Capítulo V. Suelo

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Tin

El suelo es muy duro cuando literalmente te avientan a el, no puedo dormir, allá arriba la cama se ve muy cómoda, suave y calientita, pero un tipo que usa shorts cortos, duerme tranquilamente mientras que yo me desvelo.

Me duele la espalda.

Aún no entiendo cómo logró hacerlo y me obligó a bajar, incluso todavía cuando estaba en el suelo me dijo que apagará la luz y eso no fue todo, ¡Porque fui y todavía la apagué!

¿Seré idiota?

Suspiro.

-- Can... -- le digo bajito -- me duele la espalda...

No me contesta.

>> Prometo no tocarte pero déjame subir..

La cama se movió y de arriba de ella, un chico despeinado se asomaba para verme.

-- No. -- me aclara -- no confío en ti.

-- ¿Hablas enserio...?

Él me miró un segundo, y después asintió.

-- Quién sabe que puedas hacerme en la noche...

-- No me parece divertido que yo duerma aquí, está frío y si me enfermo es tu culpa.

-- La tuya será por ser un acomedido. Ahora te aguantas.

-- Can.. -- le veía -- por favor amor..

Me aventó con una almohada y gruñí cuando me cayó en la cara.

-- No me digas así. -- le escucho. -- ahora cierra la boca o largarte al baño, porque aquí no entras, tu eliges. Piénsalo..

Se fue a dormir y yo renegué cuando me dejó con la palabra en los labios. Era un tipo tan testarudo, que en vez de seguir molesto con él, sonreí un poco y cerré los ojos al estar boca arriba mirando al techo.

Porque así es, Can puede llegar a ser un tanto infantil cuando se enoja y yo un tanto idiota que dejo que haga lo que quiera conmigo. Cómo cuando éramos amigos, y un día me pidió escaparnos de clases para ir a la feria. Ese día, en la rueda de la fortuna, a lo mejor me di cuenta cuando le vi sonreír y el aire movía su cabello, que estaba perdido. Que estaba enamorado de mi mejor amigo.

No creíria mi yo de quince años que logré casarme con el chico que tanto soñaba, aunque ahora duerma en el piso. Esto no le gusta a mi yo de veintiséis, y creo que el de cuarenta me golpearía.

Yo lo haría.

🍃🍃🍃

-- Tin.. -- escucho a lo lejos

Me pongo de lado entre las sábanas y me rehuso a despertar, me dormí muy de madrugada por culpa de un tipo berrinchudo.

-- ¿No vas a ir al trabajo?

Escuché de nuevo y lentamente abrí los ojos, la lámpara del buró estaba encendida, y allá arriba, en la cama, Can estaba acostado de lado en la orilla y me veía desde ahí. Estaba despeinado, se veía adorable recién despierto y me moría por estar ahí para abrazarlo.

-- Me duele todo.. casi no dormí. -- cerré los ojos.

Aunque una almohada me pegó en la cara, la quité de mala gana para así pesadamente levantarme y sentarme en el suelo.

-- ¿Crees que Hin se haya levantado? -- me pregunta curioso

-- Es muy temprano..

-- ¿Tu en verdad crees que P'Tull esté engañandolo?

OTRA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora