Capítulo 9

346 24 2
                                    

(Tú)

No sabía para dónde estaba yendo, solo corría sin importarme en lo absoluto. Lo único que quería era no volver a ver a Kyojuro después del espectáculo de hace unos momentos. 

Sabía que por más que su padre fuera lo que fuera lo respetaba y lo quería, y yo por mis impulsos de proteger a los hermanos casi lo mataba. Recuerdo esa sensación de dolor de cabeza, esa punzada que me indicaba que debía protegerlos y mi instinto se desato en ese momento.

Podía sentir como el frío se hacia presente en el ambiente, pero simplemente seguía corriendo. Sentía como si volara, como los pulmones me quemaban y como mi cuerpo se entumecía. Pero mi cabeza me decía que siguiera, que siguiera hasta no poder más.

Los árboles pasaban a mi lado con rapidez y veía como dejaba la civilización atrás, pero seguí hasta que llegue a un punto que me canse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los árboles pasaban a mi lado con rapidez y veía como dejaba la civilización atrás, pero seguí hasta que llegue a un punto que me canse. Mis piernas cedieron, caí de rodillas al suelo respirando agitadamente. Me quede quieta intentando recuperar el aliento pero se me hacía complicado, de repente el frío azotó mi cuerpo desabrigado, temblé levemente ante eso e intente levantarme.

Camine a duras penas un par de metros más hasta que vi a lo lejos una figura blanca que caminaba entre los árboles. Cualquiera hubiera pensado que era un demonio pero yo no lo sentía así, parecía una energía pura...y sentía que me llamaba.  Se paró a unos metros de mi y vi que me miraba de frente, el aura que la rodeaba se apagaba un poco y me dejo ver su rostro.

Se trataba de se trataba de Kagome Arima, la que era el pilar de la glicina anteriormente.

Me tendió una mano indicándome de que fuera con ella, como si fuera un hechizo la seguí en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me tendió una mano indicándome de que fuera con ella, como si fuera un hechizo la seguí en silencio. Ella caminaba delante con tranquilidad y elegancia, despidiendo un agradable aroma a glicina con mezcla de otras flores. La mujer pasaba junto a algunos árboles secos y estos florecían como un hermoso árbol de glicina, dejando un camino de protección y vida por cada paso que daba.

Pasaron unos momentos hasta que finalmente ella se detuvo y me miro de frente sonriéndome con ternura, poco a poco desapareció dejándome a la vista un paisaje que jamás en toda mi vida había visto.

Un mundo diferente (Rengoku Kyojuro y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora