Capítulo 16

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Atención:

En este capítulo, uní tres escenarios. Por lo que si ven letras curvas es lo que el narrador esta relatando. En este caso, Kagura será la encargada de hacerlo. Si ven letras normales entre la narración es lo que esta pasando en ese momento ya sea ahí con ella o en otro punto.

¿Si me explique bien?

Bueno, comencemos.

Capítulo 15

LA VERDAD DE LORD SESSOMARU

Recorrió toda la habitación con la intención de encontrar a Kagome, pero no se encontraba en ningún rincón. Escuchó ruidos provenientes del cuarto de baño, abrió lentamente la puerta y ahí estaba, recargada de espaldas a la tina con los ojos cerrados, se veía relajada. Se llevó una mano a la mejilla, aun recordaba la bofetada que le había dado. Lo acusaba de algo del cual era totalmente inocente.

Ella le debía una disculpa dado que era el más inocente en esta historia y si se rehusaba, bueno, tenía un método eficaz para hacerlo. Con una sonrisa traviesa se arremangó las mangas de su camisa hasta los codos, sin perderla de vista. Cerró la puerta a sus espaldas al ingresar por completo en la reducida habitación.

Kagome se sobresaltó al sentir unos labios en la curva se su cuello. Abrió los ojos y se encontró con la mirada dorada de su marido y esa sonrisa que quería decir algo más.

―Usted me debe una disculpa, duquesa.

Frunció el cejo y desvió la mirada al frente. Si, debía admitir que debía disculparse con él por la bofetada que le dio en la biblioteca. Pero simplemente no puedo evitarlo ya que todas las evidencias marchaban en su contra. De no haber sido por aquella visita poco imprudente o debía decir "demasiado imprudente" es que pudo atar cabos.

―No sé a qué se refiere, duque.

― ¿No sabe o no quiere recordarlo?

―Probablemente lo segundo.

Él sonrió y con la punta de uno de sus dedos recorrió todo el brazo húmedo de su duquesa. Dejando su piel desnuda de gallina a la vez que repetía esa misma caricia.

― ¿Segura que no recuerda? – la vio negar – Yo podría hacer que lo haga con facilidad.

Kagome entreabrió los labios y luego los cerró.

―Me has acusado de algo que nunca he hecho – prosiguió él.

La marca de la palma de su mano se había borrado de sus mejillas, por lo que únicamente quedaba su orgullo herido de haberlo juzgado por algo que era completamente inocente. Fue ahí cuando ella se sintió avergonzada de haber actuado de esa forma tan irracional. Su culpabilidad se reflejó en sus ojos chocolate, debió tener un poco más de confianza en él. Pero simplemente Inuyasha no había ayudado.

― ¿Cómo quieres que reaccionara? Todas las pruebas estaban en tu contra.

Inuyasha recargó todo su peso en la bañera e inclinó un poco más la cabeza para estar lo suficientemente cerca de Kagome.

―Creo que anteriormente he dejado claro el por cual no pude tenido hijos– agitaba una mano al aire como parte de su explicación.

Kagome bajó la mirada y comenzó a formar remolinos en el agua. Solo había una respuesta a todo y esa se la había dado su visita imprudente. Tenía información valiosa que podría ser de utilidad para Inuyasha.

― ¿Crees que Sesshomaru sea el padre?

No hacía falta que mencionara a esas niñas, pues él sabía a quiénes se refería. Con un suspiró tomó una esponja que había en una pequeña mesita, dispuesto a frotar la espalda de Kagome. Ella inclinó el cuerpo, permitiendo que lo hiciera.

LADIES: ¡ESE DUQUE ES MÍO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora