___(t/n) ___(t/a) una chica común y corriente con 20 años de edad, que estudia en la universidad y trabajaba al mismo tiempo para poder sustentarse y vivir. Ella es una chica que sueña todo el tiempo despierta y el poco tiempo libre que le queda se...
Me sentía relajado, realmente desde hace muchísimo tiempo no me sentía de esta forma. La última vez que me sentí así fue cuando estaba con _(t/n), no podía evitar pensar que estaba soñando así que me desperté. Pero lo que me desoriento por unos momentos es que no estaba en mi casa.
-¿Dónde estoy?- mire a mi alrededor y abrí los ojos sorpresivamente.
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_(t/n) estaba dormida a mi lado, los dos estábamos desnudos y pude ver cómo su cabello estaba desordenado por la almohada. Me enderece un poco para poder verla más a detalle, realmente sigue siendo una mujer hermosa.
Anoche...anoche fue de las mejores vivencias que tuve en mi vida, después de tantos años sintiendo que algo me faltaba. Que debía buscar algo...finalmente pude volver a ella, estar entre sus brazos y amarla como la primera vez que hicimos el amor. El destino nos quería juntos otra vez, quería que finalmente pudiéramos ser una familia, tenía una hija y si _(t/n) me aceptara también tendría a la mujer que tanto anhele como mi esposa.
-Nunca más me separare de ti- me acomode a su lado y la atraje a mi pecho- seremos una familia junto con Cereza, estaremos juntos los tres y nada va a pasarles- le di un beso en la cabeza y pude sentir como suspiro- te amo _(t/n) y siempre lo haré.
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Había pasado una semana desde la noche que pasamos juntos, con _(t/n) nos seguíamos viendo fuera del ámbito escolar y de la casa debido a que Cereza ya estaba de vuelta.
En nuestra última salida juntos habíamos llegado a la conclusión de que el próximo finde semana le diremos la verdad a Cereza. Estábamos dilatando demasiado la espera y no voy a negar que los últimos días se me hicieron difíciles. La veía en el colegio sonriente y alegre junto con Senjuro y el resto de sus amigos de curso, no podía evitar fantasear con ir a abrazarla y decirle que la amaba con toda mi alma y escucharla decirme papá.
Era uno de mis mayores anhelos, pero si todo sale bien, el finde semana se sabrá toda la verdad.
Me encontraba en casa preparándome para el momento, me había vestido de manera casual para no exagerar demasiado. Y la verdad estaba pensando demasiado, no sabía si llevar un regalo, si simplemente ir con las manos vacías o por el simple hecho de que me rechace como padre me causa terror, mis miedos se estaban haciendo presentes unos momentos antes de irme a reunir con ellas.
-¿Hermano?- escuche a Senjuro desde la puerta de mi cuarto.
-¡Sí!- dije mirándolo desde el espejo- ¿Necesitas algo?
-Quería ver como te sientes- se puso a mi lado- hoy es el día ¿no?- sonrió levemente, yo asentí mientras terminaba de arreglarme la camisa- no estes nervioso, ya verás que todo saldrá bien.
