ambas corrieron tomadas de la mano en dirección a la mesa para poder degustar del refrigerio que los duques habían llevado.
Inuyasha se alejó junto con el párroco, dejándola a ella con los niños y las monjas del lugar. Le resultaba imposible poder apartar su mirada de Towa, la hermana gemela. Era tan idéntica a su marido. Así que en silencio se dedicó a observarlas. Mientras lo hacía cada vez más se convencía de que podían ser hijas de él, porque dudaba que fuesen de su difunto hermano. Él tenía más de siete años fallecido, por lo que era prácticamente imposible.
Una mujer vestida con habitados tomó asiento a su lado, sacándola de los profundos pensamientos en los que se encontraba.
― ¿Son lindas, no le parece? – le preguntó la mujer con una sonrisa.
Ella sonrió y asintió.
― ¿Cómo llegaron aquí? – quería saber.
―Towa y Setsuna llegaron aquí cuando apenas bebés de días de nacidas – explicó – Justamente hace siete años.
Por lo que sabía, Sesshomaru había muerto hace ocho años, los mismos que tenía Inuyasha siendo duque. Así que no encajaba él en la ecuación. No, al menos que hubiese tenido una aventura antes de fallecer.
―Una noche de tormenta, alguien llamó a la puerta del convento ― prosiguió con su relato ― Pero solo estaban ellas en una pequeña canastilla. Con sus ojitos cerrados y tomadas de la mano, curioso, pero así siempre han sido, unidas.
Kagome solamente prestaba atención a la explicación que le daba la monja. Aferraba a su mente a creer que era el hermano de Inuyasha y no él el padre de esas niñas. En varias ocasiones le había dicho que nunca estuvo con una mujer antes, tal vez por traer a un bastardo al mundo. Si hubiese tenido una aventura y acabó en esas consecuencias, juraba que lo obligaría a reconocer a esas niñas como sus hijas.
****Fanfiction: Black Pearl B., Wattpad: Black_PearlB****
― ¿Y dónde está su madre?
―La mayoría de los niños que llegan al convento son abandonados.
Las dudas no fueron despejadas del todo. En resumen, las abandonaron en una noche de lluvia cuando estaban apenas recién nacidas y que no se sabía absolutamente nada de sus padres.
Se levantó de su lugar para salir de ahí, necesitaba aire fresco, pero las pequeñas la alcanzaron en el pasillo.
― ¿Cuál es tu nombre? – preguntó la menor, Setsuna.
―Kagome.
― ¡Qué bonito nombre! – exclamó emocionada la mayor – Yo soy Towa. – repitió su nombre como si no lo hubiera dicho antes.
―Si, lo sé – asintió Kagome.
―Es agradable ver personas. Casi no tenemos visitas y nos aburrimos mucho.
―Dice la madre superiora que usted nos dará clase – interrumpió Towa a su hermana ― ¿Eso es verdad?
Simplemente inclinó la cabeza y por lo que vio, a ambas niñas les preció agradarle esa idea. Pues sus ojitos brillaron intensamente. No estaba molesta ante la incertidumbre del árbol genealógico de ellas.
Simplemente inclinó la cabeza y por lo que vio, a ambas niñas les preció agradarle esa idea, pues sus ojitos brillaron intensamente. No estaba molesta ante la incertidumbre su árbol genealógico. Sería muy difícil averiguarlo más no complicado, pensó.
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LADIES: ¡ESE DUQUE ES MÍO!
RomanceKagome tenía altas expectativas cuando llegara el tiempo de hacer su presentación en sociedad. Su corazón latía desbocado por el hijo bastardo de un duque, pero para él solo era más que una hermana. ¿Algún día logrará conquistarlo?