Capítulo 7

407 29 1
                                    

(Rengoku)

Había pasado una semana desde la reunión.

Todos habían quedado muy enojados debido al carácter que tuvo la peli_(t/c) al momento de imponerse. Pero lo que a mí más me sorprendió, y hasta me asusto, fue como cambio su personalidad.

Había pasado de ser una chica pacífica y tierna a un ser serio, con una mirada que provocaba terror de solo mirarla. Sabía que Sanemi había sentido lo mismo cuando le dijo que no la interrumpiera, pero jamás lo admitiría abiertamente.

Llegue a la casa de mi familia y encontré a mi hermano barriendo afuera, le salude con alegría y nos fuimos adentro para poder tomar un té. Hablamos de todo un poco, aunque el tema que más me preocupaba era nuestro padre.

-¿Todavía sigue en ese estado?- mire a mi hermano quien puso una mirada triste.

-Si, no ha mejorado en lo absoluto. Y cada vez toma más Sake- dejo su taza en la mesa- sinceramente quisiera irme pero tampoco quiero dejarlo solo.

-No tienes que seguir aquí sino lo deseas. Puedes venirte a vivir conmigo- muchas veces le había ofrecido que viniera a vivir a mi finca, donde estaría mas tranquilo. Pero todavía nos queda una esperanza  de que vuelva a ser nuestro padre, antes de que muriera nuestra madre.

-Ya sabes mi respuesta con respecto a esa oferta hermano- dijo sonriendo con tristeza- esta bien, no debes preocuparte por mí. A propósito me entere de la conmoción del posible aparecimiento del pilar de la glicina- me quede quieto ante esa noticia.

-Es cierto, posiblemente hay una mujer con las mismas capacidades que tuvo la antecesora de dicho don ¿Como te enteraste?

-Nuestro padre recibió la noticia mediante un cuervo, al parecer se sorprendió demasiado. Pero luego empezó a insultar y diciendo que eso no era posible, y más cuando se entero que no era de esta tierra.

-Muchas cosas son inconclusas pero- recordé su sonrisa y alegría al estar con los niños en la aldea de los cerezos y no pude evitar perderme en mis pensamientos por unos segundos- no creo que sea malo si ella llegara a tener ese don, creo que realmente se ha ganado ese mérito.

-Por lo que pude escuchar al parecer esa mujer se dedica a la caza de una criaturas llamadas titanes- lo mire- ¿qué monstruos son esos?- ahí me di cuenta de algo importante. No sabía nada, nada en lo absoluto. Nunca me tome la molestia de preguntarle nada sobre su vida y mi entusiasmo por acercarme a ella decayó de manera considerable cuándo miro de esa forma fría a Sanemi y dijo mirando a todos que no le interesaba en lo absoluto que nos lleváramos bien.

-Sinceramente no tengo idea Senjuro- me puse de pie- pero voy a averiguarlo ahora mismo- sonreí con emoción, ya que había encontrado la excusa perfecta para acercarme- ¡gracias hermano!- le sonreí y me fui de mi casa rápidamente.

Andaba caminando por la sede hasta que finalmente llegue a la finca mariposa, podía escuchar los gritos de los cazadores que quedaron malheridos. Al parecer estaban en etapa de recuperación, pero sabía que ese entrenamiento era bastante duro.

Mire por toda la finca pero no había rastros de ella hasta que escuche un sonido de lo que parecía un disparo.

-¿Eh?- mire dónde había sido el sonido y vi humo de color verde- ¿Que es eso?- mi curiosidad me encamino hacia esa zona llevándome a unos kilómetros al interior del bosque. No encontraba nada de relevancia hasta que escuche una voz.

-La señal de humo- era _(t/n)- me servirá- me acerque con cuidado y la vi observando sus cosas con detenimiento, como sino fuera consciente de lo que ella misma llevaba consigo- bueno, basta de tontería- dejo las cosas en el suelo y la vi mas a detalle, tenía ropa de entrenamiento y el cabello recogido como siempre- a ver que puedo hacer- estiro su cuerpo calentando un poco, cuando termino cerró los ojos y vi su respiración. No era como la nuestra de manera evidente, pero se podía observar que se estaba concentrando. 

Un mundo diferente (Rengoku Kyojuro y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora